Hace unos días un amigo me decía que estaba descubriendo que es mejor amigo que pareja. Una buena amiga le respondía que todos somos mejores amigos, que el sexo es lo que echa a perder todas las relaciones. Lo cierto es que el sexo las complica y que a pesar de que sabemos o intuimos que después del sexo los contextos y las situaciones cambian, frecuentemente la prudencia es derrotada por 237 razones.
En la edición de agosto de Archives of Sexual Behavior psicólogos de la Universidad de Texas, publican y categorizar las 237 razones que arrojó su encuesta sobre porqué deseamos tener sexo hombres y mujeres. En este link pueden ver las primeras 50 divididas por género: http://www.livescience.com/health/070731_top_fifty.html
El autor dice que esta investigación descubre la complejidad psicológica de los individuos con respuestas que van del amor a la venganza, pasando por el aburrimiento, la oportunidad, el prestigio y la curiosidad. Yo no estoy de acuerdo: encontrar 237 razones para tener sexo con la misma persona puede ser maravilloso aunque seguramente complejo; pero que entre la humanidad entera con todas nuestras particularidades individuales, sólo encontremos 237, quizá es una falta de imaginación, sobre todo cuando leemos en The Female Brain, de la neuropsiquiatra Dr. Louann Brizendine, que el 85 por ciento de los hombres entre 20 y 30 años piensan en sexo cada 52 segundos. ¿Por qué entonces la falta de creatividad? Seguro no queda por dedicación al tema.
Ayer, comentando esta nota, un querido amigo se ofrecía a aportar la 238 "como investigación empírica para escribir un blog". Su amable oferta no fue aceptada, pero en la conversación surgieron muchas otras que no están enumeradas en la encuesta: porque es lesbiana, porque no lo voy a volver a ver, para prevenir el acné, para ir con ganas a la oficina, para concentrarme, etc. Principalmente hay una que es básico rescatar. Es una frase de la película "Sexo, pudor y lágrimas" que conocemos aún los no la vimos: el sexo es para socializar.
Según Helen Fisher, una famosa antropóloga que estudia la química del cerebro involucrada en el amor y el sexo de acuerdo al género, explica que hay tres motores para las interrelaciones: el sexo, el amor -cuya actividad cerebral es muy parecida a la de la cocaína- y el apego. Aunque uno, no necesariamente lleve al otro, el orgasmo genera las sustancias químicas necesarias para generar y sentir apego. Cuando no hay orgasmo, no hay apego y sin apego no hay sociedad. Una razón más para tener sexo sería el compromiso social.
En los setentas, James W. Prescott, se dijo convencido de que la privación de placer físico constituye la principal raiz de la violencia. "Cuando los circuitos del placer están encendidos, los de la violencia están apagados y viceversa. Entre los seres humanos, una personalidad orientada hacia el placer manifiesta raramente un comportamiento agresivo mientras que una personalidad violenta casi no es capaz de experimentar y de gozar de actividades sensualmente placenteras. Si el placer o la violencia acrecenta, el otro decrece." http://www.violence.de/prescott/bulletin/article.html Entonces, aunque parezca excusa, ¿qué mejor razón para tener sexo que acabar con la violencia mundial?. quizá y con suerte y las luces apagadas, el sexo también sirva para combatir el calentamiento global
Tomado de www.milenio.com
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