ROMA, Italia (Zenit). El proceso para hacer de la mujer un objeto "no se limita a la industria pornográfica, ni a la publicidad comercial, cine o televisión", dice Helen Alvare, portavoz sobre las cuestiones relativas a la vida humana de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y profesora de la Universidad Católica de América, en Washington.
Más bien, precisa, las mujeres normales compran ropas diseñadas para destacar o exponer aquellas partes de su cuerpo asociadas al sexo. Muchas mujeres a menudo también se rebajan a sí mismas con lo que dicen o exponiéndose a sí mismas a medios que gradualmente las insensibilizan ante la propuesta de que las mujeres son objetos de consumo bellos y sexuales, puntualiza.
"Incluso un observador secular tendría que concluir que la cooperación de las mujeres, incluso animando a la cosificación de sus cuerpos hoy, parece una moderna manifestación de la inclinación que los católicos llaman 'pecado original'. Las mujeres se rebajan a sí mismas persiguiendo la creencia de que esto les llevará a la unión con un hombre", destaca Helen Alvare.
El feminismo "Por otra parte, se puede ver qué fuerte era la tentación de las mujeres de romper con los papeles que se les asignaban antiguamente, pero esta respuesta del feminismo era y sigue siendo fundamentalmente defectuosa".
Este tipo de feminismo "se ha inspirado para sus orientaciones en los peores aspectos de la conducta masculina. De manera que se animaba a la mujer feminista a ser una criatura aventurera sexual, desdeñosa del matrimonio y los hijos, guiada por el dinero y la carrera. El feminismo urgía a la mujer a imitar la versión masculina del pecado original dominación para conseguir igualdad y felicidad", concluye.
Tomado de www.yucatan.com.mx
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