Hace más de 17 años que su esposo sufre la enfermedad de Alzheimer. Una patología que lo llevó a vivir en una casa para ancianos. Fue allí donde se enamoró y vivió una relación con otra mujer. La historia, revelada esta semana por Sandra Day O'Connor, ex jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, dejó al descubierto una situación que no es tan rara y que a veces destroza a las familias.
Sandra Day O'Connor, ex jueza de la Corte  Suprema de Estados Unidos, reveló recientemente esta dolorosa situación,  levantando un velo sobre un aspecto desconocido de la enfermedad, por el cual el  paciente puede desarrollar otro afecto.
La jueza, de 77 años, dejó la  Corte Suprema el año pasado para ocuparse de su esposo, con quien está casada  desde hace 55 años y con quien tuvo tres hijos.
Esta semana, su hijo anunció a la prensa que John O'Connor, de 77  años vivía feliz una relación amorosa con otra mujer en la casa de retiro donde  está internado, en Phoenix (Arizona, sur). La familia O'Connor optó por hablar  para ayudar a la comprensión de este fenómeno, que es más común de lo que se  cree y que muchas veces provoca mucho dolor a las familias.
O'Connor no  hizo comentarios. Pero recibe con benevolencia esta nueva relación de su esposo  enfermo.
"Mamá está simplemente contenta de ver a papá feliz y cómodo. No  se queja", dijo su hijo Scott O'Connor a la cadena local Channel 12 (KPNX).  Antes de conocer a esta otra enferma con Alzheimer con quien se entiende tan  bien, O'Connor estaba muy deprimido y evocaba a menudo la posibilidad de un  suicidio, contó su hijo.
Según los expertos interrogados, no es raro que  enfermos con Alzheimer desarrollen una nueva relación cuando, sin memoria del  pasado y viviendo el momento, comienzan una especie de nueva vida.
"Es  difícil dar una estimación, pero estas personas que sufren demencia todavía  necesitan relaciones sociales y profundas", afirmó el doctor Peter Reed,  director de programas para personas mayores en la Asociación  Alzheimer.
"Este tipo de situación aumentará cuando las personas de la generación del baby-boom (nacidas  inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945) sean cada vez  más numerosas y vivan varios años en instituciones", aseguró Rubin Dessel,  directora de Servicios de Demencia del Centro Hebrew Home de Riverdale (Nueva  York), que tiene 900 camas.
Estas nuevas  relaciones pueden tomar la forma de un romance infantil en el cual la nueva  pareja no hace más que darse la mano, pero pueden incluir también relaciones  sexuales, aseguraron estos dos especialistas.
"Puede ser una relación  sólida. Aunque darse la mano puede ser una demostración de afecto y camaradería,  incluso de intimidad, puede ir hasta algo mucho más físico", explicó  Dessel.
¿Cómo explicar que estos enfermos puedan desarrollar una relación  cotidiana cuando no reconocen más a su pareja de antaño?
"La enfermedad  de Alzheimer es un mal progresivo que afecta la memoria. Pueden olvidar a su  pareja pero viven en el instante", explicó Reed.
"Son personas que viven  el día a día, hora tras hora, instante tras instante", insistió la especialista  del Hebrew Home. "Lo que está en su campo de visión constituye su mundo, no van  mucho más lejos".
Las reacciones de la pareja abandonada y de las  familias son a veces difíciles.
"Si el matrimonio fue un matrimonio  feliz, ver eso puede ser horriblemente doloroso", admitió Dessel, "y las  familias pueden reaccionar con dolor, con un sentimiento de traición". "Las  familias necesitan tiempo para comprender y reaccionar con desapego",  añadió.
La actitud comprensiva de O'Connor es para ella ejemplar. "La  aplaudo. Creo que su apoyo es noble y generoso. La jueza O'Connor actúa pensando  sólo en la felicidad y el bienestar de su marido", concluyó Rubin Dessel,  directora de Servicios de Demencia del Centro Hebrew Home de  Riverdale.
Tomado de www.univision.com
 
 
 
  

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