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viernes, 29 de junio de 2007

Refrescar el amor


Una buena relación de amor implica trabajar cotidiana
e incansablemente por ella. Algunos dirán que el amor
verdadero debe surgir espontáneamente para que tenga
valor, y otros sostienen, con fatalismo, que la pasión
y el romance de los primeros tiempos siempre terminan
por consumirse. Se olvidan quienes sostienen estos
mitos de que, más allá de la obvia dosis de adrenalina
que provoca la novedad, los primeros encuentros
amorosos de las parejas no tienen nada de espontáneo,
al contrario, son objeto de una considerable
planificación. Es así como las personas ponen especial
cuidado en su arreglo personal, en evitar el mal genio
y en estar particularmente ingeniosas y seductoras.
Las citas se planean con anticipación, y se preparan
los más íntimos detalles.

A veces, puede pasar que cuando uno ya ha realizado la
conquista "se duerma en los laureles" (es lo que se
decía de las personas que eran condecoradas por sus
méritos y después del éxito cosechado dejaban de
luchar o trabajar bien).

Además, la frustración y el cansancio que proceden de
otros ámbitos de la vida, los descargamos en quienes
ya sentimos seguros. Es comprensible pero también es
razonable que nos sigamos esforzando en desconectar de
esos problemas y conversar de aquellas cosas que eran
las que nos unían. La vida amorosa no da nada por
sentado y todos los días debemos demostrar con gestos
concretos que seguimos profundamente enamorados,
aunque la adrenalina no acompañe.

La vida en común sólo perdura en el tiempo si es la
aventura de mi vida, y para eso cada miembro de la
pareja debe buscar tiempos y espacios para seducir a
su amor. Siempre viene bien algo de creatividad,
aunque por lo general, bastará con un poquito de
iniciativa: una comida afuera solos, una llamada
inesperada, le sorprendes con un arreglo, un detalle
en la cocina. En fin cada pareja debe encontrar sus
maneras de reencontarse. Lo que no puede olvidar es
que amar es como andar en bicicleta: si uno deja de
pedalear, se cae.



Cell:0444491296710
Aguascalientes,Ags, México
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tel:01-449-9-10-53-00 ext 4746
Particular:01-449-1719439

martes, 26 de junio de 2007

FELICIDAD..

FELICIDAD INSTANTANEA

Las personas que suelen sentirse más desdichadas son aquellas que no
pueden sentirse felices a menos que todo marche, siempre, a su manera.
Las personas que suelen sentirse más felices son aquellas que deciden
disfrutar y sacar el máximo provecho de cualquier cosa que se cruce en
su camino.

Esperar lo mejor para uno mismo es maravilloso, porque son tus
expectativas las que manejan tu realidad. Sin embargo, en el camino por
convertir aquellas expectativas en realidades la vida dará muchos giros
inesperados, vueltas y desilusiones.

Hacer de ti una persona desdichada a raíz de esas decepciones y de una
eventual mala fortuna no logrará nada positivo. Detente y piensa cuánto
más efectivo serías si tan sólo pudieses, simplemente, aceptar esas
decepciones y luego seguir avanzando para superarlas.

Espera lo mejor, y aprovecha el resto al máximo. Es la manera más rápida
de llegar a donde te estás dirigiendo, encontrando a la vez muchísima
alegría en cada precioso instante a lo largo del camino.-



NO ABANDONES...


NO ABANDONES LAS ANSIAS
No abandones las ansias,
de hacer de tu vida, algo extraordinario.
No dejes de creer, en que las palabras
y las poesías, sí, pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta,
somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte
en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque sólo en sueños
puede ser libre el hombre.

Valora la belleza de las cosas simples.
Disfruta del pánico que te provoca,
tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti, está el futuro
y encara la tarea,
con orgullo y sin miedo.

No permitas que la vida,
te pase, sin que la vivas.

(Desconozco el autor)

Afrontando la crisis

RELACIONES - 06/22/2007
María Jesús Ribas


Marta se acerca a los cuarenta años de edad y siente que su relación de pareja no la satisface como antes. En realidad es ella la que ha cambiado: ahora no soporta depender de la autoridad y la aceptación de otra persona.

Pero su compañero no acepta este proceso de maduración y pronto surgen el malestar y los conflictos. El equilibrio se ha roto y todo está cambiando.

Marta está sufriendo una crisis, un profundo cambio en su vida, que no sabe a donde la conducirá, pero que la mantiene sumidad en la zozobra.

El nacimiento de un hijo o una nueva etapas en su desarrollo, la formación de una nueva pareja, la llegada de la jubilación, la muerte de un ser querido... Son sólo algunos ejemplos que pueden provocar un cambio en la escala de valores. Las situaciones que pueden ocasionar una crisis son, pues, innumerables.

Las crisis personales, vitales o existenciales, implican cambios que suponen dejar la seguridad de lo conocido, ya sea negativo o positivo, pero también una ocasión para desarrollar nuevas alternativas de vida. Se viven como algo angustiante, pero son normales y la cuestión es: hay que saber afrontarlas.

Aunque a quien las vive les cuesta entenderlo, no son catástrofes sino procesos mediante los cuales se va entretejiendo la vida humana.

Según el doctor Emmet Miller, experto en tensión vital de Estados Unidos, "en chino la palabra crisis se representa con dos caracteres que, por separado, significan peligro y oportunidad. Cada problema que encontramos en la vida puede contemplarse como una ocasión para demostrar que podemos hacerle frente".

"Cambiar el modo de ver las cosas puede transformar una vida de tensión e incomodidad en otra de retos y emociones", sugiere.

Según la psiquiatra española, Carmen Sáez Buenaventura, las crisis suelen ser características en etapas de desarrollo personal, en las que se producen -consciente o inconscientemente- cambios físicos, psicológicos, emocionales e intelectuales, o en el medio convivencia y en las relaciones.

Una de las primeras crisis sobreviene en la adolescencia, cuando impulsados por un torrente hormonal los niños y niñas se transforman en hombres y mujeres y durante un tiempo todavía no son ni lo uno ni lo otro.

El cambio es relativamente brusco, mientras que sus experiencias son pocas y limitadas y su personalidad no está aún configurada. Las dificultades para adaptarse al nuevo estatus que les impone su edad pueden causarles una crisis de identidad. Muchos jóvenes se niegan a crecer y a asumir responsabilidades.

Hacia los 35-40 años puede aparecer una crisis de inseguridad, de balance entre las expectativas del pasado y la realidad presente. Nos volvemos vulnerables y sufrimos por alcanzar una identidad consolidada; nuestras facultades físicas e intelectuales comienzan a disminuir; se producen infidelidades.

Se cree que las personas de mediana edad tienen pocos problemas, pero de ellas dependen padres ancianos, suegros e hijos que están creciendo y ellos pueden tener dificultades con su pareja. Su cuerpo no es el mismo, suelen aparecer los primeros achaques.

Otra etapa crítica surge en la vejez cuando la persona piensa en el tiempo que le queda. En una sociedad en la que los valores como energía, dinamismo, afán de éxito y superación están conectados a la idea de juventud, es fácil que los mayores se sientan marginados.

Para la terapeuta familiar Daya H. Rolsma la vida es una continua sucesión de momentos de estabilidad, seguidos de otros de crisis, en los que es necesario buscar alternativas que nos permitan vivir otro período diferente de equilibrio.

Según la experta hay que distinguir entre lo que se puede y debe controlar y lo que no, ya que si no hay salidas hay que adaptarse a la situación, y no se puede esperar que la solución venga de los demás: "uno mismo debe dar el paso inicial y cambiar aquello de su vida o relaciones que no funcione o no le guste".

Hay que concentrarse en buscar salidas y si no se ve la luz hay que dejar pasar un tiempo para recuperar fuerzas y después continuar buscando. La terapeuta propone continuar con todo aquello que funciona, dejando de lado lo que no conduce a resultados deseados y probando algo cualitativamente diferente de lo que se venía haciendo.

La doctora Ann Kaiser Stearns, señala en su libro "Como superar las crisis personales" que aunque es una situación desagradable mientras estamos dolidos, en toda crisis "nos transformamos; muchos de los cambios serán experiencias positivas que nos insuflarán un ánimo vital, y algunas de estas transformaciones enriquecerán nuestra vida, con un valioso aprendizaje y desarrollo personal".

Buenos consejos

Cuando la pareja entra en crisis, hay que identificar el problema y poner posibles soluciones. A continuación algunos ejemplos:

Evitar los reproches y ofensas, incluso en discusiones fuertes en las cuales se puede herir aún más por el propio acaloramiento.

La reconciliación debe llegar pronto, así que no hay que tener miedo a las discusiones siempre que no ocurran con demasiada frecuencia.

Saber decir las cosas, saber callar y rectificar cuando se está equivocado.

No se deje absorber por el trabajo; interesarse por el quehacer diario de la pareja.

¡Fuera el aburrimiento! Tiene que haber proyectos, y sentido del humor.

Fuente: Tnrelaciones.com.

Tomado de www.eldiariony.com

Mi papá parece un ogro de mis cuentos


Mónica Toro - Redactora ABC del bebé

El papel de padre ha ido cambiando y los hombres se mueven entre el modelo tradicional que les tocó y el que les exige la sociedad actual.

De que los hay los hay. Y no solo en los cuentos de hadas, también existen en la realidad. Hablamos de los padres ogro, esos que son de mal carácter, antipáticos, bárbaros y desagradables. Existen en todos los estratos sociales, en todas las razas y de distintas maneras. ABC del bebé clasificó los más representativos de los hogares colombianos.

El padre ogro es aquel que utiliza métodos violentos (físicos, verbales o sicológicos) para expresarse. Actúa de esta manera con el fin de imponer su punto de vista sobre determinado tema. Además de no establecer comunicación con otras personas, no escucha ni presta atención a las ideas de sus allegados; por ende, siempre cree que él es el único que tiene la razón.

Generalmente da órdenes que espera sean obedecidas de inmediato, generando frecuentes discusiones cuando un miembro de la familia se resiste a ellas.

Las consecuencias son evidentes: en el entorno familiar el papá tiene un liderazgo inadecuado, es decir, intimida con su forma de actuar.

Los hombres ogro, en el fondo, son personas inseguras que se escudan, erróneamente, en la agresividad para disminuir su vulnerabilidad.

Según el siquiatra Gabriel Jaime Montoya, todas estas actuaciones llevan al deterioro de las relaciones personales del padre con su pareja y sus hijos. "El ejercicio de la autoridad en un hombre con estas características puede ser abusivo y agresivo. Las opciones de poder concertar o llegar a un acuerdo están reducidas y los hijos pueden sentir que es inútil hablar, por ejemplo, para pedir un permiso, ya que no se sienten atendidos", explica el especialista.

Es muy probable que un papá actúe de esta manera porque aprendió ese esquema en su propia casa.

