La depresión y la ansiedad pueden llevar a delinquir
Yurina Rico
yurina.rico@laopinion.com
¿Puede la depresión, la ansiedad y otros problemas mentales llevar a quien los padece a cometer delitos?
Edwin Rivera, de 20 años de edad y residente de Winnetka, mató a sus dos hermanos, a su padre y a un agente del equipo elite de tácticas especiales de la policía (SWAT) el pasado 30 de enero.
El 14 de febrero Steven Kazmierczak, de 27 años, le disparó a 17 personas matando a cinco en la Universidad de Northern Illinois. Y el 25 de febrero, Roy Pérez, de 28 años de edad y residente de Baldwin Park, asesinó a su madre y disparó en contra de cuatro vecinos, matando a una madre y a su hija de 4 años de edad e hiriendo a otros dos menores.
Los tres asesinos padecían (Pérez padece todavía, ya que está en la cárcel) de depresión, ansiedad y otros problemas mentales, y estaban bajo tratamiento médico.
Aunque estos son los casos que más han generado conmoción, un estudio del Departamento de Justicia revela que son más frecuentes de lo que se estima. Es más, el 56% de los presos en las cárceles estatales y el 46% de reclusos en las prisiones federales padecen de enfermedades mentales.
En las cárceles locales el porcentaje de personas enfermas mentalmente es aún mayor, 64% y entre las mujeres en las prisiones estatales llega al 73%.
"El estudio determina la presencia de problemas mentales en las prisiones y en los reclusos preguntándoles sobre su historial de síntomas de los desórdenes mentales que hayan ocurrido en el último año", explica la investigación.
Ross Ramsay, psicólogo investigador del comportamiento de jóvenes con problemas mentales y experto consultor de organizaciones de ayuda mental, explicó que con frecuencia los padecimientos mentales aparecen desde la niñez y se acentúan en la adolescencia.
"Muchos niños, a pesar del esfuerzo de los padres y de los profesores, tienen problemas para autocontrolarse y de hiperactividad. Es un síndrome neurobiológico que es difícil de detectar y que afecta la parte del cerebro que ayuda a pensar sobre las consecuencias de nuestras acciones. Un 60% de los adultos que tuvieron problemas desde pequeños no desarrollan esta parte del cerebro o no les funciona como debería", subrayó Ramsay.
Cuando el menor llega a la adolescencia, el problema se incrementa y crea frustraciones no sólo en la persona que lo padece al ver que no puede con los retos de su vida, sino también en quienes lo rodean, explicó el experto.
"Los padecimientos mentales no se presentan solos o por separado. Si alguien padece de depresión, seguramente tendrá otro problema, ya sea de ansiedad o alguna compulsión. Las personas con ADHD (déficit de atención o desorden de hiperactividad) aparte de los múltiples síntomas, pueden padecer de depresión o ansiedades", señaló Ramsay.
Ramsay agregó que si se identifica temprano el padecimiento mental y se ofrece orientación, la persona puede llevar una vida casi normal.
"Los medicamentos pueden ayudar a que la parte del cerebro funcione mejor, pero no se trata sólo de drogarlos, sino de enseñarles a manejar los problemas. Siempre se enfrentarán a situaciones difíciles. Es parte de la vida. La diferencia radica en cómo aprenden a manejar esas situaciones", subrayó el experto.
Wilfredo Rivera, hermano de Edwin Rivera y el único sobreviviente de la tragedia debido a que no se encontraba en la casa, recordó que a Edwin le pidió una noche que lo llevara a emergencias por la depresión severa que padecía. El joven perturbado estuvo en observación psiquiátrica en el hospital Olive-View toda esa noche y fue dado de alta al día siguiente. Wilfredo lamenta que él no haya podido continuar llevando a su hermano a las citas que le dejaron.
"Creo que él estaba tomando medicamentos [para la depresión] cuando sucedió la tragedia", dijo Wilfredo, pero señaló que su hermano se avergonzaba de su padecimiento y que en varias ocasiones le preguntó cómo estaba o qué le sucedía, sin obtener una respuesta clara del joven. Edwin dejó de trabajar unas semanas antes de cometer el múltiple asesinato.
En el caso de Pérez, el agente Oscar Butao, del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles dijo que desde un principio supieron que él padecía de problemas mentales y que lo han tratado como tal.
"Su récord y hasta los vecinos indicaron que Pérez sufre problemas mentales. La investigación continúa porque él está en custodia, por lo que no podemos entrar en detalles sobre qué tipo de enfermedades padece", manifestó Butao.
Los vecinos lo describen como alguien que no era amigable y que en algunas ocasiones los perseguía por la calle.
Pérez se sumará al 24% de los presos en las cárceles locales que padecen de desórdenes psicóticos como alucinaciones y compulsiones.
Ramsay agregó que la concentración de personas con ADHD en las cárceles es mucho mayor alrededor del 50% en comparación con una de cada 20 personas entre la población en general.
"Esto viene a enseñarnos la importancia de comprender y ofrecerle tratamiento a las personas con padecimientos mentales", manifestó Ramsay.
Ken Kondo, portavoz del Departamento de Salud Mental del condado de Los Ángeles, expresó la importancia de ofrecer ayuda mental a quienes lo necesiten.
"Tenemos una tarea muy grande que es educar a la población sobre cómo utilizar los servicios de salud existentes gracias a la medida que fue aprobada por los electores californianos", dijo Kondo.
En la comunidad latina esta tarea es aún más difícil. Las autoridades de salud aseguran que han visto una resistencia aun mayor para buscar ayuda entre los latinos con problemas mentales por el estigma de ser considerados "locos".
La ayuda mental disponible va desde actividades físicas al aire libre, consultas con consejeros hasta salas de urgencias abiertas las 24 horas del día para quienes tengan pensamientos suicidas u homicidas.
Para información sobre los servicios mentales disponibles en su zona puede llamar a la línea telefónica gratuita del Departamento de Salud del condado de Los Ángeles al 1-800-854-7771.
Tomado de www.laopinion.com
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