Los rumores obligan a extremar las precauciones cuando el ámbito del comentario es el puesto de trabajo. Los cotilleos no sólo pueden disminuir la motivación sino que puede desacreditar tanto al personal como a la empresa en sí.
La mayor parte de este tipo de comentarios tienen su origen en una base cierta. El problema es que con el boca a boca la noticia final está, en muchas ocasiones, lejos de la realidad. Algunos pueden llegar a provocar consecuencias muy desagradables como la quiebra de una empresa en bolsa Por qué gusta el rumor Bajo el supuesto interés de recomponer la verdad, la causa fundamental por la que los individuos se sienten atraídos por la rumorología es la posición de protagonismo que implica para el que los difunde. Saber algo que los demás desconocen permite demostrar que el que lo propaga se encuentra en una posición privilegiada con respecto a los demás. Además es una forma de llamar la atención, de sentir que los demás tienen en cuenta a uno a la hora de elaborar sus informaciones. Además esta actitud ayuda a crear unas relaciones con el grupo supuestamente más estrechas. Esto cobra importancia en el lugar de trabajo ya que en muchos casos los cotilleos están relacionados con el deseo de un mayor éxito profesional. Orígenes de los rumores Los motivos por los que se llegan a producir los rumores en el puesto de trabajo pueden ser muy diversos. A continuación se citan las causas por las que se producen muchos de ellos.
* Falta de entendimiento: Cuando en el equipo de trabajo, las relaciones que se establecen en él no están basadas en la confianza y en la búsqueda de unos objetivos comunes pueden dar lugar a que surja el descontento y el secretismo. Esta situación es un caldo de cultivo estupendo para posibles rumores. * Desacreditar al compañero: ¿Sabes que hay un lío de faldas en la oficina?. Muchos de los comentarios que surgen tienen su origen en las relaciones personales con los empleados. Estos no suelen ir más allá del simple chismorreo, aunque hay ocasiones en las que las víctimas reiteradas pueden llegar a perder motivación y confianza en sí mismos.
* Rumores intencionados: Tanto dentro de la empresa como en el ámbito empresarial en general, existen un gran numero de chismes creados con una finalidad intencionada. En muchas ocasiones se utilizan como método para sondear las reacciones que producen y, en función de ellas, tomar las decisiones definitivas. Por ejemplo para conocer la opinión de la plantilla sobre un posible ascenso.
* También se suelen utilizar como forma de competir con otras empresas. En muchas ocasiones, hay compañías que se dedican a extender bulos sobre posibles fusiones, cambios de gerencia o, incluso, la posible peligrosidad de productos de la competencia. La intención es mejorar la imagen pública de una entidad en detrimento de las demás.
Cómo evitarlos La mejor forma de evitar el cotilleo en el lugar de trabajo es potenciando el entendimiento y la información entre los miembros del grupo. Es necesaria que la relación sea lo más estrecha y trasparente posible para que dichos comentarios sean rápidamente solucionados. Aunque también hay que tener cuidado con esto ya que puede dar lugar a que surjan comentarios personales, algunos muy desagradable.
En el caso de que la existencia de chismes personales sea la tónica general. Hay que enfrentarse cara a cara con el que los difunde. Incluso si la intención de estos es la de desprestigiar a uno, lo mejor es ponerlo en conocimiento de un superior para que sea él el que establezca las medidas oportunas para solucionarlo. |
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