AMBIENTE TENSO
Sin duda, el problema más frecuente en los hogares cuando existe un papá así es el aumento en la frecuencia e intensidad de los conflictos, perturbando el entorno del hogar, además de hacer que el ambiente de la casa sea amenazante y no amigable.

El terapeuta familiar Eduardo Villar explica que cuando las actuaciones del padre ogro tocan la estabilidad familiar, el primero en cambiar debe ser él, porque es quien se está equivocando.

"Curiosamente las mujeres casi siempre se echan la culpa de los problemas de su pareja, pero ellas no son las responsables de cambiar la situación. Eso sí, no les debe dar temor a reclamar sus derechos y a exigir respeto".

Si el caso es que el papá tiene esta actitud con sus hijos, la madre debe protegerlos y hablar en privado con la pareja sobre su actitud.

Si ninguna de estas técnicas le funciona, es necesario que el hombre recurra a un especialista, aunque debe saber que este no hace magia. Antes de visitar al médico debe haber hecho un trabajo de reflexión y de aceptación. El siguiente paso será cambiar de método de comunicación y pasar de ogro a Gepeto, el dulce y tierno papá de Pinocho.

Para saber si usted es un 'papá ogro', consulte el test en www.abcdelbebe.com/?q=node/85748

Yo cumplo con mantenerlos, que la mamá los críe

Chequera. Son los proveedores materiales: aquellos que llenan a sus esposas e hijos de regalos, en ausencia del amor que no les pueden brindar. Para este tipo de 'papás ogro' lo más importante es su trabajo y todo aquello que gire en torno a él. Esa es su labor: producir para sostener la familia.

Prefieren llevar para el mercado, la ropa y los juguetes que salir a pasear con sus hijos, invitar a su esposa a cine o, simplemente, brindar abrazos, besos y sonrisas. Esta clase de personas podría generar la terminación del matrimonio: la pareja se aleja porque no se siente querida ni protegida. Entre otras, el hijo terminará por pensar que su padre solamente es un 'banco' y que no tiene ningún vínculo amoroso con él.

Aquí estoy, atiéndanme

Perezoso. Este tipo de ogro es el que se queda todo el día en la cama esperando a que su esposa le lleve el desayuno a la habitación. No ayuda en las labores de la casa, ni en la cocina y mucho menos colabora con la crianza de sus hijos. Es aquel que le sale la famosa frase del presidente Ernesto Samper: "aquí estoy y aquí me quedo".

En ocasiones, suele decirle a su hijo que le lleve hasta el cuarto el periódico, la gaseosa y el portátil, para trabajar desde la cama. También es de los que les da plata a sus hijos, para que se vayan de paseo con su mamá, mientras él se queda en su casa viendo la final del partido de fútbol. Este tipo de ogro genera malestar e incomodidad en el hogar, tanta, que el resto de integrantes de la familia terminan por no tenerlo en cuenta en los planes familiares que se avecinan.

Alegar parece su oficio

Peleador. Pocas veces brinda palabras de amor y todo el tiempo se dedica a alegar, a ver las cosas negativas de la vida, a criticar las actuaciones. Es de los que nunca felicitan a sus hijos o a su pareja por las metas cumplidas.

Hace visibles las pequeñas equivocación de su esposa o de sus hijos. Actúa a la defensiva y siempre cree que tiene la razón.

Es 'cantaletudo' y prefiere gritar y, hasta agredir, antes de dialogar cuando las personas cometen errores. Ojo, esto crea un ambiente negativo en su hogar, tanto, que se acabará la confianza, sus hijos no querrán comunicarle sus problemas, sentimientos ni emociones y, en últimas, tendrán temor para pedir consejos. Aunque usted no lo crea, será 'la oveja negra de la casa'.

Me mato trabajando... para mí

Egocéntrico. Es el llamado "yo con yo". No piensa en el amor ni en el bienestar que también desean recibir sus hijos y su esposa. Es aquel que prefiere comprarse un Ipod o la última colección de su marca de ropa favorita que integrarse con su familia o darles gusto a los demás.

Es aquel que se desvive por ver su programa favorito que leer juntos una novela o un cuento para niños.

Este tipo de ogro genera inestabilidad en la pareja, porque la mujer va a entrar a dudar sobre el amor que le tiene su esposo. Los hijos, por otra parte, sienten que no hay afecto y que son desplazados por la tecnología. Además, se crea un amplio distanciamiento en la enseñanza de los grandes valores que requiere la vida.

Cuidado con los tragos de más

Borracho. Es normal que el papá algún día se tome sus buenos 'traguitos'. Pero es repugnante que todos los días prefiera irse a beber con sus amigos que abrazar y consentir a su familia. Aunque todos reaccionan de manera distinta con el licor, los más indeseables son los que llegan a gritar, a mandar y a ultrajar a su pareja y a sus hijos. Este tipo de ogro alcohólico genera tensión y agotamiento en la relación de pareja. Y en los hijos, es un mal ejemplo, porque no crea lazos afectivos. Además, un niño podría repetir la misma historia y hacer realidad aquello de "hijo de tigre sale pintado".

Tomado de www.portafolio.com.co

Estrategias para sobrellevar la crisis de la mediana edad

Un camino para escapar a la depresión y a la negación

Psicólogos debaten cómo hacer para que sea una etapa de crecimiento personal

¿El destino inevitable de la vida es una vejez ligada a la decadencia, o cada uno puede construir creativamente su destino? Esa pregunta recorrerá el encuentro de otoño que la Fundación Travesía para la Transición y Crisis de la Mediana Edad, con el auspicio de la Universidad Maimónides, realiza hoy, con la presencia de terapeutas locales y extranjeros.

La propuesta consiste en delinear el mapa emocional de quienes empiezan a sentir el peso del tiempo sobre el cuerpo y ya no ven el infinito en su horizonte. Son los protagonistas de esa edad intermedia, de fronteras amplias, que nace alrededor de los 40 años y se extiende hasta cerca de los 65. Pero los responsables de la jornada reniegan de esta forma cronológica de definirla, ya que no refleja los tumultuosos procesos psicológicos que la acompañan y que no están estrictamente atados a la edad.

Aunque cierta mitología popular sostiene que la vejez es un sentimiento, la psicología es menos ingenua y postula que el envejecimiento es un proceso evolutivo plagado de desafíos. Uno de ellos es central, y su elaboración marcará el resto de la vida: el tiempo acecha y la inmortalidad es apenas una ilusión, nada menos.

"La paradoja de la mediana edad es que justo cuando una persona está atravesando su momento de mayor productividad, empieza a tomar clara conciencia de las señales de su propio envejecimiento, lo que pone en juego lo que yo llamo el trauma por la propia muerte futura, y Sigmund Freud conceptualizó como el duro asedio de la realidad a la ilusoria inmortalidad del yo", afirma el licenciado Guillermo Julio Montero, presidente de la entidad organizadora del encuentro.

Pero en lugar de amedrentar, esta emergencia de la condición humana puede convertirse en una oportunidad para cambiar, crecer y eventualmente torcer un rumbo que no satisface. En realidad, provoca el efecto de un despertador, y una vez que suena la alarma, nadie puede hacerse el distraído.

Según el licenciado Montero, una vez que la existencia anuncia su carácter de incierta, el camino se divide en tres respuestas posibles:

1. Deprimirse, replegarse y entregarse, tal como hacen quienes sostienen una imagen persecutoria de la vejez y temen a un presunto derrumbe futuro, miedo que funciona como una profecía que finalmente los termina derrumbando.

2. Intentar aferrarse desesperadamente a aquello que se siente que se está perdiendo, sometiéndose a rutinas estéticas desenfrenadas, buscando parejas desparejas, disfrazando las señales de envejecimiento y compitiendo, en una lucha desigual que en muchos casos no deja de ser patética, con las generaciones subsiguientes.

3. Aceptar los límites, especialmente el que instala la inevitable levedad del ser. Pero a partir de allí crecer, producir y aprovechar al máximo el enorme potencial que ofrece la vida.

Anticiparse a los cambios

La doctora en psicología Graciela Zarebski, directora de la carrera de especialización en psicogerontología de la Universidad Maimónides y autora de varios libros, entre ellos Hacia un buen envejecer (Emecé), opina: "La vida de cada persona es o debería ser un proceso activo, un movimiento que fluye en constante cambio, impulsado por uno mismo". Su propuesta es anticiparse a los cambios y planificar la propia trayectoria existencial, algo así como planificar el futuro para no dejarse sorprender por una mueca envejecida que inculpa desde el espejo.

Y destaca el desafío del escritor argentino Santiago Kovadloff, que propone un viaje esclarecedor y valiente hacia las oscuridades de la condición humana: "[ ] en la vejez ajena se detestan las acechanzas de la propia. Ella es el espejo imperdonable donde el sueño narcisista de la eternidad personal se desvanece. Por eso suele ponerse más empeño en rehuir esa evidencia descorazonadora que en replantearla comprendiendo su sentido esencial".

Y es ese viaje hacia sí mismo el que permite, en palabras de la licenciada Zarebski, "elaborar anticipadamente las marcas biológicas y sociales del envejecer: las transformaciones en la propia imagen; el alejamiento de los hijos; los microduelos por pérdidas diversas, entre otras cosas. Quienes lo hacen, no viven los ciclos de la mediana edad y la vejez como procesos críticos; por el contrario, aceptan los desafíos de cambio y renuevan el sentido de sus vidas".

¿Cómo hacerlo? Desde el particular pragmatismo que identifica a los estadounidenses, el doctor Calvin Colarusso, integrante de la Sociedad Psicoanalítica de San Diego, Estados Unidos, autor de numerosos trabajos sobre el psicodesarrollo del adulto, ofrece una fórmula para construir el futuro con éxito:

  • Cuidar el cuerpo


  • Mantenerse activo


  • Sostener y alimentar los vínculos sociales


  • Cuidar la relación de pareja, que es muy difícil de mantener en esta etapa vital


  • Explorar nuevos intereses, diversiones y emprender nuevas actividades


  • Abrirse al mundo


  • Aceptar nuevos desafíos


"Debemos aceptar la naturaleza transitoria de la vida, sin olvidar que el propio desarrollo no se termina nunca", concluye, antes de internarse en el encuentro de otoño que inaugura este invierno porteño.

Por Tesy De Biase
Para LA NACION


Tomado de www.lanacion.com.ar

lunes, 25 de junio de 2007

Recobre a su ex pareja, o recupérese de ella

Para unos, la separación de una pareja implica un fracaso. Para otros, es sólo una vicisitud porque el amor no es incondicional ni se mantiene inalterable en el tiempo.

El principal error que comete el hombre enamorado, si damos crédito a los consejos del escritor Fabio Fusaro, es no alejarse de una mujer que quiere finalizar la relación. "Intentamos mantener el contacto y eso es contraproducente", reflexiona el autor de "Mi ex novia".
Al contrario, el novelista considera que el primer paso debe ser la desaparición. "Si ella nos dejó, tiene que experimentar las consecuencias de no tenernos. Esa es la única manera que sienta la necesidad de volver", opina el escritor porteño, quien colgó una página en internet para brindar sugerencias a los hombres abandonados.
Fusaro sostiene que el método sirve para recuperar a la ex pareja y, a la vez, para olvidarla. "Hay que tener en cuenta que a veces las mujeres no quieren volver. En esos casos funciona a nuestro favor la ausencia, porque ese mismo camino nos llevará a superar la ruptura".
Por supuesto, no a todos los caballeros le resulta fácil dar vuelta la página. En primer lugar, porque sienten que nunca van a encontrar otra como ella. Es más, no les interesa hallarla. En segundo, porque no saben cómo hacer para seguir viviendo. "Posiblemente estén cometiendo el error de poner el eje de su vida en otro, cuando en realidad pasa por uno mismo", apunta Fusaro.
"Y lo peor de todo es que mientras la ex pareja sepa que sigue teniendo a un hombre enamorado y destrozado, no sentirá que le está faltando", sentencia.

Problemas crónicos, abstenerse
Al margen, pues, de los métodos para seguir adelante después de la ruptura, vale saber que una relación atraviesa su etapa de estertor cuando los conflictos se tornan crónicos y los amantes no aprenden de sus errores. Arturo Gómez López, psicólogo experto en parejas, encuentra ahí las causas del derrumbe.
"Sin duda, para que se forme una pareja tienen que darse algunas condiciones iniciales que lo permitan, como la atracción física, la afinidad ideológica y los intereses en común. Al comienzo están presentes y, por lo general, ocasionan una idealización del otro", relata el psicoterapeuta.

- ¿Cuáles son los indicadores de que se aproxima una ruptura?
- Debido a que esa idealización es una ilusión, lógicamente está destinada a desvanecerse. Entonces comienza la etapa de desarrollo del vínculo y, también, empiezan a aparecer los conflictos. En esa instancia es imprescindible fomentar la comunicación en la pareja y generar un espacio de negociación.

- ¿Qué sugiere para proteger una relación?
- Los amantes en conflicto tienen que aprender a desarrollar la empatía; es decir, ponerse en el lugar del otro (destreza emocional poco frecuente en estos tiempos). Porque si las crisis no son resueltas, surge el riesgo de una ruptura. El conflicto se hace crónico y el vínculo se pone tenso.

- ¿Cuándo conviene recuperar a la ex novia?
- A veces la pareja puede rescatarse a través de negociaciones exitosas. Hay que procurar no acumular frustraciones. La clave es aprender de los errores y reestructurar a tiempo, antes de que las fuerzas del rechazo sean más fuertes que las de la atracción.

- ¿Cómo aceptar que la historia terminó?
- Cuando la pérdida duele, sobrevienen varios intentos por volver. Pero suelen ser más de lo mismo, porque ya no queda empatía ni creatividad. En ese estado, cada uno piensa en rescatarse a sí mismo y es ahí cuando se acabó el amor. Todas las parejas atraviesan un ciclo comparable a las etapas de los seres vivos: nacimiento, crecimiento y desarrollo. En esos momentos, cada uno de los enamorados debe aprender a darse a conocer, para luego poder ser entendido y contenido por el otro. Hay que saber expresar las necesidades y las expectativas insatisfechas.

Seducidos y abandonados
Impresionado por los cambios de la sociedad contemporánea, que modificaron sustancialmente los conflictos de pareja, el psicólogo Manuel Andújar cuenta que tres décadas atrás recibía en su consultorio sólo chicas afligidas porque sus novios las habían "usado" y luego abandonado.
"Ahora, muchos varones lloriquean porque la chica es la que los 'usó' y después dejó de interesarse en ellos", cuenta Andújar, quien opina que el amor siempre ha sido la principal problemática del ser humano.
"La pareja actual ya no es la misma de hace 15 o 20 años. Cuando la mujer se fue independizando y dejó de lado los tabúes, el hombre perdió la preponderancia y el liderazgo", concluye.

Tomado de www.lagaceta.com.ar

Nos olvidamos de luchar por amor

"Nunca hay que rogar, porque nadie nos va a querer sólo porque se lo pidamos. No es lo mismo pelear por recuperar una pareja, que suplicar", dicen los terapeutas.

La rabia seguía intacta. Cuanto más pensaba en él, más rabia le daba. Y cuanta más rabia le daba, más pensaba en él. Hasta que fue algo insoportable que le desbordó la razón. Entonces le escribió un mamotreto de papel tan cargado de injurias que se alivió para toda la vida.
La actitud de Fermina Daza, la amante contrariada de Gabriel García Márquez en "El amor en los tiempos del cólera", reverbera lo que también ocurre en el mundo real, lejos de la tinta y del papel. No hay poder capaz de disuadir a quienes pelean, sufren, viven y mueren por amor. No en vano, Platón solía decir que todo amante se transforma en un esclavo del amado.
Si de mujeres se trata, el escritor Fabio Fusaro -autor de numerosos libros sobre la temática, entre ellos "Mi novia, manual de instrucciones"-, revela que por lo general el 80 % de los noviazgos prolongados son cortados por las damas.
Pero advierte que, cuando un hombre deja a una novia de mucho tiempo, es porque realmente siente que todo terminó. En esos casos, el autor recomienda a las mujeres abandonadas seguir adelante.
"Nunca hay que rogar, porque nadie nos va a querer sólo porque se lo pidamos. No es lo mismo luchar por un amor que suplicar", advierte.
La licenciada en psicología Beatriz Fonts de Martínez -especializada en terapia gestáltica-dice que, a la hora de decidir regresar con un ex, se debe evaluar cómo se produjo la ruptura. "Si el quiebre fue violento o hubo traición de por medio, quizás no convenga seguir adelante", aconseja.
Según la terapeuta, en muchos casos el alejamiento es tan profundo que no hay necesidad de intentarlo nuevamente. "En otros, la separación motiva la reflexión y los cambios", hace la salvedad.
Desde la perspectiva de Fonts de Martínez, aprender a reconstruir una pareja es una valiosa experiencia en decadencia. "En cuestiones del corazón no se puede generalizar, porque cada relación es una huella digital. Sin embargo, es importante darle tiempo de maduración a un conflicto y apostar por la reedificación", sostiene.
Con ella coincide la psicóloga Claudia Alonso, terapista de parejas, que considera que la ruptura resulta a veces el único camino desde el que se puede construir. "Pienso que el matrimonio es la sociedad más difícil de llevar adelante, porque su estructura está en permanente cambio. De hecho, la idea de la frase 'unidos para siempre' es fuertemente cuestionada en los últimos tiempos", responde la terapeuta.

- ¿La separación es un fracaso?
- Actualmente se piensa en la separación como una vicisitud del ciclo de una pareja, y no como un fracaso de una meta. El amor no es incondicional ni se mantiene inalterable en el tiempo.

- ¿Qué ocurre con el imaginario social ?
- La gente ahora sabe que para conocerse es necesario comunicarse, que si no está segura es preferible no casarse, que no importa la duración de la relación sino el estar bien y que es esencial que cada uno de los miembros de la pareja tenga y conserve su propia individualidad.

- ¿Cómo superar la pelea?
- Los sentimientos cambian... como todo en la vida. Por ello, es necesario asumir la ruptura y transitarla, en vez de negarla y sostener una relación como si nada sucediera, acostumbrándonos a vivir de modo disfuncional.

- ¿Qué indica la proximidad de la separación?
- La imposibilidad de comunicarse o de escuchar al otro, el apego a los roles estereotipados, el hecho de no implicarse en los conflictos y la tendencia a sentirse víctima o a buscar un culpable son indicadores de la crisis. Respetar los espacios individuales, reconocer las responsabilidades mutuas en los conflictos, escuchar al otro, expresarse y compartir proyectos son algunas de las estrategias para funcionar mejor con el ser amado.

Hay que pasar por el dolor de la ruptura

Muchas veces, quien está por sufrir una ruptura amorosa percibe signos de lo que va a ocurrir, pero se niega a reconocerlos. Se trata de un mecanismo de negación, explica la psicóloga Marta Eugenia Díaz. Ella misma, en su vida personal, pasó por la traumática experiencia de la separación. La terapeuta cuenta que, con frecuencia, la falta de comunicación es la causa del deterioro de una pareja. Es común que una familia -a la hora del almuerzo- prefiera tener el televisor encendido en lugar de ejercitar el diálogo. A veces, eludir el diálogo es un síntoma de que algo está pasando. En otras ocasiones, quien habla no es escuchado por el otro. Es como si no "sintonizaran" en la misma onda. En esa relación existe una evidente fragilidad.

- ¿Cómo se supera el dolor de la pérdida?
- La salida que se elige depende de la persona. Algunos pueden apelar a sus amigos, a la religión o a la terapia psicológica. Este último camino puede llegar a ser el más difícil y largo, porque el sujeto debe estar dispuesto a examinar sus propias fallas. Uno tiende a adjudicar culpas a los demás, a poner todo lo negativo afuera, y en realidad está todo dentro suyo. Por lo general, uno de los dos integrantes de la pareja queda más "pegado" a la situación de pérdida.

- ¿El que decide separarse también sufre?
- Sí, porque pierde mucho. Cambiarse de casa es una situación bastante traumática. La casa, aunque sea humilde, es un hogar. El sitio donde uno tiene su espacio y siente pertenencia a él. No hay que pensar que porque uno se fue al día siguiente ya va a estar disfrutando una nueva vida. A la persona le tiene que doler. A uno más que al otro, pero ambos deben pasar por ese dolor para poder establecer un buen duelo. Al romperse la pareja también se rompe el círculo de amigos. Esa es otra pérdida. Un mal duelo supone una actitud de libertinaje. Dedicarse a disfrutar la libertad mediante el desenfreno y la búsqueda enloquecida del disfrute. Se lo ve mucho en gente que recién está cortando una relación. Ese camino no permite una buena resolución. Hay que pasar por el dolor.

- ¿Cómo vivió usted su duelo?
- Después de mi separación, participé en reuniones de un grupo de gente sola. Hacíamos intercambio de lecturas, íbamos al teatro juntos y festejábamos los cumpleaños. Muchos hicimos terapia y hoy tenemos una pareja. Hemos buscado esa alternativa para conocer a otros y a algunos les dio resultado. Hay distintas maneras de realizarse en la vida. Una opción muy positiva es todo lo que tiene que ver con el arte y la creatividad.

- ¿Piensa en lo que hizo mal?
- A la distancia uno ve los errores que cometió. No siento culpa, pero evito hacer muchas cosas que hacía con mi marido y que le hacían mal a nuestra relación. Por ejemplo, ahora, si tengo que tomar la iniciativa y proponer cosas, lo hago. Antes me reprimía y esperaba que propusiera él, porque pensaba que la iniciativa era propia del rol masculino.


Tomado de www.lagaceta.com.ar

Incidencia de tu relación familiar en tu relación de pareja

7:25 PM -

Mientras no sanemos nuestra relación con nuestros padres y hermanos, seremos propensos a reactivar en nuestras relaciones, al menos, algunos de los problemas de "nuestra familia de origen".

Los teóricos y terapeutas matrimoniales sabemos muy bien, que los adultos tienden a repetir en sus relaciones íntimas los temas de la primera infancia o de las generaciones anteriores. Por ejemplo, es posible que una mujer cuyo padre la maltrataba físicamente, se case con un hombre que la maltrate, o que un hombre cuya madre era muy dominante, se case con una mujer mandona.

Los adultos que fueron maltratados en su infancia, son más propensos a maltratar a sus hijos que aquellos que no lo fueron. Es importante que comprendamos la dinámica familiar y reconozcamos con compasión nuestras heridas, para así tener la seguridad de que no vamos a reactivar esas actitudes en nuestra vida adulta. Es probable que no podamos tener relaciones sanas con los demás, mientras no sanemos nuestros conflictos familiares no resueltos.

Si estamos resentidos o enfadados, o queda todavía algún conflicto pendiente con nuestra familia de origen, es necesario dar prioridad a la curación de esas relaciones. Cuando el trabajo de perdonar a los padres y hermanos se ha completado o es un tema en el que se está trabajando, eso influirá positivamente en la relación con la pareja y con todas las demás personas.

En toda relación de pareja hay dos niños interiores además de dos adultos y, es tarea de cada miembro de la pareja, amar al niño asustado del otro, para que así ambos puedan sanar y crecer. Muchas veces, son las necesidades del niño interior las que se exigen satisfacer en una relación : "Ocúpate de mí!, haz lo que necesito cuando te lo pido, se la mamá o el papá que nunca tuve!".

Además de preocuparse del niño interior del otro, cada uno habrá de responsabilizarse de sanar al suyo. Si se desea que la relación prospere y crezca, esta responsabilidad y esta autocuración son necesarias.

Cada persona lleva a la relación, el amor y los obstáculos al amor que ha aprendido. Las formas de amar se aprenden y se eligen. Algunas personas se han sentido tan alejadas del amor, tan heridas por eso que se llama "amor maternal o paternal", que cuando son adultas han de aprender a sentirse dignas de verdadero amor y aprender a ofrecerlo a los demás.



Tomado de www.elnuevodiario.com.do

Las teorías de aprendizaje* ¿para qué?


Aprender es la condición más importante para la vida humana y representa también uno de los más complejos fenómenos de nuestra existencia.

Este proceso dialéctico de cambio, a través del cual cada persona se apropia de la cultura socialmente construida tiene una naturaleza multiforme, que se expresa en la diversidad de sus contenidos, procesos y condiciones.

El propio carácter plural y multifacético del aprendizaje explica la diversidad de teorías, concepciones y enfoques que se proponen para su comprensión.

La riqueza de perspectivas a veces antagónicas y otras complementarias en el abordaje del aprendizaje, así como la ausencia de una teoría unificadora, guardan estrecha relación con el infinito abanico de posiciones que se sustentan acerca del ser humano, de la realidad del proceso de construcción del conocimiento del mundo.

Están en juego los factores de la subjetividad individual y social, manifestada en las opciones filosóficas, gnoseológicas, ideológicas y metodológicas que defiende cada científico.

Al mismo tiempo, no puede obviarse el hecho incuestionable de que existen múltiples tipos de aprendizajes, y que las distintas teorías tienden por lo general a abordar facetas muy específicas o parciales de éstos. En no pocos casos las aproximaciones resultan unilaterales cuando pretenden generalizar los correspondientes modelos a todas las posibles situaciones de aprendizaje.

Necesidad

Las cuestiones referidas al proceso de aprendizaje han sido un problema latente en la historia de la sicología y de la pedagogía. Para los precursores de ambas ciencias siempre fue una preocupación tratar de revelar los mecanismos y regularidades mediante los cuales el hombre aprende, interés que tiene plena vigencia en el presente y que acumula una considerable cantidad de investigaciones y teorías.

Para quienes trabajan con personas, en especial dada la labor profesional pedagógica, fundamentada en la creación y presentación de situaciones de interacción en la búsqueda de modificaciones cognoscitivas, afectivas y conductuales relativamente permanentes, el estudio del proceso de aprendizaje y en particular las teorías que lo fundamentan científicamente, tiene especial relevancia.

La comprensión clara de este proceso de interacción es de vital importancia, puesto que constituye el primer eslabón de una cadena de acontecimientos que conducen hacia cómo se puede orientar las modificaciones que resultan deseables y significativas para la formación humana y profesional de los estudiantes.

Todo docente debe hacer un análisis de las teorías de aprendizaje, con un carácter reflexivo con el fin de extraer los elementos más valiosos.

La propia complejidad y multicausalidad del proceso de aprendizaje no permiten que una sola posición pueda agotar el análisis. Se revela una tendencia contemporánea hacia la búsqueda de enfoques con afanes integradores que intentan precedentes y que constituyen resultados científicos indiscutibles de las ciencias pedagógicas.

Los contenidos de aprendizaje no se condicionan desde fuera, se construyen desde dentro, de acuerdo con la motivación del sujeto, sus intenciones y sus estructuras conceptuales previas.

De modo que de cara a la diversidad de perspectivas, surge el imperativo de encontrar criterios para la sistematización y categorización de las distintas propuestas teóricas en consonancia con los marcos de partida adoptados.

Tomado de www.nuevodiarioweb.com.ar

Principalmente las mujeres sufren depresión

Nahum Serrano/Yáncuic
25 JUNIO 2007

Cada ser humano tiene una posibilidad del 20 por ciento a lo largo de su vida de padecer depresión, enfermedad que se estima para el 2020 sea la principal causa de incapacidad en México; sin embargo, la gente rechaza acudir con un especialista debido a los prejuicios existentes, informó la Secretaría de Salud (SSA).
Por ello, las personas que se acercan al Departamento de Salud Mental de la Dependencia, rehúsan asistir al Hospital Psiquiátrico para consultarse con especialistas, lo cual es una situación complicada ya que se requiere educación al respecto.
De acuerdo con información proporcionada por la SSA, un 90 por ciento de los casos de depresión son curables si se recibe un tratamiento adecuado; no obstante, el porcentaje restante corresponde a casos muy específicos que tienen ciertas características.
La depresión se presenta en mayor porcentaje en las mujeres; esto obedece a la cultura que prevalece en el país y en el estado, pues la mujer sufre mayores presiones sociales y es más sensible a ciertos acontecimientos externos de la vida.
Si la depresión no se atiende a tiempo puede acrecentarse para ser considerada como moderada y posteriormente severa, periodo en el que surgen las ideas suicidas.
Y aunque Durango es uno de los estados que tiene un mayor número de psiquiatras, la afluencia de consultas es muy poca, debido al miedo que existe de ser catalogados como "locos".
La depresión, además, significa una inversión considerable para quien la padece, pues los antidepresivos al igual que otros fármacos de especialidades tienen un precio elevado

jueves, 21 de junio de 2007

Como evitar el fracaso amoroso


Plus!: Cuando "pololeamos" no existen grandes problemas, expresamos el amor, coqueteamos, piropeamos y respetamos al otro. ¿Qué cambia entonces al convivir? ¿Cómo podemos vivir en un romance constate y no agotar la relación? Javiera de la Plaza nos entrega las actitudes claves para evitar una caída libre hacia la separación.




¿Qué es la asertividad?

Es una queja constante en las parejas, hombres y mujeres, alegan que luego de irse a vivir juntos, casarse o tener un hijo, la relación cambia abruptamente. Ya no hay cariños, piropos, atenciones y mucho menos espacios de intimidad. ¿Acaso debemos evitar el compromiso y vivir en un noviazgo eterno? Pese a que parece una solución coherente, el tema del "compromiso" no es el problema, sino el ritmo monótono que adquieren las relaciones con el paso de los años y las conductas poco asertivas que tenemos con nuestra pareja.

La sicóloga Javiera de la Plaza acaba de lanzar el libro "La inteligencia asertiva", en el cual aborda el tema de la comunicación en la pareja. Nos habla de que para que una relación funcione y no vaya directamente al fracaso, se deben implementar ciertas estrategias para evitar el agotamiento y mantener ese encanto tan agradable del pololeo.

"Es lógico que la convivencia diaria trae conflictos, porque se cruzan los problemas individuales en un mismo espacio, donde probablemente la descarga de uno será sobre el otro. Ante esto, hay que tomar medidas inteligentes si se quiere seguir en la relación", comenta la profesional.

Medidas inteligentes que van de la mano de la asertividad y que en términos simples tiene que ver con una forma de comunicar lo que uno piensa o quiere, ya sea positiva o negativamente, sin herir al otro.

Cómo desarrollar la asertividad

Para que una relación funcione es primordial que existan ciertos tipos de conductas que favorezcan la comunicación y no aumenten o aviven el fuego de la rabia y la intolerancia. Para lograrlo, es necesario aplicar la asertividad a nuestra vida. El decir al otro lo que nos molesta, pero en el momento y forma correcta. "No es lo mismo decírselo cuando viene llegando del trabajo agotado y estresado, que en un fin de semana, en un parque, mucho más relajado", puntualiza Javiera de la Plaza.

Para lograr una buena comunicación y evitar que el agotamiento y rutina lleve a la separación, la experta nos entrega algunas estrategias basadas en la asertividad.

No acumular tensiones y molestias por más tiempo del que se debe.

Cuando se vaya a conversar de un problema, hacerlo en el momento indicado, no en el día que la pareja tenga más estrés.

Para tratar conflictos es mejor buscar un lugar fuera de la casa, que sea mas neutral y produzca relajo.

Para hombres y mujeres es importante no dejarse estar ni descuidarse con el paso de los años.

No relajarse en los términos en que nos dirigimos a la otra persona. Si antes era "mi amor pásame eso por favor", ahora no le "ladremos" y pidamos algo sin siquiera dar las gracias.

Respetar a la otra persona y no garabatear o gritar sin motivo.

Decirle cuando lo ves lindo, guapo o cuando sientes que ha logrado algo. Es importante reforzar lo bueno y no siempre lo malo.

Disfrutar del sentido del humor.

Poder hacer cosas de a dos. Dar ese espacio para los gustos compartidos y que muchas veces por la llegada de los hijos o exceso de trabajo se olvida.

No descalificar o rotular en público. Las pesadeses van mermando la relación y produciendo rabia o sentimientos de injusticia.

No dejar de lado la expresión afectiva. Siempre es bueno decir "te quiero", "me haces falta", etc.

Mantener la autonomía. Cuando uno se casa no se debe hacer todo con la otra persona o revisarle celulares y controlarle la vida.
Según Javiera de la Plaza, es importante que en una relación se plantee el tema de la comunicación estratégicamente ya que mucha veces, por acumular enojos y malos entendidos, se forma una especie de olla a presión que explota en separación. "Afortunadamente las parejas están optando por las terapias de pareja y los hombres ya no lo toman como una obligación", concluye la experta.

