Por Amy Norton
Tanto los hombres como las mujeres con problemas de fertilidad sufrirían ansiedad y estrés en su vida sexual, sugirió un nuevo estudio.
En una investigación con 600 hombres y mujeres a punto de iniciar un tratamiento contra la infertilidad, investigadores hallaron que la ansiedad y el estrés sexual eran problemas muy frecuentes.
Un cuarto de las mujeres y el 7 por ciento de los hombres tenían síntomas leves a graves de ansiedad, mientras que el 17 y el 21 por ciento, respectivamente, tenían altos niveles de estrés sexual.
El estudio halló que cuanto mayor era el nivel de ansiedad general en los participantes, mayor era su estrés sexual. Esto fue más grave en los hombres, según describieron los autores en la revista Fertility and Sterility.
Los resultados surgen de respuestas a cuestionarios que el equipo les envió a hombres y mujeres dos meses antes de iniciar un tratamiento para la infertilidad en un hospital universitario.
Es probable que, en ese momento, las parejas hayan vivido un "cambio extremo" en su relación sexual, explicó el doctor Brennan D. Peterson, profesor asistente de Psicología de la Chapman University en Orange, California, y autor principal del estudio.
En las parejas que intentan sin éxito tener un bebé, el sexo tiende a perder espontaneidad y se transforma en una cita programada, además de una fuente potencial de estrés, señaló Peterson.
Es más, explicó el investigador, una vez que las parejas deciden buscar ayuda médica, sus vidas sexuales pierden privacidad, lo que aumenta el estrés que sienten.
En el estudio, los hombres y las mujeres con ciertos síntomas de ansiedad eran más propensos a sufrir estrés sexual.
Tanto la ansiedad "subjetiva" (nerviosismo general e incapacidad de relajarse) como los síntomas de ansiedad relacionados con una mayor actividad nerviosa (indigestión y transpiración) estaban relacionados con una mayor posibilidad de sentir estrés sexual.
Para Peterson, los médicos deberían ayudar a las parejas informándoles que esos síntomas de ansiedad podrían "entrometerse" en sus relaciones sexuales.
"Si los médicos y los especialistas en salud mental ayudan a las parejas a estar preparadas para esta realidad, podrían aliviar la carga que la infertilidad representa para los pacientes", consideró Peterson.
Las parejas, agregó el investigador, deben tener expectativas reales sobre el "sexo programado", es decir que "no necesariamente será apasionado", y señaló que las parejas no deberían considerar esta reducción de la pasión como una señal de que la relación está en crisis.
Una vez que las parejas deciden probar la fertilización in vitro, en la que el óvulo se fertiliza en el laboratorio, y no depender de las relaciones sexuales para el tratamiento, Peterson opinó que deberían intentar tomarse un descanso sexual.
Esto, señaló el autor, les permitiría tomar algo de distancia del estrés asociado con sus vidas sexuales.
FUENTE: Fertility and Sterility, octubre del 2007
Tomado de www.buenasalud.com
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