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lunes, 28 de enero de 2008

Cuando la bebida las atrapa

 

Dulce Saraí Villarreal se volvió hace poco una efímera celebridad gracias a la página YouTube y al video que circula de celular en celular. El contenido muestra a una adolescente que, tras chocar su automóvil, da entrevistas a pesar de encontrarse en evidente estado de ebriedad.

Por: Arturo Estrada
Dulce es parte de un fenómeno que crece en México, en el que cada vez hay más mujeres jóvenes que toman grandes cantidades de alcohol los fines de semana, y que protagonizan con más frecuencia percances vehiculares, riñas y hasta espectáculos que suelen ser grabados por celulares.

Hoy, incluso, las bebedoras sociales compiten en cantidad con los hombres. Están uno a uno, revela la directora del Centro de Integración Juvenil de Saltillo, San Juana Covarrubias.

"El consumo inicia de los 12 a los 19 años; pero donde realmente se observa un consumo preocupante es entre los 19 y 22 años", dice. La relajación de las reglas sociales en conjunto con valores laxos, han abierto las puertas para que cada vez más mujeres acudan a centros nocturnos a divertirse y a beber sin moderación.

Según la Secretaría de Salud Federal, en México hay 2 millones 800 mil personas con dependencia al alcohol y 3 millones con "problemas" con la bebida; de éstas, cerca de 1 millón 252 mil son mujeres, y 300 mil de ellas menores de edad.

La Dirección de Desarrollo Contra las Adicciones local ha establecido que la mujer presenta mayor vulnerabilidad fisiológica y social al alcohol, se hace más dependiente en menor tiempo y, además, sufre el rechazo de la familia y de la sociedad. Los últimos estudios han demostrado que las mujeres tienen más factores de riesgo para tomar en exceso.

Un reciente informe del Instituto Nacional de Psiquiatría, explica que las mujeres están sujetas a presiones "al verse en problemas económicos, personales; tal vez en mayor medida que los hombres, porque tienen que seguir cumpliendo con sus asuntos personales de madres y de esposas".

Y para hacer frente a este fenómeno, en Alcohólicos Anónimos tienen programas específicos para el tratamiento de adicciones al alcohol en mujeres y en adolescentes.

En la clandestinidad
"Hace 20 años había una mujer con este problema por cada 10 hombres; hoy la relación es de 5 mujeres por cada 9 alcohólicos", explica el subsecretario de Salud del estado, Francisco Elizalde Herrera, quien además asegura que las alcohólicas suelen beber en la clandestinidad. El alcoholismo como tal es una patología. Actualmente las mujeres jóvenes que toman lo hacen sólo el fin de semana.

"En cambio la alcohólica toma todos los días y en cantidades mucho muy altas. Esto provoca rápidos cambios en su estructura orgánica. En las mujeres son más evidentes los cambios por sus funciones hormonales, les origina todo un problema porque tienen menos preparación que el hombre, porque de acuerdo con la evolución, el hombre siempre ha tomado; hay cierta predisposición, pero la mujer no", expone. Una mujer que es alcohólica —sostiene Herrera— puede presentar severos problemas en menos de cinco años, mientras que el hombre puede tolerar entre 15 y 20 años esta patología.

Los daños en las mujeres
El abuso y la dependencia del alcohol pueden conducir a daños cerebrales severos y potencialmente irreversibles en los seres humanos. En el caso de las mujeres, éstas desarrollan problemas físicos y cognitivos de manera más rápida que los hombres.

"Las mujeres deben ser advertidas -y eso incluye a las adolescentes que beben en exceso-, acerca de que los efectos del alcohol son más perjudiciales física y cognitivamente en ellas que en los hombres. Eso debería hacer que beban con más moderación", advierte el subsecretario de Salud.

El organismo femenino es mucho más sensible a los efectos del alcohol que el de su contraparte masculina, porque tiene menos cantidad de agua en el cuerpo que el hombre, lo que resulta muy importante al momento de degradar el dañino compuesto. En consecuencia, son mayores las probabilidades de desarrollar enfermedades hepáticas (hígado) en menos tiempo.

Pero no sólo este órgano es susceptible de sufrir daños por alcohol; el cerebro, por ejemplo, funciona más lentamente y se afecta su estado de alerta, coordinación y tiempo de reacción.

Asimismo, la bebida interfiere en el sueño, potencia sexual, produce dolor de cabeza, aumenta la presión arterial y contribuye a la acidez en el estomago. Si a ello añadimos las afectaciones de tipo mental, como depresión, angustia, ansiedad, baja autoestima y culpabilidad, entre otras, entenderemos que el daño en las mujeres, comparativamente, es más alto.

Es así que las enfermas alcohólicas tienen mayores tasas de mortalidad que los hombres por las razones orgánicas expuestas y como resultado de suicidios o accidentes vinculados con la bebida.

Cambios de tiempos
y de comportamientos
Se sabe que si se bebe de manera moderada, el alcohol trae algunos beneficios a la salud, como el incremento en los niveles del colesterol "bueno", reducción del riesgo de bloqueo arterial en las piernas y formación de coágulos sanguíneos, así como de degeneración macular; incluso, hay estudios que señalan que protege, en la senilidad, contra el mal de Alzheimer.

