La ciencia se reconcilia con el psicoanálisis

 

Escrito por Redacción Iberarte

El psicoanalista François Ansermet y el neurobiólogo Pierre Magistretti intentan un acercamiento específico entre algunos hallazgos recientes en la biología del cerebro y importantes aspectos del psicoanálisis, explorando la noción de "plasticidad neuronal   Básicamente, se habla de plasticidad neuronal para indicar la capacidad del cerebro de aprender y reaprender, de modificarse a partir de la experiencia vivida. Se trata de "huellas inscritas en la red sináptica", es decir, en la comunicación entre las neuronas que almacenan  y procesan la información que constituye la base del funcionamiento del cerebro.  Mediante estas conexiones las neuronas comunican entre sí formando una red de almacenamiento y procesamiento de información. mediante estas conexiones las neuronas se comunican y esto se agrega la comprensión de que la memoria y el aprendizaje se asientan en diferentes áreas cerebrales, algunas de las cuales funcionan sin que haya conciencia de esos procesos. Y el tercer hallazgo importante es que el pensamiento está vinculado con la afectividad Enfrentados desde hace varios lustros, el psicoanálisis y las neurociencias han reclamado cada uno para sí los mejores títulos cuando se intenta proponer una explicación de la conducta humana. Para el primero, las neurociencias son mecanicistas, estáticas y reduccionistas, y en su pretensión de fundar una explicación científica de carácter universal desdeñan la subjetividad y la historia personal; los neurocientíficos, por su parte, reprochan al psicoanálisis su precario andamiaje científico y, en lo más áspero de la confrontación, no vacilan en calificarlo de mitología. En un intento por disipar los interrogantes que despierta este fenómeno psíquico y cognitivo, el neurobiólogo Pierre Magistretti y el psicoanalista François Ansermet unieron sus fuerzas en el libro 'A cada cual su cerebro: Plasticidad neuronal e inconsciente' (Katz Editores), que en un fragmento, abrazan una perspectiva dinámica del principal órgano humano y abren las puertas a un campo incipiente de cruces y encuentros: la biología del inconsciente.

Tomado de iberarte.com