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jueves, 22 de noviembre de 2007

Adolescencia normal vs adolescencia patológica

 
     
   
 
 La adolescencia es un período de transición entre la pubertad y la vida adulta. En las diferentes sociedades este período puede variar según el reconocimiento de la condición adulta que se le da al individuo Etimológicamente la palabra no significa "adolecer" o "carecer" de algo, a diferencia de lo que muchos creen, ya que deriva del verbo latín adolescere que significa crecer.

Esta transición se realiza no solamente desde el punto de vista biológico (aumento de peso, talla y secreciones hormonales) sino que se extiende a esferas psíquicas, sociales, intelectuales y sexuales.

En general la duración de la adolescencia se ha prolongado en la medida en que en las sociedades industriales se ha incrementado el período de dependencia. Es muy difícil señalar el límite entre lo normal y lo patológico en la adolescencia, ya que toda la conmoción de este período debe ser estimada como normal pero sí podría considerarse como anormal la presencia de una estabilidad total en el sujeto durante dicho proceso.

El adolescente atraviesa por desequilibrios e inestabilidad extremas de acuerdo a lo que conocemos de él. Nos muestra períodos de ensimismamiento, alternando con audacia, timidez, incoordinación, desinterés o apatía que se suceden con conflictos afectivos, crisis religiosas que pueden ir del ateísmo anárquico al misticismo fervoroso, intelectualizaciones y preguntas filosóficas, conductas sexuales dirigidas desde la masturbación hasta la homosexualidad ocasional.

Por todo esto, a dicha etapa se la prefiere llamar "síndrome normal de la adolescencia", ya que podemos observar la conducta juvenil como algo aparentemente seminormal o semipatológico, pero que desde el punto de vista de la psicología evolutiva y de la psicopatología aparece como algo coherente, lógico y normal, como período de crecimiento.

Las características del llamado síndrome normal de la adolescencia son:

1. Búsqueda de sí mismo y de la identidad.

Desde la pubertad comienza a haber varios cambios físicos que van desde la activación de las hormonas que producen el estímulo necesario para la activación sexual, la producción de óvulos y espermatozoides maduros, el desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias, así como las modificaciones fisiológicas del crecimiento general del cuerpo. Tomando en cuenta que el esquema corporal es la representación mental que el sujeto tiene de sí mismo, aquí es de fundamental importancia el duelo con respecto al propio cuerpo infantil perdido, que obligan a la modificación del esquema corporal y del conocimiento físico de sí mismo.

Al mismo tiempo que ocurren estos cambios, el adolescente va integrando las concepciones que de él mismo tienen otras personas, grupos e instituciones y va asimilando los valores que constituyen su ambiente social. Por lo que es necesario ir integrando todo lo pasado, lo experimentado, también lo que había sido desechado con las nuevas exigencias del medio y con las urgencias instintivas y sus relaciones interpersonales.

El adolescente necesita darle a todo esto continuidad dentro de su personalidad. Todo esto lleva en algunos casos a una identidad negativa, ya que es preferible ser drogadicto o burlón a no ser nadie, esto es lo que lleva a problemas como delincuencia, pandillas, drogas, etc. El adolescente al estar sobrecargado de tantos cambios empieza a adoptar distintas identidades ya que recurre a las que se le presenten como más favorables en ese momento, por lo que hay identidades transitorias adoptadas por un cierto período, identidades ocasionales que se dan ante situaciones nuevas, e identidades circunstanciales que suelen confundir a los adultos.

Estas identidades son adoptadas simultáneamente por los adolescentes y están relacionadas con el proceso de separación de los padres y con la búsqueda y aceptación de una identidad independiente.

2. Tendencia Grupal.

En esta búsqueda de identidad el adolescente recurre como comportamiento defensivo a la uniformidad grupal que puede brindar seguridad y estima personal por lo que surge el espíritu de grupo. A veces el proceso de identificación masiva es tan intenso que la separación del grupo parece imposible y el individuo pertenece más al grupo que a su familia, por eso se inclina a los dictados del grupo en cuanto a vestimenta, preferencias, costumbres, etc.

Así como puede llegar a presentar actitudes violentas y actos de tipo vandálicos, donde algunas personas pueden llegar a quedar estancados. Se transfiere al grupo gran parte de la dependencia que antes se mantenía con los padres. Pareciera que el adolescente no tuviera nada que ver con lo que hace, lo que puede explicar actitudes que aparentemente implican una gran independencia de sus padres pero que se contradicen inmediatamente con demandas y pedidos de ayuda que revelan la extrema dependencia que en realidad siguen teniendo.

3. Necesidad de Intelectualizar y Fantasear.

Esta es una de las formas típicas del pensamiento adolescente, ya que la necesidad que la realidad impone de renunciar al cuerpo, al rol y a los padres de la infancia, enfrentan al adolescente con una vivencia de fracaso o impotencia frente a la realidad externa, esto lo obliga a recurrir al pensamiento para compensar las pérdidas que ocurren dentro de sí mismo y que no puede evitar. Tal huida al mundo interior permite una especie de reajuste emocional.

