Una investigación demostró que la ira, la hostilidad y la depresión pueden desencadenar enfermedades cardíacas.
Nuevas investigaciones científicas demuestran que los ataques de ira y hostilidad aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La más reciente evidencia surge a partir de un estudio realizado por Stephen Boyle, del Centro Médico de la Universidad de Duke, de Estados Unidos, en 313 veteranos de Vietnam que se encontraban sanos. Al monitorear su salud, se encontró que la ira, la hostilidad y la depresión conducían a subir el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes e hipertensión.
Hicieron un seguimiento de los participantes en el estudio durante 10 años. Les realizaron exámenes físicos regulares, que incluyeron varias pruebas médicas. Y también los sometieron a evaluaciones psicológicas a través de cuestionarios estandarizados que permitían determinar los niveles de hostilidad, ira y depresión.
¿Cómo llegaron a los resultados? Los científicos midieron un parámetro: los niveles de la proteína C3 en la sangre, que indica la inflamación de las arterias coronarias, un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Controlaron otras variables y hallaron que el 25% de los participantes con mayores niveles de ira, hostilidad y depresión tenían un aumento significativo y constante en los niveles de la proteína C3. En cambio, en el 25 % de los veteranos con menos niveles de ira, hostilidad y depresión no se registraron cambios.
Según le dijo Boyle al diario The New York Times, la inflamación (indicada por los niveles de la proteína en la sangre) aumenta el riesgo de padecer hipertensión, diabetes y enfermedad de las arterias coronarias. Concluyó que lo mejor es controlar los niveles de enojo.
Hicieron un seguimiento de los participantes en el estudio durante 10 años. Les realizaron exámenes físicos regulares, que incluyeron varias pruebas médicas. Y también los sometieron a evaluaciones psicológicas a través de cuestionarios estandarizados que permitían determinar los niveles de hostilidad, ira y depresión.
¿Cómo llegaron a los resultados? Los científicos midieron un parámetro: los niveles de la proteína C3 en la sangre, que indica la inflamación de las arterias coronarias, un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Controlaron otras variables y hallaron que el 25% de los participantes con mayores niveles de ira, hostilidad y depresión tenían un aumento significativo y constante en los niveles de la proteína C3. En cambio, en el 25 % de los veteranos con menos niveles de ira, hostilidad y depresión no se registraron cambios.
Según le dijo Boyle al diario The New York Times, la inflamación (indicada por los niveles de la proteína en la sangre) aumenta el riesgo de padecer hipertensión, diabetes y enfermedad de las arterias coronarias. Concluyó que lo mejor es controlar los niveles de enojo.
Tomado de www.larazon.com.ar


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