MARÍA : "Sufrí acoso laboral hasta mi despido" |
Trabajaba en una empresa junto a su marido, ahora de baja. Cuando se negó a hacer más horas para compensar la ausencia de su esposo, comenzaron los problemas. Desde el día de Reyes sufrí acoso de la empresa en la que he trabajado cinco años, junto a mi marido. Todo comenzó cuando me negué a trabajar la jornada de mi marido, que se encuentra de baja. Al final, yo he aceptado un despido, porque ya no aguantaba tanta presión y humillación, no me han pagado lo que me correspondía del mes de enero, y lo peor de todo es que mi marido tampoco ha cobrado. Ahora nos dicen que solo veremos el dinero cuando él se presente en la empresa y coja la carta de despido". María Zambrano, que así se llama esta ecuatoriana de 29 años y madre de dos hijos, reside en La Muela desde hace seis años, adonde se trasladó con su familia cuando empezaron a trabajar en una empresa de la comarca. La situación de tensión que viven ahora le ha llevado a poner el caso en manos de la asesoría jurídica de Comisiones Obreras. "Vamos a estudiarlo por posible acoso laboral", aseguraron a este diario desde el sindicato. La empresa, que prefiere ser cauta, simplemente niega cualquier tipo de acoso. María llegó a España sola hace 8 años. En su Ecuador natal dejó a sus dos hijos, que entonces tenían dos y tres años y a su marido. Trabajó cuidando a una mujer mayor. Al año siguiente llegó su esposo, que se embarcó en la construcción, y un año después, sus hijos. Después entraron en la misma empresa. "Somos trabajadores y cumplidores, que hemos mantenido el mismo puesto, los dos como peones. Pero ya vale. No se pueden soportar tantas humillaciones", dice ahora, preocupada porque su marido sigue enfermo y ya no entran ingresos a casa. También lamenta que la empresa no le concediera a su marido la baja laboral el pasado 2 de enero, tras sufrir un tirón en el trabajo, y que la firma consideró que no era enfermedad laboral. "Finalmente, gracias a la intervención de CCOO conseguimos que le dieran una baja por enfermedad común". A partir de entonces, los problemas comenzaron con ella y explica cómo sus jefes le exigieron que no solo realizara su jornada laboral --cuatro horas por reducción por cuidado de hijos-- sino que trabajara más horas, para compensar la ausencia de su marido. "Yo me negué el mismo día 5 de enero, y me dijeron que estaba despedida. Como era viernes, el lunes 8 me acerqué a que me dieran la carta de despido, a lo que se negaron. Al final aceptaron que me quedara a trabajar y aguanté dos días, los peores de mi vida". Como broche final, aceptó firmar una carta de despido, en la que se aseguraba que había faltado cuatro días al trabajo y que llegaba tarde. "Lo firmé desesperada y agobiada", se lamenta. María relata además que hace unos días llamó para reclamar el pago de enero de su marido y asegura que le contestaron que no se lo pagarían hasta que él no se diera de alta, momento en que lo despedirían. Por su parte, fuentes de la empresa reconocieron que Zambrano había sido despedida por faltar cuatro días al trabajo sin justificación, pero negaron el resto del relato. Respecto al pago de su marido, apuntaron que existía un retraso justificado en el pago de las nóminas de enero de los empleados, pero que se iba a abonar en breve, y desmintieron que se fuera a despedir a su esposo, contra el que no existía motivo. Desde la empresa, lamentan que "esta buena trabajadora" se haya bebido el juicio y solo cuente falsedades y añaden que solo busca desacreditar a la compañía. "Desde esta empresa hemos hecho mucho por este matrimonio". http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=301620 |
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