Pedofilia en la Iglesia: El Abuso de la Fe
Los problemas que hoy enfrentan en todo el mundo la Iglesia Católica y el Vaticano en relación al comportamiento sexual de los sacerdotes están en un punto crítico y sin rumbo. Puesto que se analizan los efectos, pero no las causas, reparar el daño causado y seguir manteniendo la discreción.
La casa de Dios en el último tiempo se ha quejado de que la prensa la ha atacado gratuitamente, y que lo que le sucede a ciertos curas es sólo efecto de los periodistas y medios que tratan libremente temas sexuales, cuando lo sucedido es una realidad que convive con el clero y los hombres desde los primeros días.
La Iglesia "que en estos últimos días", como los textos bíblicos lo anuncian, comienza a enfrentarse a demonios de distintas formas, y al anticristo que vendrá como un rebelde. Los templos temblarán, caerá el imperio, pero más preocupados que la misma ideología cristiana, aparece el pueblo judío, la masonería, quienes serán engañados por la astucia de mandinga.
El acontecer de los tiempos aumenta el sentimiento de culpa de los curas, quienes continúan encubriendo y redefiniendo el ejercicio sexual de alguno de sus "célibes":
"La pedofilia "(La pedofilia) es un tipo particular de desorden sexual compulsivo en el cual un adulto (hombre o mujer) abusa de niños preadolescentes. La gran mayoría de los escándalos sexuales del clero que están saliendo a la luz ahora no entran propiamente en la categoría de pedofilia. Más bien, se deben calificar como efebofilia o atracción homosexual hacia adolescentes", es así como lo define el especialista de la Universidad de Pennsylvania, EE.UU, Philip Jenkins.
EL CUENTO DEL LOBO
Los expertos coinciden en que los actos pedófilos no son exclusivos de las iglesias y que esta conducta también se desarrolla al interior de familias que parecen tradicionales. Pero lo curioso y que llevó a El Ciudadano a tratar este espinudo tema, es el por qué al interior de una institución que donde se supone está la bondad máxima, la imagen de Jesús, se cometen abusos de este tipo, y peor aún, se trata de encubrir y proteger a los victimarios.
La Psicología explica que cuando el victimario tiene algún grado de cercanía con el entorno más íntimo de los niños, es cuando hay más posibilidades de que exista pedofilia. A veces las personas a quienes los pequeños les han dado su confianza, vulneran esa amistad, por lo que manipulan a los niños para no ser descubiertos. Los amenazan diciendo que nadie les creerá, que ellos son los adultos y por lo tanto saben más, o que sus seres amados sufrirán por su culpa. Estos niños son obligados a callar y, en muchas ocasiones, reviven el abuso constantemente, haciendo cada día más difícil que el delito sea descubierto.
Oficialmente, la Iglesia Católica en Chile tiene una postura intransigente para los sacerdotes pederastas. Son despojados de su condición clerical, además de otras sanciones económicas y legales. Todos los comunicados oficiales y textos al respecto son muy claros al rechazar todo tipo de actitudes pedófilas o sexuales, tanto por el rompimiento de los votos de castidad como por el crimen mismo. En la práctica, esta misma Iglesia ha bloqueado el paso de la justicia en contables ocasiones, desestimando las denuncias que se hacen directamente en sus obispados, protegiendo a los curas involucrados, trasladando algunos a nuevas parroquias, a otros simplemente retirándolos de la vida activa.
En junio del 2006 quedó al descubierto un caso de abuso relacionado con un sacerdote. El "Pequeño Cottolengo" es una fundación benéfica para niños con discapacidad física y mental, cuyo director era el padre Jorge Enrique Galaz Espinoza, quien fue acusado de abusos reiterados a menores del hogar. La fiscalía de Rancagua declaró durante el proceso que hubo un intento de obstrucción a la Justicia por parte de la Iglesia y de encubrir los hechos. A pesar de la denuncia del fiscal Luis Toledo, no se siguió investigación alguna sobre este presunto encubrimiento. Finalmente el sacerdote fue encontrado culpable de 3 cargos, pero no fue expulsado de la Iglesia inmediatamente, ya que Galaz insistió en su inocencia.
