Quienes no pueden abandonar el cigarrillo por sí solos necesitan apoyo psicológico y la prescripción de medicamentos adecuados. El especialista Ramón Rojas destacó que los procedimientos deben ser personalizados. Las etapas de cambio en el paciente.
"Muchas personas deciden dejar de fumar y lo logran por sí solas. Pero la mayoría necesita ayuda; no siempre se trata de una cuestión de voluntad. Son individuos que quieren abandonar el cigarrillo pero no pueden; a ellos están dirigidos los tratamientos médicos", indicó Ramón Angel Rojas, presidente del 35º Congreso Argentino de Medicina Respiratoria que se realizará en Tucumán desde el sábado hasta el lunes.
Rojas indicó que muchas de las terapias que ofrece la medicina alternativa no sólo son ineficaces sino que dañan al paciente. "Lo dejan con la sensación de que abandonar el hábito de fumar es imposible para él", explicó. Por eso, el especialista destacó que un tratamiento para dejar de fumar, necesariamente, debe ser integral y personalizado. "Cada persona es diferente y se encuentra en una etapa particular de su vida, rodeado de circunstancias específicas y todo ello debe ser tenido en cuenta por el profesional", añadió.
El médico puntualizó que los dos primeros pasos para dejar de fumar son la decisión y la motivación. "Cuanto más fuertes son ambas, más posibilidades hay de alcanzar el éxito. Si no fuera así, no se trata de esperar a que el paciente encuentre la fuerza por sí mismo. Una vez que ha manifestado su deseo de dejar de fumar, el médico tiene la responsabilidad de ayudarlo a reforzar su decisión y su motivación", añadió.
Sobre el tratamiento integral, Rojas dijo que este consiste en la asociación de un medicamento y una terapia cognitiva. "Es necesario hacer una evaluación del paciente, determinar el nivel de adicción que tiene y el grado de motivación con que cuenta para dejar de fumar; luego se puede elaborar el tratamiento adecuado para esa persona", indicó.
El especialista destacó que los fumadores presentan tres etapas de cambio. En primer lugar está la precontemplación, propia del adolescente, cuando no se plantea dejar de fumar. Sin embargo, a ellos les sirve recibir ser informados y educados porque esto puede producir un cambio de conducta. En segundo lugar está la contemplación, que es quien ya piensa en la posibilidad de abandonar el cigarrillo. Por lo general tiene una presión interna y externa para hacerlo. Por último se da la etapa de preparación-acción, que es cuando se decide y hace lo necesario para dejar de fumar.
Tomado de www.lagaceta.com
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