La más reciente Encuesta Nacional de Adicciones informa que la mujer prueba por primera vez el alcohol entre los 12 y 16 años de edad, rango en el que también inicia su actividad sexual, en muchos de los casos como consecuencia de los influjos de la bebida.

Sin embargo, es entre los 25 y 30 años cuando el consumo se empieza a hacer habitual, buscando con ello una forma de escape ante situaciones extremas, como conflictos emocionales con su pareja o hijos, presiones de tipo laboral, o por estar envueltas en fuerte sentimiento de soledad.

Quienes incursionan en el alcoholismo después de esta edad lo hacen, principalmente, por fracaso amoroso o matrimonial, es decir, viudas, solteras o mujeres sin descendencia.

No resulta raro que las damas beban a escondidas para evadirse de las situaciones que les producen conflicto, por lo que puede pasar mucho tiempo sin que alguien sospeche que son víctimas del alcoholismo, ya que encubren sus síntomas con dolencias o enfermedades.


Ellas contra su salud
Vinculan el consumo de alcohol con la embriaguez. Se jactan de tomar a la par y hasta de tumbar a los varones que osan ponerse al tú por tú en las cantinas o en las reuniones. No saben que el alcohol es más injusto con ellas que con sus amigos.

- El uso de anticonceptivos puede ser un factor de engaño, pues se ha descubierto que éstos retardan la absorción del alcohol y disminuye sus concentraciones en la sangre. Lo que significa que si una mujer está consumiéndolos puede beber más sin sentir los efectos del alcohol de forma inmediata.

- Quienes abusan del alcohol desde temprana edad pueden padecer de osteoporosis y de fracturas de cadera.

- De entrada, la menor proporción de agua en el cuerpo femenino provoca niveles más altos de intoxicación con menores dosis de alcohol. Lo que significa que las mujeres —con dosis acumulativas menores que los varones— corren más riesgo de presentar alteraciones severas de hígado, incluyendo cirrosis. De hecho, cuando se presenta el daño en el hígado, las mujeres corren el riesgo de que la enfermedad progrese aunque se abandone por completo la bebida.

- Siendo que la mexicana es una sociedad conservadora que establece que las mujeres deben tomar o beber menos que los varones, se ha comprobado que 9 de cada 10 mujeres que abusan del alcohol son abandonadas por su pareja y rechazadas por sus amistades. Lo que no sucede con los hombres, ya que sólo uno de 10 pierde el apoyo de su cónyuge.

- El abuso del alcohol aumenta hasta 10 veces las probabilidades de tener cáncer de mama, provoca alteraciones en el ciclo menstrual, abortos espontáneos y disfunción sexual. Disminuye la intensidad de los orgasmos, provoca problemas de lubricación vaginal y, por tanto, puede ser un factor en la presencia de lesiones vaginales.

- Por si los daños físicos no son suficientes, los investigadores también han alertado sobre las secuelas sicológicas que incluyen la depresión, la ansiedad y los problemas afectivos.


Cuatro etapas

En la entidad, por cada 10 hombres que consumen alguna droga, hay una mujer adicta; aunque el grueso de los drogadictos se ubica entre varones menores de 30 años.

En cuanto a los jóvenes que caen en la drogadicción, explica la diorectora del CIJ, San Juana Martínez, experimentan la primera etapa conocida como experimental; no hay adicción aún, sino el uso ocasional de estupefacientes y más bien se asocia con el la ingesta de bebidas alcohólicas.

Luego dijo que entran a la etapa "social" —la segunda—, en la que el consumo es más frecuente pero en grupos de amigos o familiares, que son los que primeros en darse cuenta que el consumidor de drogas se esta convirtiendo en un adicto. En la tercera etapa, el joven consume drogas de manera recurrente, pero todavía mantiene cierto control sobre su adicción.

Por último, en la cuarta etapa el joven es un adicto total, comienza a destruir su vida y delinque para conseguir más drogas.

Lamentablemente, dice la directora del CIJ, la mayoría de los jóvenes busca apoyo cuando llega a la cuarta etapa.


Es hora de buscar ayuda

Una vez que la paciente asume su adicción y se siente apoyado por su familia, comienza el tratamiento, y para llevarlo a cabo es conveniente acudir a una institución especializada, como Alcohólicos Anónimos.

En los primeros meses el riesgo de una recaída está latente, debido a la dependencia física producida por el alcohol, la que paulatinamente desaparecerá hasta lograr la abstinencia total.

Es difícil evitar la exposición al alcohol, pues los medios de información se encargan de bombardearnos cotidianamente con mensajes en los que el consumo de tequila, brandy o ron, entre otros, son parte de una escenografía encantadora donde todo es perfecto. Ese falso espejo en que se quiere que nos veamos reflejados nos acarreará problemas como los mencionados si no tenemos la prudencia de descifrar el mensaje, o de ayudar a las menores a hacerlo.

"Es importante que se acerquen a centros de ayuda para salir de la adicción, hay programas probados para salir del alcoholismo", agrega.

 

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