El más reciente caso de juicios contra a sacerdotes, es el del cura Larraín, perteneciente a la Congregación Salesiana de Punta Arenas. El 3 de mayo de éste año, la Corte Suprema revocó el fallo original de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, que en junio del 2006 condenó al sacerdote a pena remitida de 300 días por tocaciones y abusos contra una menor de 8 años en 1999. Luego de 5 años de juicio, y una vez absuelto de toda culpa, el sacerdote declaró haber sido una víctima, que había sido acusado como una Vendetta hacia la Iglesia Católica y su postura frente al divorcio, la anticoncepción y otros temas de índole moral.
AUTORIDADES MÁS MENOS DURAS
El gobernador de Carolina del Sur, en Estados Unidos, firmó la entrada en vigor de una ley estatal que da la pena capital a personas que por segunda vez cometieran un delito de violación u otros de carácter sexual contra menores de 11 años. Un día después, el gobernador de Oklahoma firmó un proyecto de ley similar en su estado y que otorgaba la pena de muerte como una opción en los casos de personas condenadas más de una vez por cometer violación u otro tipo de abuso sexual contra menores de 14 años. Amnistía Internacional (AI) y los organismos mundiales reconocen la gravedad de los delitos, que son tema central de estas dos leyes estatales en EE.UU. Sin embargo AI teme que vayan en contra de las normas internacionales que buscan reducir el ámbito de aplicación de la pena de muerte en todo el globo, la tendencia mundial hacia la erradicación de la pena capital. "No cabe duda de que hay que proteger a los menores ante la violencia, pero la pena de muerte no es la forma de hacerlo. Si bien los menores que son víctimas de agresión sexual merecen tanta ayuda terapéutica como sea posible, ejecutar a los culpables no ayuda a curar el trauma que les causó el delito", reza el documento de AI.
Siguiendo la línea del Vaticano y tras revelarse múltiples casos de pedofilia en EE.UU salió a la luz pública que el tema gozó siempre de la protección papal. "Desde que Joseph Ratzinger presidía la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe -nombre moderno de la Santa Inquisición y un cargo en el que se sentía muy cómodo- tenía conocimiento de las andanzas de los curas pedófilos por el mundo", afirman los periodistas norteamericanos Jason Berry y Gerald Renner.
"El caso del cura Maciel en México desde 1998 el actual Papa lo sabía, por los informes del obispo mexicano Carlos Talavera y los testimonios del padre Alberto Athié, uno de los abusados por Maciel cuando era seminarista. Sin embargo, Ratzinger se negó entonces a abrir el caso, argumentando que Maciel "era una persona muy querida para Juan Pablo II", cuentan Berry y Renner, a través de un libro muy documentado, "Votos de silencio. El abuso de poder durante el papado de Juan Pablo II" , le hicieron ver a Ratzinger lo que se resistía a ver. Los autores consideran que la protección de la Santa Sede se debe a que, el ahora Benedicto XVI, siempre ofreció un importante aporte económico al Vaticano, y agregan que "en el caso del padre Maciel nos enfrentamos a un encubrimiento papal. Su carrera es un caso de estudio sobre la desinformación: la distorsión de la verdad para alcanzar el poder y fabricarse una imagen virtuosa a partir de un comportamiento patológico", expresan los escritores.
CELIBATO LA ÚLTIMA OPCIÓN
El que los curas tengan esposa y así no cometan actos de pedofilia es una opción que la Iglesia Católica, al parecer no está dispuesta a tomar. Dicen que el casarse no es sinónimo de que no habrá pedofilia y que para hacer mejor su obra, es mejor permanecer en el celibato, lo que se traduce en privar su sexualidad, su humanidad.
Durante nuestro reporteo nos encontramos con muchas trabas y un gran misticismo, sobre lo que tiene que ver con la discreción de la Iglesia y otras sectas con ideas que a momentos rayan de conspirativas. Es por esto que para finalizar decidimos que pueda responder a la interrogante un chileno, el Cardenal Jorge Medina, alto miembro del Vaticano, a quien el periodista Laureano Checa encaró preguntándole si sería posible erradicar las prácticas pedófilas del seno de la Iglesia.
