Belarmina Martínez, trabajadora social y directora de la ONG Mujeres, Solidaridad y Cooperación. Es una pionera en el trabajo con mujeres maltratadas en Canarias. Desde que llegó a Tenerife, hace 20 años, cuando la única asociación existente era la coordinadora feminista, Martínez se ha volcado en conseguir una sociedad más justa para las mujeres. Socialista de corazón y militante por vocación, no se explica cómo su partido -instalado en la oposición- no reacciona en Canarias a raíz de que el PSOE ganara las elecciones generales el 14-M.
Belarmina Martínez me recibe en su despacho rodeada de papeles. Me ha hecho un hueco en una mañana atareada, como todas, en la que el teléfono no deja de sonar. Lo bueno de esta mujer es que no se le cae la sonrisa de los labios mientras en su ojos sigue latente el brillo de la determinación.
- ¿Existe un perfil del maltratador?
- Quien maltrata a la mujer es el hombre que forma parte de su entorno, parte de su proyecto de vida, con el que ella ha diseñado una vida familiar. Y si este hombre le pega, pero a continuación se humilla, llora y le pide perdón, ella está en un juego perverso del que aún no es consciente porque está obnubilada por el amor, por el sentimiento, por el deseo e, incluso, puede que las relaciones sexuales sean gratificantes. Así, ella está viviendo fuera de la realidad, y aunque su familia o sus amigos -desde fuera- le aconsejen que no le dé otra oportunidad, ella puede dársela para alargar su propia agonía.
- ¿Los procesos de violencia son similares?
- El proceso de violencia es igual en un 99% de los casos. Cuando llega una mujer muchas veces yo ya sé lo que me va a decir. Además, un 35% de mujeres maltratadas recibe su primera paliza estando embarazadas del primer hijo. Y aquí entra en cuestión cómo se siente de desplazado el marido por el bebé que está en camino. Otro factor determinante es que un 80% de maltratadores ha sido a su vez niños maltratados, hijos de la violencia.
- ¿Realmente los maltratadores no se pueden regenerar?
- Podrían hacerlo si buscaran ayuda a su problema en médicos y psicólogos. Mi experiencia es que los hombres maltratadores no tienen solución. Nosotros, además, no hacemos mediación familiar, sólo ayudamos a salir a las víctimas del problema pero tenemos información de otras comunidades, y el maltratador, cuando establece nuevas parejas, vuelve a repetir el mismo patrón de conducta.
- ¿Qué cara estamos viendo del maltrato femenino?
- El problema es el sentido de posesión. Cuando un hombre establece relaciones de intimidad pasa a considerar a la mujer parte de su patrimonio pero el problema es que las tratan peor que al coche. Si un hombre maltrata a una mujer está ejerciendo el más puro ejercicio del poder, y la tiene que doblegar. Ella no puede existir como una persona autónoma, tiene que ser algo de él, y la tiene que someter.
- El consumo de drogas y alcohol suele ser un factor común.
- Las drogas y el alcohol son un desencadenante de lo que cada uno lleva dentro. No pegan en el bar sino en casa, donde tienen la mujer a su disposición.
- Es curioso que los maltratadores se consideren a sí mismos como una víctima.
- Sí, claro. Las mujeres llegan a arrastrar complejo de culpa. Piensan: "no, a lo mejor es que yo no hice bien las cosas, los niños estaban gritando cuando él llegó cansado del trabajo...". Ellas arrastran una capa de cien kilos de culpabilidad.
- ¿Qué porcentaje de mujeres llega a romper con ese círculo vicioso?
- De las mujeres que han estado en los pisos de Solidaridad puede ser que tan sólo un 5% vuelva con sus maridos. El resto logra romper con el entorno hostil. Nosotros incidimos bastante en la consecución de independencia personal.
- ¿Cuánto tiempo deberá pasar para que una mujer logre recuperarse a sí misma?
- Depende del daño recibido. Hay muchas mujeres que consiguen retomar su vida, participar socialmente en su barrio o con sus hijos. Nosotros les prestamos asesoramiento jurídico si deciden separarse, y ponemos a su disposición los pisos de acogida. No tenemos posibilidades de hacer un seguimiento por la restricción en los recursos económicos, pero hay muchas mujeres con las que me he ido encontrando y han logrado cambiar su vida.
- ¿De cuántos pisos de acogida dispone Solidaridad Democrática en el Archipiélago canario?
- Seis en Tenerife. De ellos, tres están en Santa Cruz, dos en Candelaria y uno en La Laguna. Otros tres están en Gran Canaria. Los pisos mayores tienen capacidad para cinco unidades familiares. El plazo máximo de estancia es de un año, periodo en el que se cubren todos los gastos de las madres y los hijos.
- ¿Qué orientación se ofrece?
- Las orientamos hacia cursos de formación, y también disponemos de redes de información de empresas. Además, trabajamos con ellas un plan de ahorro para que cuando salgan de los pisos tutelados logren salir adelante.
- ¿Qué numero de denuncias se han presentado en Canarias en este año?
- Por encima de las 5.000 denuncias anuales frente a las 800 registradas en 1985. La base fundamental del aumento de las denuncias es la sensibilización de las mujeres, de tener conciencia de no tener por qué soportar una situación injusta. Después también saben que hay lugares donde acudir, a lo que hay que añadir la incorporación de la mujer al mercado laboral y el turno de oficio.
- Dígame una frase impactante que haya escuchado últimamente.
- Pues mira, yo a mi hija le diría: no permitas que te hieran ni con el pétalo de una rosa.
"El acoso es muy difícil de demostrar"
El otro gran problema de las mujeres es el acoso. Hábleme de él.
- El problema del acoso es que es muy difícil de demostrar y la mujer acosada no puede hacer nada ante el miedo de perder el trabajo. Desde mi punto de vista, el acoso tiene más que ver con los acomplejados que necesitan reafirmar su poder que con el hecho mismo del sexo. El acoso implica un atropello moral y sexual. Cada vez recibimos más mujeres que vienen a denunciar, aunque también lo hacen en sindicatos. El acoso moral y sexual lo sufren tanto hombres como mujeres. Y si el acoso moral es fuerte, el sexual desestabiliza emocionalmente a las mujeres. Ese machacarte, ese arrinconarte es muy difícil de demostrar.
- Tanto el maltratador como el acosador suelen pasar desapercibidos.
- Casi un 90% de este tipo de hombres, en el trabajo, en la calle, y con sus amigos tiene un perfil de personas encantadoras, es decir, nadie sospecharía que cuando llega a casa es un verdugo porque es en este entorno donde da rienda suelta a sus frustraciones personales y las vuelca con la persona que está esperándole.
- ¿Por qué y cuándo aparece el proceso de violencia?
- Aparece cuando el hombre cree que ella se le rebela, y le da la paliza sin tener motivos concretos. Luego suele venir un periodo de paz, pero después de unos días se repite la paliza, o bien porque la sopa está muy caliente o porque está fría, porque cuando llamó por teléfono ella no estaba en casa o por cualquier otro motivo que no tiene justificación. Él necesita demostrar su poder y la forma más directa es a través de la violencia.
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