MARIA MARIN
Una amiga me confesó que mantiene una aventura cibernética desde hace seis meses con un chico que vive en España. Cuando notó mi cara de sorpresa, me dijo: ''Es sólo un intercambio inocente ¡no es como si estuviéramos haciendo algo! Un poco de coqueteo no le hace mal a nadie''. A lo que respondí: ``¿Y tu marido qué?''.
El debate sobre si una relación en la internet es infidelidad o no es de nunca acabar. Algunos consideran traición cuando se realiza un acto sexual; para otros es una deslealtad la intimidad emocional. Todo depende del librito por el que te rijas.
La internet ha generado interesantes fenómenos sociales, como la ''ciber-infidelidad''. Así le llaman a una relación extramarital, que se mantiene a través de correos electrónicos y mensajes instantáneos, (aunque hay quien sí lleva la relación al plano físico).
Quien lo practica piensa que como la relación no se ha materializado, no está haciendo nada indebido. La persona objeto de la infidelidad se siente traicionada, pero duda si debe perdonar o no porque se trata de un engaño virtual.
Pero, ¿qué motiva a una persona en una relación estable buscar un amante cibernético?
A muchas les permite explorar sus fantasías y no contagiarse con enfermedades sexuales ni embarazarse y, lo mejor, permanecer en el anonimato. Eligen a la persona sin ninguna presión y están completamente desinhibidas en su mundo. Esos intercambios virtuales están llenos de emoción, tal vez la que está faltando en su realidad.
Lo malo de un romance cibernético es que muchas veces no se deja en el teclado. Te distancias de tu pareja, le confías tus secretos, anhelos y problemas a un extraño que crees conocer como la palma de tu mano. Las más sofisticadas utilizan camaritas para ver y escuchar a esta persona, lo que convierte una situación 'anónima' en una real. Ya esta persona tiene un rostro, la seducción comienza en la pantalla y convertirla en una realidad es algo cada vez más tentador.
Tu ausentismo en cuerpo presente y las horas que pasas frente a la computadora levantan sospechas y hieren a tu pareja. Si quieres preservar tu relación, examina la situación de ambos. ¿Desde hace cuánto tiempo no sostienen una conversación larga y tendida? ¿Dónde quedaron la sinceridad, reciprocidad, la admiración, la comunicación, el compañerismo y la seducción?
Mi consejo para mi amiga y todos los ciber-infieles es que no arriesgues lo que has forjado con tu pareja. En los tribunales de los Estados Unidos la infidelidad electrónica es ya una causal de divorcio. Para las víctimas del engaño no es complicado comprobar el ''adulterio cibernético'', las copias de los ''e-mails'' que intercambian los ''ciberamantes'' bastan.
Fortalece nuevamente la intimidad y desarrolla la confianza para realizar las fantasías mutuas. Sobra decir que practicar la sexualidad a través de la internet usando el anonimato y posibles fotos y perfiles falsos, nunca podrán superar el amor integral en cuerpo, mente y espíritu..
María Marín es motivadora y autora del libro ''Mujer sin Límite''. Visite www.MariaMarin.com
Tomado de www.elnuevoherald.com
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