. Según diversos estudios, un 16% de los menores a nivel mundial pueden padecer anorexia.
Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
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Las exigencias de la moda y los parámetros de belleza que impone la sociedad hace que también los niños dejen de comer para estar en "forma" lo cual los lleva a caer en trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa. Este mal es un rechazo compulsivo al consumo de alimentos que padecen quienes están obsesionados con su peso e imagen corporal y aunque se piensa que es una enfermedad de adultos, los menores de edad también pueden padecerla.
Según diversos estudios médicos, a nivel mundial alrededor de un 16% de los niños sufren anorexia y se manifiesta en una de cada 100 mujeres entre los 16 y 18 años y entre 5% y 10% de los hombres.
"Es un problema que va en aumento, se ven casos desde antes de los 18 años y hay una incidencia mayor durante la adolescencia. La anorexia nerviosa es una alteración de la percepción de la imagen corporal una patología que tiene un trasfondo psicológico unida al comportamiento alimentario. Las niñas empiezan antes que los varones y se da con mayor frecuencia en ellas pero en los hombres va en aumento", dijo la nutricionista de Abbott, Sharon Ryan.
Ryan indicó que es necesario distinguir entre una anorexia nerviosa y otra fisiológica pues en esta última es solo un comportamiento "melindroso" del niño o que simplemente no le dan ganas de comer porque está más interesado en jugar que en comer, sin embargo la nerviosa es cómo la persona o el niño se ve a sí mismo y se ven gordos, cuando en realidad no lo están.
Señales
Los niños que presentan anorexia usualmente muestran otros problemas psicológicos como trastornos de ansiedad o afectivos, son introvertidos, irritables y depresivos por ello los padres deben estar atentos a las señales.
"Es un hecho que la influencia de la moda y las tendencias del consumismo han desempeñado un papel importante para que muchos menores dejen de comer y quieran parecerse a las estrellas de cine o la farándula que muestran delgadez extrema" indicó Ryan.
La especialista comentó que uno de los indicativos que los padres pueden observar en los menores es cuando se preocupan mucho por su imagen corporal y excluyen muchos alimentos e incluso pueden consumir laxantes lo cual sería una anorexia bulimia que es muy frecuente que se dé, ya que por lo general ambos trastornos están asociados.
También, otra señal es que los menores abusen de la actividad física y luzcan una delgadez extrema.
"A veces los papás dicen que es que los hijos solo se preocupan por su imagen y que es normal, pero no lo es cuando no comen, Los niños con este trastorno pueden ser muy perfeccionistas y tener baja autoestima" agregó la nutricionista.
Pueden además tener un miedo extremo a volverse obeso incluso cuando está perdiendo peso o negarse a mantener un peso corporal mínimo normal.
Daño
Cuando las personas dejan de comer presentan una carencia de nutrientes importantes que solo proporcionan los alimentos lo cual puede tener consecuencias graves en su salud y su organismo puede alterarse severamente.
En el caso de los niños la situación empeora porque están en pleno crecimiento y desarrollo y esas deficiencias nutricionales pueden conllevar graves problemas de salud y tener consecuencias tan drásticas como la muerte.
En el caso de la bulimia que es provocarse el vómito, el esófago se erosiona lo que puede producir un orificio que se infecta, además hay un desgaste en los dientes por el ácido del vómito.
Si el niño presenta un desorden alimenticio, es fundamental que no pierda los nutrientes que el cuerpo necesita por lo que se pueden administrar suplementos nutricionales como Pediasure mientras se recibe la ayuda profesional.
La nutricionista indicó que en cuanto los padres de familia observen señales de alguno de estos trastornos acuden al especialista y el tratamiento más recomendado es recibir tratamiento con un equipo interdisciplinario como nutricionistas y psicólogos.
Tomado de www.prensalibre.co.cr
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