Problemas sexuales en la pareja: aspectos psicodinámicos de la sexualidad

Tomado de: www.noticiastrujillo.com

domingo, 10 junio 2007

Dr. Antonio Arbulú Neira CPS.P .0269 En todas las sociedades encontramos la conducta sexual. No existen grupos asexuales y los individuos muestran o sienten inclinaciones sexuales prácticamente sin excepción. La sexualidad humana es sumamente compleja (el hombre es el único animal que hace el sexo por placer y no sólo con afán de reproducción, como en las demás especies de animales, ahora se estima que también eso sucede con los delfines, pero esto aún está en investigación). La sexualidad humana comprende dinamismos fisiológicos, biológicos y psíquicos, que se hacen más fuertes e intrincados por el efecto de la represión, del conflicto y de las prohibiciones. Nuestra cultura ha convertido la sexualidad en un campo de batalla, en una lucha de fuerzas contrarias: la prohibición, la incertidumbre y el sentimiento de culpa, por una parte; y por la otra, el deseo, la capacidad innata de excitación y la exigencia corporal, social y psíquica de satisfacción. El hombre nace sexuado y muere sexuado, lo que se tiene que aclarar es la diferencia existente en la actividad sexual que se realiza, donde ingresan los parámetros culturales. Hay culturas sexofóbicas (que catalogan a la sexualidad desde una perspectiva negativa, limitándola sólo para efectos de la reproducción y donde toda expresión sexual más allá de esta dimensión es fuertemente censurada); y hay culturas sexofílicas (que la consideran normal en su ejecución y donde el disfrute y la complacencia, son contempladas naturalmente, al margen de la reproducción por sí sola). Las primeras por lo general crean conflictos entre sus miembros, que tienen que cargar con el gran peso de la culpa, si se entregan al mero disfrute coital. Las segundas, son más saludables y no estimulan la promiscuidad, como podría vincularse a su concepción. Actualmente, las culturas llamadas moralistas-prohibitivas, están girando hacia una mayor apertura y tolerancia, pero manteniendo aún el concepto rígido de lo que "se puede, pero no se debe". El acto sexual humano va acompañado de recompensas y esto se relaciona con lo siguiente: el placer humano puede obtenerse en distintas esferas.En primer lugar, está la recompensa más directa y específícamente sexual, que es el orgasmo, este es el máximo placer o recompensa obtenible en el área sensorial.Hay muchos placeres que son sexuales, de una manera directa o de una manera indirecta, ejemplo el tacto, es decir el placer de tocar a otra persona; la excitación misma, el besar: hay también recompensas psicológicas, como el gusto de sentirse amado y de amar, la autoestima crece, el apoyo afectivo que se obtiene, la liberación de inhibiciones, etc; son también recompensas muy significativas. El psicoanálisis, credo por Sigmund Freud, en su teoría pansexualista, postula al concepto de que los seres humanos, poseemos un núcleo energético donde radican los impulsos, llamados de gratificación inmediata por su imperiosa necesidad que demandan sean satisfechos en el momento que surgen. Uno de ellos es conocido como Eros(vida, construcción, asociación) y el otro como Tánatos (muerte, destrucción, disociación).Estos impulsos están presentes desde que nacemos, y se desplazan con sus respectivas energías: la libido (Eros) y la destrudo (Tánatos). Y acerca de la evolución psicosexual, que Freud denominó Fases de Desarrollo Psicosexual, sostiene que la libido se desplaza de una zona corporal a otra donde tiene en ese estadio su cuartel de operaciones, y las nombra: Oral, Anal, Fálico, Uretral, Genital. Como quiera que el ser humano está inmerso en una cultura y ésta puede ser prohibitiva(como la nuestra)entonces se genera una lucha entre el impulso, el control interno a través de lo que se constituye como la conciencia moral y el medio ambiente donde se dirige ese impulso para satisfacerse, que puede o no ser favorecido por el medio. Es toda una situación compleja que nos ayuda a mantener el equilibrio o a romperlo, llegando incluso a disociarnos. En pareja se contempla que cada miembro del par, trae consigo una serie de disposiciones, "permisos", "prohibiciones", actitudes frente a la sexualidad; que pueden facilitar la relación o también alterarla. Hay una comunicación genital que se debe considerar cuando hay crisis en pareja, y esa comunicación (que no puede brindarse bien) o la incomunicación genital es una de las más frecuentes dentro de las crisis que afrontan las parejas constituidas. Conocer que la sexualidad y la actitud hacia la misma, es diferente en el hombre y en la mujer, por la misma constitución bio-fisiológica y por las pautas programadas por la sociedad, sobre lo que debe ser el comportamiento sexual dentro de lo "normal y esperado" en la pareja, ayuda mucho en la resolución de la crisis, que desde ese aspectos afrontan los miembros del par. Los problemas en la pareja, desde la perspectiva sexual, se pueden observar desde los siguientes ángulos: en la Pareja en sí; en el Varón y en la Mujer. El primero se relaciona con conceptos pré-concebidos y promocionados por la cultura. El segundo y tercero, tienen que ver con los diferentes complejos tanto en el varón como en la mujer, que obstaculizan el buen desempeño de un coito saludable y placentero. Debemos asumir la sexualidad con la naturalidad propia de todo aporte que nos brinda la misma naturaleza, de ahí deviene esa concepción: lo da la naturaleza, entonces la sexualidad es natural. Han tenido que suceder situaciones amenazantes o no recompensadas positivamente para que surjan los problemas o crisis en relación con ella y que afecta a la relación de pareja.

Ultima modificación ( lunes, 11 junio 2007 )