José Miguel Gómez - 7/15/2007 5:12:00 AM
| | Hoy sabemos que cientos de personas - más mujeres que hombres - son víctimas de hostigamiento sexual en universidades, hospitales, clínicas, empresas y escuelas. El acoso sexual se practica donde exista una relación de poder, o sea, donde alguien debido a la posición que representa, ejerce una función sobre la otra persona logrando presionar, chantajear, acosar sexual y moralmente para obtener la gratificación de su víctima: conseguirle un empleo, aumentar el salario, un mejor puesto, pasarle un examen etcétera. Sin embargo, el acosador como todo un enfermo que apuesta al todo y a todas las formas, solicita un "anticipo" como prueba de "buena fe" para encaminar dicha gratificación. Mientras el acosador sienta la necesidad económica, social y circunstancial de sus víctimas, más le presiona y, más aún, si reconoce lo vulnerable de la mujer en término psico-sociales y emocionales. En el caso de los hombres el acoso, más frecuente es tipo moral, y se convierte en acoso sexual, sí el acosador tiene preferencia y orientación homosexual. El acoso sexual y moral tiene permiso de reproducirse en instituciones débiles, sin reglas, sin normas; donde cualquier perverso ataca a sus víctimas amparado en la permisividad social. Solamente hay que tratar el tema, sensibilizar a las víctimas a buscar la ayuda, y las empresas y universidades crear la red contra el acoso sexual. | | |
Tomado de
www.listindiario.com.do
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