Ira, síntoma de la frustración del adolescente

Son muchachos fáciles de identificar, pues destacan por su capacidad de liderazgo, son carismáticos y renuentes a la autoridad.

México, DF.- La ira en los adolescentes es un síntoma de frustración, cuyo origen es el mismo núcleo familiar, explicó la doctora Adriana González Padilla, del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.

Agregó que un joven agresivo probablemente tiene padres violentos, que aprende a vivir y saca su ira en el entorno escolar.

Son muchachos fáciles de identificar, pues destacan por su capacidad de liderazgo, son carismáticos y renuentes a la autoridad.

Sin embargo, dijo, suelen tener bajas calificaciones, se ausentan constantemente del colegio y se involucran en problemas constantemente, por lo que son propensos a las adicciones, como el alcoholismo o la drogadicción.

González Padilla aseguró que para estos jóvenes la agresión y el acoso es un estatus, ya que se autoafirman como dominantes pero lo grave es cuando pierden el control de sus impulsos porque pueden lastimar seriamente a sus compañeros o trasladar su coraje y agresión a profesores.

A su vez, la coordinadora de la Comisión de Talleres del IIPCS, María Eugenia Patlán, indicó que los "bullers" pueden dividirse en el acosador inteligente: son jóvenes que gozan de cierta popularidad, tiene carisma incluso con las mujeres; ven con exactitud las debilidades de sus víctimas.

También existe el acosador poco inteligente, que es la sombra del acosador inteligente y generalmente son "compinches" del "buller dominante" y están subordinados a ellos.

Otro caso es el acosador y víctima: el que está en medio, que aspira a ser dominante pero a la vez es acosado.

"Utiliza la ley del desquite, es decir, repite lo que ha vivido en su casa, donde probablemente su padre agrede a su madre, ésta a él y él a sus hermanos".

González Padilla expuso que las tres clasificaciones de bullers resumen conductas destructivas, por lo que recomendó instrumentar políticas de educación emocional, desde la primaria hasta el final de la educación media superior.

También consideró necesario diseñar actividades dirigidas a la víctima, a los agresores, a los espectadores, a las familias y con la comunidad académica.

"Lo importante es tomar medidas preventivas, anticiparse al problema. Lo que no se puede es pasar por alto cualquier acción agresiva aunque sea de tipo verbal o psicológica, porque por lo general, derivan en situaciones mucho peores", concluyó.

Esclavitud Contemporanea

Por: Edna Lorena Fuerte González
Fecha: 2007-06-19 Hora 12:46:48

Chihuahua, Chih. Las grandes problemáticas sociales siempre tienen varios rostros, y deben analizarse desde diversos enfoques si se quiere atacarlas de manera integral. En el caso de la prostitución infantil, esto adquiere una importancia enorme, pues el impacto va desde lo psicología individual, hasta la complejidad del crimen organizado.

Los derechos de la niñez son Derechos Humanos específicos, ya que responden a las condiciones de dependencia y vulnerabilidad de los menores, y por ello deben vigilarse especialmente, pues ellos mismos no pueden procurarse su cumplimiento.

El derecho a la vida, a la libertad, a la alimentación, a la educación no están dados de facto, mucho menos en las clases desprotegidas, a las que la explotación sexual infantil impacta de mayor manera, no sólo por su situación económica, sino también por su poca posibilidad de acceso a la justicia.

Vayamos por niveles, la prostitución infantil es un gran negocio del crimen organizado, sustento de las grandes redes de corrupción en todo el mundo; es una de las grandes problemáticas de la sociedad mundial; es un hecho deleznable de descomposición humana; pero sobre todo, es una terrible injusticia.

El abuso es una constante en la historia de la humanidad, los avances democráticos han permitido legislar en su contra, establecer mecanismos para detener su irremediable aparición en las estructuras sociales, desde la familia, hasta las naciones. Pero no han logrado abatir sus formas más brutales, una de ellas, la prostitución infantil.

La huella que deja el abuso sexual en los menores es imborrable, mancha su historia de vida, trunca su desarrollo, incluso los lleva a la muerte. La gravedad de los hechos no permite consideraciones, son necesarias acciones contundentes que no hagan permisible la existencia de estas mafias.

Este abuso es una de las peores formas de explotación, de acuerdo con el Congreso mundial contra la explotación sexual comercial de la niñez, constituye una forma contemporánea de esclavitud, y tiene impactos severos, tanto evidentes como latentes.

En este sentido, es necesario tener claridad al juzgar el fenómeno, pues al contrario de otras formas de explotación del crimen organizado, como son la drogadicción o la prostitución de adultos, éste no prevé ninguna forma de protección o decisión individual, pues los niños están en la completa indefensión.

Mientras que una persona que esté dispuesta a consumir, producir o distribuir drogas, en algún momento tuvo que decidir su posición, o bien puede tener la voluntad y los mecanismos para alejarse de esa actividad; los niños y niñas, aun desde los tecnicismos jurídicos, no son quienes cometen el ilícito, sino la materia de cambio.

En este punto no sólo se están violentando sus derechos más básicos, sino se está privando de su definición de persona. Entonces, repetimos, no puede haber consideraciones, los estados deben ser firmes en el tema y activar las formas de protección más severas.

Si este es un problema global, que la sociedad mundial, tanto en países desarrollados, como en vías de, está enfrentado, eso no debe eximir a las autoridades locales de su responsabilidad, en cada municipio, cada estado y cada nación, debe haber una conciencia sobre esto y la disposición a combatir sus causas y sus efectos.

Tomado de www.masnoticias.net

miércoles, 20 de junio de 2007

La agresividad de jóvenes es resultado de la violencia intrafamiliar

México.- La ira en los adolescentes es un síntoma de frustración, cuyo origen es el mismo núcleo familiar, explicó la doctora Adriana González Padilla, del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).

Agregó que un joven agresivo probablemente tiene padres violentos, que aprende a vivir y saca su ira en el entorno escolar.

Son muchachos fáciles de identificar, pues destacan por su capacidad de liderazgo, son carismáticos y renuentes a la autoridad.

Sin embargo, dijo, suelen tener bajas calificaciones, se ausentan constantemente del colegio y se involucran en problemas constantemente, por lo que son propensos a las adicciones, como el alcoholismo o la drogadicción.

González Padilla aseguró que para estos jóvenes la agresión y el acoso es un estatus, ya que se autoafirman como dominantes pero lo grave es cuando pierden el control de sus impulsos porque pueden lastimar seriamente a sus compañeros o trasladar su coraje y agresión a profesores.

A su vez, la coordinadora de la Comisión de Talleres del IIPCS, María Eugenia Patlán, indicó que los "bullers" pueden dividirse en el acosador inteligente: son jóvenes que gozan de cierta popularidad, tiene carisma incluso con las mujeres; ven con exactitud las debilidades de sus víctimas.

También existe el acosador poco inteligente, que es la sombra del acosador inteligente y generalmente son "compinches" del "buller dominante" y están subordinados a ellos.

Otro caso es el acosador y víctima: el que está en medio, que aspira a ser dominante pero a la vez es acosado.

"Utiliza la ley del desquite, es decir, repite lo que ha vivido en su casa, donde probablemente su padre agrede a su madre, ésta a él y él a sus hermanos".

González Padilla expuso que las tres clasificaciones de bullers resumen conductas destructivas, por lo que recomendó instrumentar políticas de educación emocional, desde la primaria hasta el final de la educación media superior.

También consideró necesario diseñar actividades dirigidas a la víctima, a los agresores, a los espectadores, a las familias y con la comunidad académica.

"Lo importante es tomar medidas preventivas, anticiparse al problema. Lo que no se puede es pasar por alto cualquier acción agresiva aunque sea de tipo verbal o psicológica, porque por lo general, derivan en situaciones mucho peores", concluyó.

Tomado de www.elporvenir.com.mx

lunes, 18 de junio de 2007

Un papá más cercano

Cada vez más lejos del modelo familiar en el que ellos mismos fueron criados, los padres de la nueva generación cada vez se involucran más en la educación y en el crecimiento de sus hijos. También son más cariñosos y ya no tienen pudor en manifestar el amor hacia sus hijos en público. Retratos de un nuevo modo de entender la vida como papá.

Alejados del modelo familiar en el que ellos mismos fueron criados, los padres de la nueva generación cada vez se involucran más en la educación y en el crecimiento de sus hijos. Además, son más cariñosos y ya no tienen pudor en manifestar el amor hacia sus hijos en público. Retratos de un nuevo modo de entender la vida como papá.

Se los ve en la puerta de las escuelas, a la hora de la salida de los chicos. Se los ve en las reuniones de padres del grado. Se los ve en los cumpleaños de los amiguitos de sus hijos. Se los ve en los consultorios médicos, en las plazas y en los parques. Y se los va a ver en las próximas vacaciones de invierno, en la entrada de los cines o en la cola de las obras de teatro.

En todos esos escenarios, y cada vez con mayor frecuencia, los chicos hoy cuentan con un acompañamiento distinto al de hace algún tiempo atrás. Progresivamente, los papás han ido ocupando espacios al lado de sus hijos que antes parecían propiedad exclusiva de las madres.

El modelo de padre que llegaba tarde y cansado del trabajo, al que su mujer tenía que "poner al día" acerca de las cuestiones de los chicos y que se preocupaba más bien poco por temas domésticos como las enfermedades de sus hijos o los conflictos en la escuela parece haber muerto con el siglo XX.

Hoy, la nueva generación de padres varones tiene hacia la paternidad y hacia los hijos una actitud completamente diferente. Son más cariñosos, más comprometidos con la crianza y la educación de los hijos, más presentes y más demostrativos.

Para los especialistas consultados, se trata de una consecuencia directa de los cambios que, generación tras generación, se registraron en el ordenamiento de las parejas. Y confían en que, mientras no se diluyan las funciones paternas y maternas, el fenómeno tendrá consecuencias positivas.

"HACERSE" EL TIEMPO

Como le pasa a la mayoría de los papás de su generación, a Juan Ignacio Giner (28) le cuesta mucho combinar horarios y responsabilidades para equilibrar las horas que pasa en el trabajo y las que pasa con sus hijos, León, de seis, y Ulises, de dos y medio. Y sabe que desde septiembre la cosa va a ser más complicada: para esa fecha, está prevista la llegada del tercero, otro varón, que se va a llamar Felipe.

Juan trabaja en una empresa automotriz donde la exigencia es alta y donde el ambiente es muy competitivo. Sin embargo, a pesar de meterse todos los días de cabeza en ese clima, necesita cortar el día para ver a sus hijos. "Todos los mediodías me hago un rato, por más esté muy complicado. Trato de almorzar con ellos, aunque a veces no pueda. Y los llevo a la escuela y al jardín. Ese es el momento que más me gusta del día".

