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jueves, 3 de mayo de 2007

Embarazo en la adolescencia

ENSAYO "POLLITOS Y EMBARAZADOS"

DIANA MARCELA MORENO L
Estudiante de Psicología
Corporación Universitaria
Ibagué. Tolima

La problemática del hombre es tan extensa y variada como su propia historia mas aun cuando se toma en cuenta la directa influencia que ha ejercido y sigue ejerciendo el entorno, en el comportamiento de los individuos y por lo tanto en el surgimiento o resolución de los inconvenientes propios de la naturaleza humana. En ese orden de ideas, se hace evidente la manera en que el mundo de hoy y su frenético ritmo de crecimiento ha arrastrado a muchos hacia lo que, visto desde cierta óptica, representa uno de los prejuicios mas grandes para la sociedad: la lucha, constante e incansable por la obtención de una vida perfecta. Donde el embarazo en la adolescencia es considerado un problema de salud pública, por las repercusiones negativas que tiene en el binomio madre hijo y su proyección en la esfera social, económica y demográfica.

Pues la adolescencia, es concebida, como una de las fases de la vida más fascinantes y quizás más complejas, una época en que la gente joven asume nuevas responsabilidades y experimenta una nueva sensación de independencia. Donde los jóvenes buscan su identidad, aprenden a poner en práctica valores aprendidos en su primera infancia y a desarrollar habilidades que les permitirán convertirse en adultos atentos y responsables. Cuando los adolescentes reciben el apoyo y el aliento de los adultos, se desarrollan de formas inimaginables, convirtiéndose en miembros plenos de sus familias y comunidades y dispuestos a contribuir. Llenos de energía, curiosidad y de un espíritu que no se extingue fácilmente, los jóvenes tienen en sus manos la capacidad de cambiar los modelos de conducta sociales negativos y romper con el ciclo de la violencia y la discriminación que se transmite de generación en generación. Con su creatividad, energía y entusiasmo, los jóvenes pueden cambiar el mundo de forma impresionante, logrando que sea un lugar mejor, no sólo para ellos mismos sino también para todos.

Donde en nuestro país, enfrentamos una crisis económica, política, social y moral, que dificulta buscar salidas reales a éstos problemas de salud, los cuales se agravan cada vez más por el aumento de casos que presenciamos día a día. En el cual las madres adolescentes corren el riesgo de tener problemas a larga duración en muchos aspectos importantes de la vida, incluyendo el fracaso en la escuela, la pobreza o pueden tener diferentes tipos de reacciones emocionales, como la ira, la culpabilidad y el negarse a admitir el problema. Si el padre es joven también y se involucra, es posible que las mismas reacciones ocurran con su familia.

Así, como puede que algunas no quieran tener el bebé lo pueden querer de manera confusa e idealizada otras adolescentes pueden ver la creación de otra vida como un logro extraordinario, pero sin darse cuenta de las responsabilidades que esto conlleva algunas pueden querer quedarse con el bebé para complacer a otro miembro de la familia algunas pueden querer al bebé por tener alguien a quien amar, pero no se dan cuenta de la cantidad de atención que requiere la criatura muchas no pueden anticipar que ese bebé tan adorable puede hacer demandas constantes o ser muy irritante, algunas se sienten abrumadas por la culpabilidad, la ansiedad y el miedo al futuro, donde la depresión es muy común entre las adolescentes embarazadas, pues puede haber momentos en los que las reacciones emocionales y el estado mental requieran que se refiera a un profesional de la salud cualificado.

Por otra parte los bebés nacidos a adolescentes corren el riesgo de ser abandonados y abusados porque las madres jóvenes no saben cómo criarlos y están muy frustradas por las demandas constantes del cuidado de los pequeños. Los padres de adolescentes pueden prevenir los embarazos de sus hijas mediante una comunicación abierta y si les dan consejos acerca de la sexualidad, anticoncepción y de los riesgos y las responsabilidades que conllevan las relaciones sexuales y el embarazo. Algunas adolescentes tienen que dejar de ir a la escuela para tener al bebé y luego no regresan. Así, la adolescente embarazada pierde la oportunidad de aprender las destrezas necesarias para obtener empleo y para sobrevivir en el mundo de los adultos. Las clases en la escuela acerca de la vida en familia y la educación sexual, así como las clínicas que ofrecen información a los jóvenes acerca de la reproducción y el control de la natalidad, pueden también ayudar a prevenir el embarazo no deseado.

Por tanto una función importante de los padres y miembros de la institución, donde se encuentren estos jóvenes, es hablarles sobre las preocupaciones acerca de la masturbación, la menstruación, las medidas contraceptivas, el embarazo y las enfermedades transmitidas sexualmente. Donde algunos adolescentes también batallan con los conflictos acerca de los valores familiares, religiosos o culturales. La comunicación abierta y la información precisa que brinden los padres aumenta las probabilidades de que los adolescentes pospongan el sexo y de que usen los métodos apropiados de control de la natalidad una vez que comiencen su vida sexual.

Sin embargo, muchos padres evitan o posponen esta discusión. Cada año cierto número de niñas adolescentes quedan embarazadas o se contagia con una enfermedad transmitida sexualmente. Los niños y adolescentes necesitan información y dirección de sus padres para ayudarlos a tomar decisiones saludables y apropiadas con respecto a su comportamiento sexual, ya que pueden estar confundidos y estimulados en exceso por lo que ven y escuchan. La información sobre el sexo obtenida por los niños de la Internet puede a menudo ser inexacta y/o inapropiada.

Por tanto el hablar con sus hijos puede ayudarlos a tomar las mejores decisiones para ellos sin sentirse presionados para hacer algo antes de que estén listos. Si se ayuda a que los niños entiendan que éstas son decisiones que requieren madurez y responsabilidad, se aumenta la probabilidad de que escojan las decisiones buenas o correctas. También ayuda a estimular a su hijo a hablar y a hacer preguntas. El cual se debe desarrollar usando palabras que se entiendan y hagan que el niño se sienta cómodo, se debe mantener una atmósfera calmada y libre de críticas para sus discusiones, tratar de determinar cuál es el nivel de conocimiento y entendimiento del niño, establecer la relación entre el sexo y el amor, la intimidad, el hacerse cargo de los otros y el respeto propio y por su pareja, mantener el sentido de humor y no tener temor de hablar acerca de su propia incomodidad. Así como compartir abiertamente sus valores y sus preocupaciones, discutir la importancia de la responsabilidad al escoger y tomar decisiones. y por ultimo ayudar a al joven a considerar los puntos a Favor y en contra de sus alternativas. Pues al desarrollar una comunicación abierta, sincera y continua acerca de la responsabilidad, el sexo y las alternativas, ellos pueden aprender acerca del sexo de una manera positiva y saludable.

Por tanto como futuros psicólogos, podemos unirnos con varias entidades, como "cero pollitos embarazados, profamilia, dirección Materno Infantil del M.S.A.S., etc. Para contribuir a evitar embarazos en adolescentes, implementando diferentes estrategias, básicamente de índole educativo con el objeto de promover conductas saludables, y a las futuras madres dar una atención integral, sentida y real destinada a prevenir complicaciones y a lograr que el embarazo evolucione satisfactoriamente para obtener un niño sano.

BIBLIOGRAFÍA:

  • ENCICLOPEDIA DE LA SEXUALIDAD. editorial océano S.A. Barcelona España. tomo.1.
  • HOWARD C. WARREN. Diccionario de psicología. editorial Fondo de cultura economía. México- buenos aires. 1948

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