"Erradicar, esa es una palabra...habría que erradicar al demonio. No hay ninguna reja que impida al demonio hacerse presente, el demonio se mete por todas partes, también a través del apetito de poder y de dinero...La Iglesia no está al margen de la tentación, ...los hombres de la Iglesia, digo", aseguró el Cardenal Protodiácono del Colegio Cardenalicio del Vaticano.
El Ciudadano
¿El cura Piccardo era homosexual?
El cura Benedicto Piccardo fue encontrado muerto, atado y amordazado, en su departamento ubicado en el sector Seminario de Puerto Montt, en un caso donde no han faltado insinuaciones respecto los verdaderos motivos del asesinato, que pasarían por una conducta homosexual del sacerdote. Si el prelado era o no homosexual no fue relevante en el juicio, pues no es delito serlo ni dentro o fuera de la Iglesia.
Por ello nos detenemos en este caso. La opción sexual del extinto fue materia técnica y pública, y la defensa se jugó a ello para demostrar que los acontecimientos fueron derivados desde ese tema; que había entre los acusados (Alex Escalante y Gonzalo Caetano) y el fallecido una relación de comercio sexual que, en un momento dado, derivó en alguna acción violenta contra su persona, pero no que se asociaron expresamente para robar y asesinar al clérigo.
"Mi defendido (Escalante) siempre manifestó que la concurrencia al departamento del señor Piccardo tenía un propósito de trato carnal remunerado. Aseguró que era una relación de comercio sexual. Por ello les abrió la puerta voluntariamente. Con esto se probó que no entraron de forma violenta", dijo a El Ciudadano el defensor Germán Echeverría.
En este sentido las declaraciones del jefe del Servicio Médico Legal de Puerto Montt, doctor Germán Quappe, fueron aclaratorias. El profesional reconoció que Piccardo portaba una enfermedad de carácter sexual al momento de morir, pues declaró que cuando le practicó la autopsia se pudo apreciar, entre otras contusiones, la presencia de lo que denominó como "lesiones verrucosas perianales", las cuales fueron fijadas con fotografías.
La autopsia practicada por Quappe fue cuestionada por los defensores de los acusados, por lo que en octubre del año pasado se debió repetir, exhumándose el cuerpo del religioso desde la cripta del cementerio católico de Puerto Montt.
En la segunda diligencia, los restos del cuerpo sin vida, junto a los documentos de análisis, e informes de la autopsia original fueron revisadas y discutidas por el médico legista puertomontino, con dos peritos del Ministerio Público, y otro de la Defensoría Penal, quienes además analizaron muestras obtenidas desde el cuerpo, y las fotografías de la primera autopsia.
Sobre ese punto, el perito que fue presentado al tribunal por el Ministerio Público, fue interrogado por Germán Echeverría, quien cuestionó al médico respecto del análisis de esas lesiones, y si ellas correspondían a una enfermedad venérea denominada como condilomas acuminados, de acuerdo a la precisión realizada por el perito de la defensoría tras analizar la información acumulada de los exámenes forenses.
"La impresión personal mía es que esas lesiones corresponden a lesiones de tipo condilomatoso", dijo el médico del SML en el diálogo con el abogado de la Defensoría Penal Pública, ante el asombro de la repleta sala del tribunal de juicio oral.
A continuación transcribimos parte del interrogatorio:
-Germán Echeverría: ¿Y el condiloma es una enfermedad de carácter sexual?
-Germán Quappe: Correcto, es considerada una enfermedad de transmisión sexual
-GE: ¿Qué significa eso?
-GQ: Significa que se transmite por vía sexual
-GE: ¿En este caso, por acceso carnal de carácter anal?
-GQ: Correcto, contacto sexual con una persona contaminada.
La versión del perito vino a apoyar lo señalado por los abogados de Alex Escalante y Gonzalo Caetano, que desde sus alegatos de apertura del juicio oral han afirmado que sus defendidos no fueron al departamento para matar y robar al cura, sino que a prestarle servicios sexuales, que ellos denominaron como "trato carnal remunerado".
Tomado de www.elciudadano.cl
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