4. Crisis Religiosas.

El adolescente puede pasar por momentos de ateísmo y otros de devoción como situaciones extremas, ya que quiere dudar, quiere buscar, no decidirse, se pregunta quién es, para luego intentar darse una respuesta más o menos adecuada.

5. Desubicación Temporal.

Las urgencias que puedan tener son enormes por lo que a veces las postergaciones son aparentemente irracionales para ellos y al mismo tiempo pueden dejar pasar de largo o muy tranquilamente otras cosas, por lo que se busca que el adolescente poco a poco vaya integrando estas demandas con el tiempo real.

6. Evolución Sexual desde el Autoerotismo hasta la Heterosexualidad.

Se presenta un oscilar permanente entre la masturbación y los comienzos del ejercicio genital; se presentan la menstruación y la aparición del semen por lo que al ir aceptando su genitalidad inicia la búsqueda de la pareja en forma tímida pero intensa. Es el momento típico de enamoramientos fugaces e intensos, las caricias llegan a ser cada vez más profundas. La relación genital completa que ocurre en la adolescencia tardía es un fenómeno mucho más frecuente (40% al 60%) de lo que habitualmente se considera en el mundo de los adultos. La curiosidad sexual es frecuentemente expresada a través del exhibicionismo y el "voyeurismo" que se manifiestan en la vestimenta, el tipo de bailes, etc.

Es necesario tener siempre el concepto de bisexualidad y aceptar que la posición heterosexual adulta exige un proceso de fluctuaciones y aprendizaje en ambos roles, por lo que no deben considerarse patológicas las ocasionales experiencias homosexuales entre adolescentes. La forma en que integren su genitalidad dependerá en gran medida de los padres, la relación que éstos tengan y la información y comunicación que se maneje dentro de la familia, ya que la carencia de estos pilares es lo que lleva a embarazos no deseados, abortos, culpas y enfermedades venéreas hasta el sida.

7. Actitud Social Reivindicatoria.

No hay duda de que la constelación familiar es la primera expresión de la sociedad que influye y determina gran parte del comportamiento de los adolescentes. Pero el medio en el que se vive determina nuevas posibilidades de identificación y la incorporación de una gran cantidad de pautas socioculturales y económicas.

8. Contradicciones Sucesivas en todas las Manifestaciones de la Conducta.

Su conducta está dominada por la acción, hasta el pensamiento necesita llevarse al acto para poder ser controlado, por lo que el adolescente no puede mantener una conducta rígida, permanente y absoluta aunque muchos lo intentan y la buscan. La personalidad del adolescente es como una esponja, es permeable, recibe todo, por eso es que se habla de una anormalidad normal, ya que hay una inestabilidad permanente. El mundo adulto no tolera los cambios de conducta y exige del adolescente una identidad adulta que por su puesto no tiene por qué tener. Sólo el adolescente que presente problemas podrá mostrar rigidez en su conducta y no buscar rebelarse.

9. Constantes Fluctuaciones del Humor y del Estado de Ánimo.

Al presentarse tantos cambios en su vida tanto física como en sus conductas y gustos, el adolescente pasa por una serie de cambios en su estado de ánimo, que muchas veces ni él mismo puede llegar a comprender. Pero esto es debido a que ya que todo está cambiando tan rápidamente dentro de su vida pues de la misma manera cambia su humor.

10. Separación Progresiva de los Padres.

Así como los adolescentes se encuentran bajo una gran tensión debido a los cambios vividos y sufridos, sus padres se encuentran bajo la misma tensión por lo que el período de separación es difícil para ambos, ya que las dos partes tienen que renunciar a la fase infantil que tanto los unía para dar paso hacia la madurez en su relación.

La imagen internalizada de los padres con roles bien definidos permitirá una buena separación de éstos y facilitará al adolescente el pasaje a la madurez para el ejercicio de la genitalidad en un plano adulto.

A modo de conclusión me gustaría agregar que no debe constituirse esta etapa de desarrollo como un duelo de poder y fuerza ya que se acrecenta el carácter agresivo y el sentimiento de inferioridad característicos de este período. La actitud de los padres debe ser equilibrada, con afecto y brindando apoyo, información y orientación en la búsqueda de la identidad y hacia una autonomía. De esta manera, se logrará un camino mucho más sencillo y fructuoso hacia la madurez y la tranquilidad tan añorada tanto por el adolescente como por su familia.

No es sencillo determinar que la adolescencia se caracteriza por ser anormal por todo lo que en ella ocurre, se vive y se sufre, tanto para el adolescente como para su entorno familiar y social, pero todos estos cambios son los que nos llevan a lograr integrar nuestra personalidad. (todamujer.com)

Al haber tantas altas y bajas debidas a los cambios

*Muchos podrían llegar a considerar las actitudes de los adolescentes como patológicas

*Pero lo realmente patológico sería no sufrir todos estos cambios que van acompañados por la confusión

 

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