Juan logró, ahora, acomodar la agenda y reservarse el fin de semana para dedicárselo por entero a sus hijos. "Antes, jugaba al fútbol con mis amigos. Pero dejé para tener más tiempo para los nenes".

"No soy ningún padre ejemplar -se sincera-. Cometo un montón de errores. Pero al final, el balance me parece que es bueno. Los chicos me idolatran y eso me hace feliz".

El de Juan Ignacio y su lucha permanente para abrirse paso entre las actividades diarias para pasar más momentos con sus hijos no es un caso raro. La nueva generación de padres que él integra, dicen quienes estudian el tema tiene que batallar constantemente contra el "clima de época".

Así lo considera Fabiana Guerrero, psicóloga dedicaca a la clínica con niños, adolescentes y sus referentes y miembro fundador de CIPSA (Centro Integral de Psicología Aplicada). "Hoy se es padre en una época y en una realidad sociocultural en la que encontramos mucho de individualismo, de falta de tiempo, de desborde tecnológico y otros factores que resienten la constitución de los vínculos -apunta-. Pero encontramos esta propuesta de modificaciones en la convivencia que tienden a posibilitar una mayor aproximación en el vínculo entre padres e hijos".

ROLES Y FUNCIONES

Para la psicóloga María Stoika, una de las fundadoras de la "Escuela para Padres", el fenómeno de la crianza "a la par" ha generado que la educación de los chicos no aparezca tan disociada en base a aquel viejo modelo donde la madre se ocupaba de la crianza y el padre de proveer para el hogar. "Ahora los dos proveen y los dos están presentes en la medida de sus posibilidades".

"Hay un enfoque distinto ya desde el embarazo. Hoy, la pareja parece más enfocada, más unida compartiendo esa espera. La mujer le da otro lugar al hombre y espera otras cosas. Y eso le permite al hombre ubicarse de otras maneras, con una presencia más real".

Ese parece ser el caso de Pablo "Nico" Martínez (31), para quien la cosa está muy clara. Pasa con Constanza, su hija de tres años, todo el tiempo que puede, incluso aquel que dedica para preparar en su cocina la comida que, al día siguiente, va a salir a vender por ministerios y oficinas.

"Cuando termino de trabajar, la paso a buscar por el jardín, venimos a casa y a partir de ahí, compartimos el día, con las actividades que tengamos que hacer. Jugamos un rato, salimos a dar una vuelta o dibujamos. Y más tarde, mientras mi señora cocina, yo me ocupo de bañarla y de ver si hay alguna cosa que necesita para el otro día", relata.

Esa actitud hacia la paternidad la comparte, dice, con todos sus amigos que ya tienen hijos. "Creo que tiene que ver con el lugar de dónde venimos y de cómo nos criaron nuestros viejos, de una época en la que había tiempo para que tu viejo esté con vos y tu ayude a construir el metegol. Y yo trato de hacer lo mismo con Constanza a pesar de estar en la ciudad, que tiene otro ritmo. Quiero estar con ella y compartir tiempo de calidad".

CAMBIO GENERACIONAL

Fernando Boschiazzo tiene 39 años, un trabajo como empleado administrativo y un hijo que ocupa todo el tiempo libre que le dejan sus obligaciones. Todos los días, a las cinco de la tarde, llega a su casa y su tiempo queda colonizado por la presencia de Augusto, su hijo de cuatro años.

"Algunos días salimos. Vamos al centro, a comer algo o a alguna librería, porque nos fascinan los libros. Si no, nos quedamos en casa, y jugamos a algo en la computadora o nos ponemos a pintar. Más a la noche, me ocupo de bañarlo y dejarle las cosas listas para el otro día. Y mi mujer hace la cena", resume Fernando de su agenda diaria.

Esa relación que, a fuerza de pequeños rituales cotidianos, logró ir construyendo Fernando es, dice, muy distinta a la que él mismo tuvo con su padre. "La verdad, lo veía poco y nada. Cuando era chico, mis horarios no coincidían mucho con los de él. Y cuando salía de la escuela, mi viejo entraba a laburar".

Igual que Fernando, la percepción general de los varones jóvenes que hoy integran la nueva camada de padres es que entre ellos y las generaciones anteriores hay un abismo de diferencia con respecto a la actitud frente a la crianza de sus hijos.

En el mes de febrero pasado, el sitio de la organización Mam's & Babys ("Mamás y bebés") difundió un sondeo realizado en Argentina en el que surgieron datos claros sobre este fenómeno. La enorme mayoría de los hombres (el 78 por ciento) contestó que existen "muchas diferencias" entre ellos y sus progenitores. Y esas "diferencias" tienen que ver con una actitud más involucrada, más comprometida, más presente y más cariñosa.

Este proceso tiene, para los psicólogos, una explicación clara. "Todos tenemos una relación con nuestro padre, que puede o no cumplir con la forma de vínculo deseada. Y esta situación puede incentivar su revisión, su replanteo", dice Fabiana Guerrero, psicóloga del CIPSA.

Juan Ignacio, papá de León y Ulises, puede ser un caso testigo de esos cambios. "Las diferencias que hay entre la relación que yo tuve con mi viejo y la que hoy tengo con mis hijos es absolutamente diferente -dice-. Yo, con mi papá, tuve una relación quizás un poco distante. Y yo quiero que con mis hijos sea distinto, porque creo que la presencia es lo más importante de todo. No quiero que crezcan sin verme, sin tenerme al lado. Me gustaría saber que cuando no estoy me extrañan".

¿Qué efecto tendrá, finalmente, para los chicos de las próximas generaciones este cambio en el rol paterno? Nadie parece saberlo con exactitud. Pero muchos tienen una mirada optimista.

Para María Stoikala consecuencia será positiva en la medida en que quede muy claro que a pesar de todo la mamá y el papá tienen funciones y miradas bien diferentes que no deben confundirse.

Pero también con que en ese movimiento de acercamiento a los hijos, el padre no se convierta en otro chico más. "La palabra del papá es fundamental. Estar más cerca no debe significar perder el lugar de modelo identificatorio. Porque si él no lo ocupa, nadie lo hará".

Hay déficit de padres

En el país existen más madres que jefes de familia debido a causas como migración, fallecimiento o rechazo a asumir la responsabilidad, además de que hay hogares que comparten al progenitor. La imagen del hombre meramente proveedor y autoritario está en crisis, señalan expertos

LILIANA ALCÁNTARA
El Universal
Domingo 17 de junio de 2007

En México faltan padres. Así lo dicen las cifras oficiales, pues numéricamente hay más madres que progenitores varones y las causas, aunque pudieran ser variadas, no se conocen con certeza.

El último censo elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) e información del Consejo Nacional de Población (Conapo) reportan que en el país 25 millones 400 mil mujeres viven con sus hijos, mientras que sólo 20 millones 100 mil hombres ejercen su rol de padre.

Lo cual significa que por lo menos 5 millones 300 mil mujeres tienen hijos con un padre ausente o que se "comparte" con otra familia.

La migración, la esperanza de vida (que es mayor en mujeres), la infidelidad, el no reconocimiento y desconocimiento de la paternidad, así como la inestabilidad en la pareja podrían ser las causas de esa diferencia entre madres y padres, de acuerdo con demógrafos y especialistas consultados.

Los demógrafos, como Olga Lorena Rojas, investigadora del Colegio de México, consideran que esas cifras se deben tomar con cautela, pues en muchas ocasiones se desconoce cuáles son los criterios con los que se recogen los datos.

Para los terapeutas, esos números reflejan la irresponsabilidad de algunos padres, ya que ponen al descubierto las dimensiones de una práctica tolerada en nuestra sociedad: el hecho de que muchos hombres tengan dos o más familias y hogares que mantener al mismo tiempo.

Pese a esas diferencias, los especialistas coinciden en algo: que es necesaria una nueva paternidad que deje de lado la imagen del hombre meramente proveedor y autoritario para convertirse en el compañero comprensivo, flexible y corresponsable en la crianza de los hijos y las tareas domésticas.

Consideran que en las nuevas generaciones ya hay visos de ese cambio y que éste se podrá lograr de manera paulatina, aunque aún hay padres de familia (sobre todo los educados con esquemas tradicionales) que han visto cuestionada su identidad masculina, lo que ha generado violencia y mayor irresponsabilidad en el hogar.

De acuerdo con Conapo, organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, de los 20.1 millones de padres mexicanos, 19. 3 millones vive con su pareja y sus hijos; 275 mil están separados o divorciados, 166 mil son padres solteros y 341 son viudos.

El Consejo Nacional de Población también informó que los padres son el principal proveedor económico en el hogar, ya que nueve de cada 10 son económicamente activos.

Por ello Pilar Escobar, terapeuta de la asociación civil Hombres por la Equidad, explicó que el esquema tradicional de familia en el que el padre provee dinero y la mamá cuida, atiende y educa a los hijos, propicia la irresponsabilidad de muchos hombres, pues contribuye a "que tengan más hijos fuera del matrimonio, aunque dejen o no su hogar y eso explica por qué en casi la mitad de los hogares está ausente el padre".

En cambio, en aquellos en los que la mamá tiene que salir a trabajar se genera otro tipo de responsabilidad, pues el hombre, aunque a veces de manera forzada, debe estar al tanto de sus hijos y las labores del hogar, consideró la especialista.

La demógrafa Olga Lorena Rojas indicó que el déficit en el número de padres se debe a múltiples factores, entre ellos la migración, la mayor esperanza de vida de las mujeres y la infidelidad.

Insistió en que la imagen del padre como jefe de familia proveedor está en crisis desde principios de los años 80 debido al desempleo y al deterioro de los salarios, por lo que los varones deben asumir su paternidad de otra manera: a través de la cooperación en el trabajo doméstico y la crianza de los hijos.

Óscar Ortiz, terapeuta de la Fundación Familia y Pareja, señaló que el intercambio de roles entre los padres pueden causar conflictos si no lo hablan y llegan a acuerdos, pero cuando hay comunicación en el hogar los hijos crecen en un mejor desarrollo emocional.

"En los baños de hombres de los restaurantes, los cines y las plazas comerciales ya hay lugares para cambiar pañales. Eso habla de la demanda de que hay una nueva generación que está asumiendo los nuevos roles y que, además, lo hace bien".

Tomado de www.eluniversal.com.mx

Padre pierde espacio en el hogar


Más de medio millón de familias bajo administración de la mujer
Por: Leslie Perez

La tasa de hogares en los que la mujer asume el papel de cabeza del hogar crece cada vez más. Las estadísticas registran que casi un cuarto de las familias guatemaltecas se encuentra en esa situación.

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Al menos 22 de cada cien hogares guatemaltecos no celebrarán el Día del Padre, debido a la ausencia de quien tradicionalmente es cabeza de familia. Aunque las razones son diversas, las más comunes en la actualidad son la irresponsabilidad y la migración.

Los expertos coinciden en que la ausencia de la figura paterna puede provocar falta de identidad en los hijos, descomposición social, violencia, y ello puede convertirse en un círculo vicioso.

