Que estas buscando?

lunes, 19 de noviembre de 2007

Cuando tu socio es tu pareja

 
¿Piensas establecer un negocio con la persona con quien compartes la cama?, asegúrate de poner todo en blanco y negro antes de empezar

Julie Stav


Prometer fidelidad y aceptar compartir con tu pareja "las alegrías y las penas hasta que la muerte los separe" (o al menos hasta que el divorcio los aleje) es parte del compromiso que juras frente al altar cuando te casas.

Sin embargo, en los votos matrimoniales tradicionales no existe una cláusula que involucre la apertura de un negocio junto al ser que amas.

La vida en pareja no es fácil, pero hay matrimonios que la llevan mejor que otros.

En algunos casos, montar una empresa con tu cónyuge marca el inicio de una separación; en otros es un fenómeno que fortalece más la relación.

Lo que sí está claro es que antes de que conviertas tu negocio en un "asunto de familia", hay varios puntos que debes considerar para que tu fracaso empresarial no salpique tu relación.

Como en todo negocio nuevo, la planificación es primordial, aunque es necesario también que exista una excelente comunicación en la pareja y que ambos compartan las mismas metas.

Antes de empezar, escribe esas metas en un papel para que se pongan de acuerdo. Pero sobre todo, a cada cual lo suyo…

Establezcan que cada quien tenga una responsabilidad distinta; puede ser que ambos tengan las herramientas necesarias para realizar el trabajo y satisfacer a sus clientes, pero es importante que cada uno sepa bien cuál es su papel especial en la empresa para así evitar posibles conflictos.

F Si bien las decisiones grandes de la empresa deben tomarse entre ambos, separar las responsabilidades es una forma excelente para compartir el poder y minimizar las discusiones.

En muchos pequeños negocios, uno de los dueños está a cargo quizás de las ventas, del desarrollo de nuevos negocios y de preparar propuestas y estimados, mientras que el otro podría encargarse de las necesidades administrativas de la operación, la contabilidad, la nómina, y todas las necesidades de oficina.

Además, desde el inicio hay que establecer un plan de escape. Antes de empezar el nuevo negocio con tu pareja, es necesario precisar una estrategia de salida.

Si bien es bueno augurar el futuro de la compañía antes de que arranque, hay que definir en qué dirección desean llevar el negocio. Es preciso establecer cuáles serían los riesgos financieros para la pareja en caso de que el negocio fracase, y qué planes tienen en caso de que decidan abandonarlo.

Es imperativo crear un presupuesto anual y saber cuánto dinero hay disponible para los gastos de la familia y los gastos del negocio. A partir de estos primeros pasos de definición al principio deben usar estas estrategias para tener éxito:

Crear un método para solucionar disputas. Una pareja que no puede llegar a un punto medio o solucionar disputas básicas, sin duda afectará al crecimiento de la empresa. Una forma para trabajar en paz es realizando reuniones semanales para ventilar preocupaciones, dialogar sobre el desempeño de la empresa y dar ideas de cómo mejorar el servicio o producto que ofertan. Lo importante es tratar de llegar a un acuerdo.

Y los niños, ¿quién los cuida? Es necesario tener un plan para determinar quién en la pareja se hace cargo de los hijos.

El hecho de que tengas un negocio en casa no quiere decir que no hay que cuidar de los pequeños. Una alternativa es intercambiarse las responsabilidades, según los horarios. Mientras uno trabaja, el otro se hace cargo de los niños, y viceversa; o la solución está quizás en contratar los servicios de una nana o un programa de cuidados infantiles.

Mi espacio es sólo mío. Debes asegurarte de que ambos tengan suficiente espacio para trabajar. Si bien algunos trabajan sin problemas en una oficina ruidosa y llena de empleados, otros necesitan silencio y cierto nivel de privacidad para concentrarse.

En algunos casos, sobre todo si el negocio involucra el uso frecuente del teléfono, es posible que cada uno en la pareja tenga su propia oficina para desempeñar sus funciones laborales.

Si tienes dudas sobre la capacidad que tú y tu pareja tienen para convertirse en socios bien llevados de un negocio exitoso, es recomendable que ambos se sienten para tener una discusión franca y objetiva sobre el tema. Lo mejor es que lleguen a un acuerdo empresarial, inclusive con un abogado de por medio. Es preferible poner bien las cosas en blanco y negro primero, antes de que una mala decisión de negocios acabe con tu matrimonio… ¡Buena suerte!

Tomado de www.laopinion.com

No hay comentarios.: