Reforzar actitudes positivas

La educación ha de ser acordada en conjunto por los cónyuges y no se
puede dejar a la improvisación o al azar. Os animo a los padres y madres
a que, con lápiz y papel, vayáis anotando actitudes positivas, buenas
costumbres, virtudes destacadas de cada hija o hijo. Seguro que tienen
muchas, pero ¿por qué casi siempre se les dice las que tienen que
mejorar o son negativas?
A veces insistimos en recordar a los niños asuntos que tienen que
mejorar o acciones que hacen mal. Al final, el niño puede pensar que
vale poco y que sólo tiene cosas malas o a mejorar, y esto no es cierto,
seguro que tiene un montón de actitudes buenas y virtudes fantásticas
que no están reforzadas positivamente. Es más, puede que haya
capacidades trabajadas con esfuerzo que ni el niño sabe que tiene
afianzadas.

Valga como ejemplo una conversación con unos padres: Tienen un hijo
de 12 años, del cual soy tutor, que últimamente no estaba rindiendo a su
nivel habitual. Les pregunto si ocurre algo. Me dicen que todo va bien y
les cuestiono si felicitan al niño cuando día tras día ha llevado buenas
notas y ha tenido un buen comportamiento (en relación al esfuerzo,
auto-superación, constancia, gusto por lo bien hecho y bien presentado,
etc.). Me sorprendí cuando me dijeron que no, que ya estaban
acostumbrados a que obtenga esas buenas notas y casi ni se lo valoran.
Lo mismo ocurre en el deporte, hemos de reforzar como padres o
entrenadores las actitudes positivas que observemos en los chicos y
chicas. No importa ganar o perder, al fin y al cabo ganar es normalmente
una consecuencia de hacer las cosas bien, de esforzarse, de saber
gestionar los miedos, y, por qué no, de hacerlo con deportividad. Para
ellos, la confianza en uno mismo es clave. ¿Y cómo un deportista puede
ganar confianza en sí mismo?:
. Viendo cómo puede valerse personalmente y, tras el esfuerzo,
conseguir lo que se propone.
. Dar todo lo mejor de sí mismo, para no poder echarse nada en cara después.
. Tener presente lo que los demás opinan de él y le aconsejan, sobre
todo cuando todavía son pequeños.
En conclusión, el refuerzo positivo de aquellas capacidades y
disposiciones buenas que vuestros hijos tienen, será un paso previo para
hablar de aquellas otras cosas que han que mejorar.

Leonardo Ghiringheli