Psicólogos y educadores admiten que la cantidad de hogares dirigidos por mujeres va en aumento.

Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) del 2002 -las más recientes- reflejan que más de medio millón de familias están bajo la administración de la mujer.

Según el INE, a principios del milenio, sólo 18 de cada cien núcleos familiares se encontraban en esa circunstancia.

Las causas

Una de las principales causas de la ausencia del hombre en el hogar es la irresponsabilidad.

Néstor Buc, del Colectivo de Hombres, organización enfocada a la educación de adultos y jóvenes, explica que los mismos hombres se han desligado de su papel dentro de la familia y lo han delegado a la madre.

De hecho, el Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reporta que casi la totalidad de las jefas de hogar (97.8 por ciento) sostiene económicamente su casa. El 80 por ciento de ellas se declara soltera, viuda o divorciada.

Buc agrega que el mismo Estado ha colaborado en quitar la obligación a los hombres, tanto al darle la patria potestad a la mujer y aceptar como única responsabilidad que los padres se limiten a otorgar una pensión económica mensual.

La migración, otro factor

La situación económica y la falta de oportunidades en el país también ha provocado que los hombres busquen otras oportunidades fuera del país, y eso agudiza aún más la situación de rompimiento familiar.

Los datos del PNUD indican que el 52.5 por ciento de la población económicamente activa de guatemaltecos que ha emigrado hacia Estados Unidos es de sexo masculino.

La ausencia y lo ideal

Confusión, falta de identidad, dificultad para relacionarse con otras personas, rebeldía y bajo rendimiento escolar son sólo algunas de las repercusiones que puede provocar en los niños y niñas la falta de la figura paterna dentro del hogar.

Sergio Argüello, profesor de Psicología de la Universidad de San Carlos de Guatemala, expresa que la figura del padre refleja en sus hijos, tanto hombres como mujeres, un modelo a seguir. "Puede ser el ejemplo a aseguir no sólo por lo que es, sino por lo que hace".

Sandra Luna, presidenta de la Asociación de Psicología de Guatemala, manifiesta que la separación de la pareja no debiera significar que el hombre pierda su rol, sino que esté siempre al tanto de sus hijos. "El padre idóneo puede ser aquel que logra equilibrar y brindar más cosas intangibles, pero sin descuidar las necesidades económicas", explica.

Juan Carlos Zetina, psicólogo integrante de Grupo Gente, instancia de capacitación en desarrollo personal, destaca que la falta del padre en la familia tiende a confundir a los hijos, algo que empeora si la madre, además, descalifica al padre frente a ellos.

Asegura que el papá ideal no existe, sino que se trata de un trabajo constante. "El padre será el mejor cuando asuma su rol de generar ingresos, construir una mejor relación entre los miembros del hogar, comunicarse con sus hijos y apoyarlos".

Para Buc, la primera pregunta que hay que hacerse es qué figura masculina requieren las familias. "No se trata de tener un padre porque sí. Nunca habrá un padre ideal, pero sí puede haber uno con una visión distinta".

Según su análisis, esa transformación se logra con el cambio de acciones: con asumir responsabilidades, ser solidario y compartir con sus hijos.

Perfil: El buen padre

No hay una receta, es el trabajo de toda la vida, según expertos:

El papá idóneo es aquel que asume su responsabilidad de generar ingresos económicos.

Su desafío es tomar conciencia del papel que representa en el hogar.

El que proporciona más cosas intangibles, pero sin descuidar las necesidades materiales.

El que tiene una mejor relación con su pareja.

El que puede comunicarse con sus hijos, apoyarlos y guiarlos en todo sentido.

Se requiere que como sociedad se pregunten cuál es el modelo de padre y hacia ahí enfocar también las leyes.

Se necesita una transformación social, en la cual se deben involucrar varias instituciones: familia, escuela e iglesia.

El Estado, actualmente, no castiga al padre que no asume su responsabilidad sino que la delega en la madre.

Escuela de formación

Néstor Buc, representante del Colectivo de Hombres, una organización dedicada a la educación de hombres, adultos y jóvenes, detalla que la institución que representa trabaja desde hace un año en la formación de género, pero enfocada en el sexo masculino. La labor ha estado dirigida a jóvenes que están saliendo de la adolescencia para entrar en la vida adulta, en la capital y en departamentos como Alta y Baja Verapaz y Quiché.

"Se trata de llevar no sólo información, sino reflexionar con las futuras generaciones, respecto de la importancia del hombre dentro del núcleo de la vida familiar", asegura.

Cifras

22 de cada cien familias tienen a una mujer como cabeza.

97 por ciento de las jefas de hogar sostienen solas a su familia.

52.5 por ciento de los que emigran son hombres.

18 por ciento de hogares era dirigido por una mujer en 1999.

Tomado de www.prensalibre.com

La subversión del vínculo, el incesto sistematizado y el asesinato del alma

En un juicio oral ventilado esta semana en los estrados platenses se arribó a una medulosa sentencia en la que se describieron los pormenores del abuso sexual infantil, tanto para el caso en juzgamiento -un padre que violó a su hija entre los 5 y los 19 años, llegando a dejarla embarazada-, como para el angustiante flagelo en general.
El fallo condenó a 32 años de prisión al acusado G.A.F: un hombre que tras haber ultrajado a su hija desde niña, en la post adolescencia se inscribió con ella en la facultad de ingeniería, para que no se le acercara ningún chico.
El síndrome del abuso sexual infantil fue descripto en el debate oral por el psiquiatra norteamericano Leonard Shengold, quien refirió que los vejámenes a menores desde tan temprana edad son técnicas donde se programa la personalidad, en una actividad rayana al lavado de cerebro. En rigor, al fenómeno se lo conoce como "el asesinato del alma".
A la oficina de Asistencia a la Víctima de La Plata, de avenida 7 y 56, llegan denuncias que dan cuenta que los abusos dejan de referirse a sectores marginales. Según estadísticas internacionales, se denuncia apenas el 10 por ciento de los casos.
Cada día se recibe un promedio de 31 pedidos de ayuda o denuncias de distintos tipos de maltratos. De ese total, cuatro denuncias diarias se formulan por casos de abuso sexual infantil. Y en más de la mitad de esos llamados el victimario denunciado fue el padre; en el 19 por ciento, el padrastro; en el 7 por ciento, la madre; y en el 3 por ciento ambos padres. Las estadísticas señalan que sólo entre el 34 por ciento de las denuncias por abuso sexual infantil son validadas por los peritos. Las defensas técnicas de los imputados suelen endilgar a las pequeñas víctimas que son fabuladoras o mentirosas.
Desde Asistencia a la Víctima de La Plata se ha conformado un cuerpo interdisciplinario para evaluar cada caso a poco de producida la denuncia. Hasta hace pocos meses existía una Fiscalía penal especializada en Delitos Intrafamiliares, pero luego la Fiscalía General la disolvió y la transformó en atención de turnos, ante la escasez de personal y el incremento de delitos, según se adujo.
El abuso sexual es una situación que se va dando paulatinamente a través de la seducción, y el poder que ejerce el adulto, donde la criatura se encuentra entrampada entre el temor de ser castigada y la vergüenza de convertirse en cómplice. Comienza como un juego secreto, donde se intercambian contactos físicos y el adulto va ganando la confianza hasta desarmar toda resistencia del menor y el pacto del silencio lo deja sin escapatoria y con la responsabilidad y la culpa de haber sido vencida.
Los niños tienen miedo de enfrentar su palabra contra la de su padre. En los casos, en que rompen el pacto de silencio y acuden a sus madres y no encuentran el apoyo y la comprensión de la situación, el daño se agrava por el sentimiento de desamparo
En la sentencia dictada esta semana por el Tribunal Oral IV -Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni y Gloria Berzosa- se destacó que el caso llegó a la justicia a raíz de que una hermana menor de la chica abusada por su padre, logró vencer ese temor y se lo contó a una tía, quien luego radicó la denuncia.
Pero, ese proceso no fue nada fácil. Y en este caso como en tantos otros su acceso a una investigación criminal es fortuito cuando no imposible: los abusadores sexuales generalmente son personas conocidas por el niño, familiares y personas que rodean las actividades de los menores.
La estrategia del abusador es la amenaza sobre el mantenimiento del "secreto". Para el Tribunal IV el cometido por G.A.F se trató de un incesto sistematizado por el cual llegó a tener a su hija-nieta. Los jueces citaron un informe de la licenciada Susana Ortíz, quien dijo que el agresor "prepara" a su víctima para luego llegar a un espantoso estado de cronicidad. El niño-víctima, no puede defenderse ni física ni mentalmente. Este estado de sometimiento se constituiría en la última etapa.
En la primera fase, el adulto capta del niño su interés, lo que lleva su tiempo. Le sigue la efracción que resulta ser la parcelación de la mente del niño. La más de las veces ni siquiera se utiliza amenaza.
Se instaura una suerte de deber ser. El orden establecido es coacción. Es como el sistema carcelario panóptico, no se necesita la mirada. A la víctima no le queda otro camino que aceptar lo que sucede. Se observa la subversión del vínculo de parentesco. La relación de hija-nieta, no lo va a poder entender. El padre en la familia, es la ley. La maternidad es un dato cierto, biológico, orgánico. El padre instaura un orden. La ley que funciona en un caso como este, es la del silencio. Por supuesto no convencional. Es el opuesto: si hacemos esto, vamos a estar todos juntos y unidos. El lenguaje se define por contraposición. La programación es más grave que la violencia. Los beneficios que se otorgan a la víctima son una suerte de extorsión encubierta.

Tomado de www.diariohoy.net

Pedofilia en la Iglesia: El Abuso de la Fe

Pedofilia en la Iglesia: El Abuso de la Fe

Los problemas que hoy enfrentan en todo el mundo la Iglesia Católica y el Vaticano en relación al comportamiento sexual de los sacerdotes están en un punto crítico y sin rumbo. Puesto que se analizan los efectos, pero no las causas, reparar el daño causado y seguir manteniendo la discreción.


La casa de Dios en el último tiempo se ha quejado de que la prensa la ha atacado gratuitamente, y que lo que le sucede a ciertos curas es sólo efecto de los periodistas y medios que tratan libremente temas sexuales, cuando lo sucedido es una realidad que convive con el clero y los hombres desde los primeros días.
La Iglesia "que en estos últimos días", como los textos bíblicos lo anuncian, comienza a enfrentarse a demonios de distintas formas, y al anticristo que vendrá como un rebelde. Los templos temblarán, caerá el imperio, pero más preocupados que la misma ideología cristiana, aparece el pueblo judío, la masonería, quienes serán engañados por la astucia de mandinga.
El acontecer de los tiempos aumenta el sentimiento de culpa de los curas, quienes continúan encubriendo y redefiniendo el ejercicio sexual de alguno de sus "célibes":
"La pedofilia "(La pedofilia) es un tipo particular de desorden sexual compulsivo en el cual un adulto (hombre o mujer) abusa de niños preadolescentes. La gran mayoría de los escándalos sexuales del clero que están saliendo a la luz ahora no entran propiamente en la categoría de pedofilia. Más bien, se deben calificar como efebofilia o atracción homosexual hacia adolescentes", es así como lo define el especialista de la Universidad de Pennsylvania, EE.UU, Philip Jenkins.

EL CUENTO DEL LOBO
Los expertos coinciden en que los actos pedófilos no son exclusivos de las iglesias y que esta conducta también se desarrolla al interior de familias que parecen tradicionales. Pero lo curioso y que llevó a El Ciudadano a tratar este espinudo tema, es el por qué al interior de una institución que donde se supone está la bondad máxima, la imagen de Jesús, se cometen abusos de este tipo, y peor aún, se trata de encubrir y proteger a los victimarios.
La Psicología explica que cuando el victimario tiene algún grado de cercanía con el entorno más íntimo de los niños, es cuando hay más posibilidades de que exista pedofilia. A veces las personas a quienes los pequeños les han dado su confianza, vulneran esa amistad, por lo que manipulan a los niños para no ser descubiertos. Los amenazan diciendo que nadie les creerá, que ellos son los adultos y por lo tanto saben más, o que sus seres amados sufrirán por su culpa. Estos niños son obligados a callar y, en muchas ocasiones, reviven el abuso constantemente, haciendo cada día más difícil que el delito sea descubierto.
Oficialmente, la Iglesia Católica en Chile tiene una postura intransigente para los sacerdotes pederastas. Son despojados de su condición clerical, además de otras sanciones económicas y legales. Todos los comunicados oficiales y textos al respecto son muy claros al rechazar todo tipo de actitudes pedófilas o sexuales, tanto por el rompimiento de los votos de castidad como por el crimen mismo. En la práctica, esta misma Iglesia ha bloqueado el paso de la justicia en contables ocasiones, desestimando las denuncias que se hacen directamente en sus obispados, protegiendo a los curas involucrados, trasladando algunos a nuevas parroquias, a otros simplemente retirándolos de la vida activa.
En junio del 2006 quedó al descubierto un caso de abuso relacionado con un sacerdote. El "Pequeño Cottolengo" es una fundación benéfica para niños con discapacidad física y mental, cuyo director era el padre Jorge Enrique Galaz Espinoza, quien fue acusado de abusos reiterados a menores del hogar. La fiscalía de Rancagua declaró durante el proceso que hubo un intento de obstrucción a la Justicia por parte de la Iglesia y de encubrir los hechos. A pesar de la denuncia del fiscal Luis Toledo, no se siguió investigación alguna sobre este presunto encubrimiento. Finalmente el sacerdote fue encontrado culpable de 3 cargos, pero no fue expulsado de la Iglesia inmediatamente, ya que Galaz insistió en su inocencia.
El más reciente caso de juicios contra a sacerdotes, es el del cura Larraín, perteneciente a la Congregación Salesiana de Punta Arenas. El 3 de mayo de éste año, la Corte Suprema revocó el fallo original de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, que en junio del 2006 condenó al sacerdote a pena remitida de 300 días por tocaciones y abusos contra una menor de 8 años en 1999. Luego de 5 años de juicio, y una vez absuelto de toda culpa, el sacerdote declaró haber sido una víctima, que había sido acusado como una Vendetta hacia la Iglesia Católica y su postura frente al divorcio, la anticoncepción y otros temas de índole moral.

AUTORIDADES MÁS MENOS DURAS
El gobernador de Carolina del Sur, en Estados Unidos, firmó la entrada en vigor de una ley estatal que da la pena capital a personas que por segunda vez cometieran un delito de violación u otros de carácter sexual contra menores de 11 años. Un día después, el gobernador de Oklahoma firmó un proyecto de ley similar en su estado y que otorgaba la pena de muerte como una opción en los casos de personas condenadas más de una vez por cometer violación u otro tipo de abuso sexual contra menores de 14 años. Amnistía Internacional (AI) y los organismos mundiales reconocen la gravedad de los delitos, que son tema central de estas dos leyes estatales en EE.UU. Sin embargo AI teme que vayan en contra de las normas internacionales que buscan reducir el ámbito de aplicación de la pena de muerte en todo el globo, la tendencia mundial hacia la erradicación de la pena capital. "No cabe duda de que hay que proteger a los menores ante la violencia, pero la pena de muerte no es la forma de hacerlo. Si bien los menores que son víctimas de agresión sexual merecen tanta ayuda terapéutica como sea posible, ejecutar a los culpables no ayuda a curar el trauma que les causó el delito", reza el documento de AI.

Siguiendo la línea del Vaticano y tras revelarse múltiples casos de pedofilia en EE.UU salió a la luz pública que el tema gozó siempre de la protección papal. "Desde que Joseph Ratzinger presidía la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe -nombre moderno de la Santa Inquisición y un cargo en el que se sentía muy cómodo- tenía conocimiento de las andanzas de los curas pedófilos por el mundo", afirman los periodistas norteamericanos Jason Berry y Gerald Renner.
"El caso del cura Maciel en México desde 1998 el actual Papa lo sabía, por los informes del obispo mexicano Carlos Talavera y los testimonios del padre Alberto Athié, uno de los abusados por Maciel cuando era seminarista. Sin embargo, Ratzinger se negó entonces a abrir el caso, argumentando que Maciel "era una persona muy querida para Juan Pablo II", cuentan Berry y Renner, a través de un libro muy documentado, "Votos de silencio. El abuso de poder durante el papado de Juan Pablo II" , le hicieron ver a Ratzinger lo que se resistía a ver. Los autores consideran que la protección de la Santa Sede se debe a que, el ahora Benedicto XVI, siempre ofreció un importante aporte económico al Vaticano, y agregan que "en el caso del padre Maciel nos enfrentamos a un encubrimiento papal. Su carrera es un caso de estudio sobre la desinformación: la distorsión de la verdad para alcanzar el poder y fabricarse una imagen virtuosa a partir de un comportamiento patológico", expresan los escritores.


CELIBATO LA ÚLTIMA OPCIÓN
El que los curas tengan esposa y así no cometan actos de pedofilia es una opción que la Iglesia Católica, al parecer no está dispuesta a tomar. Dicen que el casarse no es sinónimo de que no habrá pedofilia y que para hacer mejor su obra, es mejor permanecer en el celibato, lo que se traduce en privar su sexualidad, su humanidad.
Durante nuestro reporteo nos encontramos con muchas trabas y un gran misticismo, sobre lo que tiene que ver con la discreción de la Iglesia y otras sectas con ideas que a momentos rayan de conspirativas. Es por esto que para finalizar decidimos que pueda responder a la interrogante un chileno, el Cardenal Jorge Medina, alto miembro del Vaticano, a quien el periodista Laureano Checa encaró preguntándole si sería posible erradicar las prácticas pedófilas del seno de la Iglesia.
"Erradicar, esa es una palabra...habría que erradicar al demonio. No hay ninguna reja que impida al demonio hacerse presente, el demonio se mete por todas partes, también a través del apetito de poder y de dinero...La Iglesia no está al margen de la tentación, ...los hombres de la Iglesia, digo", aseguró el Cardenal Protodiácono del Colegio Cardenalicio del Vaticano.

El Ciudadano


¿El cura Piccardo era homosexual?

El cura Benedicto Piccardo fue encontrado muerto, atado y amordazado, en su departamento ubicado en el sector Seminario de Puerto Montt, en un caso donde no han faltado insinuaciones respecto los verdaderos motivos del asesinato, que pasarían por una conducta homosexual del sacerdote. Si el prelado era o no homosexual no fue relevante en el juicio, pues no es delito serlo ni dentro o fuera de la Iglesia.
Por ello nos detenemos en este caso. La opción sexual del extinto fue materia técnica y pública, y la defensa se jugó a ello para demostrar que los acontecimientos fueron derivados desde ese tema; que había entre los acusados (Alex Escalante y Gonzalo Caetano) y el fallecido una relación de comercio sexual que, en un momento dado, derivó en alguna acción violenta contra su persona, pero no que se asociaron expresamente para robar y asesinar al clérigo.
"Mi defendido (Escalante) siempre manifestó que la concurrencia al departamento del señor Piccardo tenía un propósito de trato carnal remunerado. Aseguró que era una relación de comercio sexual. Por ello les abrió la puerta voluntariamente. Con esto se probó que no entraron de forma violenta", dijo a El Ciudadano el defensor Germán Echeverría.
En este sentido las declaraciones del jefe del Servicio Médico Legal de Puerto Montt, doctor Germán Quappe, fueron aclaratorias. El profesional reconoció que Piccardo portaba una enfermedad de carácter sexual al momento de morir, pues declaró que cuando le practicó la autopsia se pudo apreciar, entre otras contusiones, la presencia de lo que denominó como "lesiones verrucosas perianales", las cuales fueron fijadas con fotografías.
La autopsia practicada por Quappe fue cuestionada por los defensores de los acusados, por lo que en octubre del año pasado se debió repetir, exhumándose el cuerpo del religioso desde la cripta del cementerio católico de Puerto Montt.
En la segunda diligencia, los restos del cuerpo sin vida, junto a los documentos de análisis, e informes de la autopsia original fueron revisadas y discutidas por el médico legista puertomontino, con dos peritos del Ministerio Público, y otro de la Defensoría Penal, quienes además analizaron muestras obtenidas desde el cuerpo, y las fotografías de la primera autopsia.
Sobre ese punto, el perito que fue presentado al tribunal por el Ministerio Público, fue interrogado por Germán Echeverría, quien cuestionó al médico respecto del análisis de esas lesiones, y si ellas correspondían a una enfermedad venérea denominada como condilomas acuminados, de acuerdo a la precisión realizada por el perito de la defensoría tras analizar la información acumulada de los exámenes forenses.
"La impresión personal mía es que esas lesiones corresponden a lesiones de tipo condilomatoso", dijo el médico del SML en el diálogo con el abogado de la Defensoría Penal Pública, ante el asombro de la repleta sala del tribunal de juicio oral.
A continuación transcribimos parte del interrogatorio:

-Germán Echeverría: ¿Y el condiloma es una enfermedad de carácter sexual?
-Germán Quappe: Correcto, es considerada una enfermedad de transmisión sexual
-GE: ¿Qué significa eso?
-GQ: Significa que se transmite por vía sexual
-GE: ¿En este caso, por acceso carnal de carácter anal?
-GQ: Correcto, contacto sexual con una persona contaminada.
La versión del perito vino a apoyar lo señalado por los abogados de Alex Escalante y Gonzalo Caetano, que desde sus alegatos de apertura del juicio oral han afirmado que sus defendidos no fueron al departamento para matar y robar al cura, sino que a prestarle servicios sexuales, que ellos denominaron como "trato carnal remunerado".

Tomado de www.elciudadano.cl