BEATRIZ ROSELLÓ
MADRID.- Tener sobrepeso no implica problemas cognitivos en la vejez. Esta es la principal aportación de un estudio publicado en la revista de la Academia estadounidense de Neurología, 'Neurology'.
La obesidad se ha asociado a numerosos problemas, tales como la hipertensión, la diabetes, o los riesgos cardiovasculares, pero su posible incidencia en la demencia senil no estaba aún establecida.
El estudio, realizado por el Instituto estadounidense de la vejez y por el Instituto estadounidense de las ciencias de la salud medioambiental, investiga la relación entre estos dos factores.
La investigación, realizada con 3885 individuos mayores de 65 años durante seis años y medio, sacó en conclusión que no es posible relacionar la forma física con el declive de las facultades cognitivas en la vejez.
El estudio implicó el análisis de diferentes factores presentes en las personas tomadas como muestra: sus logros cognitivos, su índice de masa corporal y si habían padecido problemas médicos, tales como: hipertensión, diabetes, o enfermedades cardiovasculares.
El nivel intelectual se medía por la combinación de cuatro tests y el índice de masa corporal dividiendo el peso entre la altura al cuadrado.
Las estadísticas compararon los cambios en el índice de masa corporal (ICM), la edad y la educación (el tiempo, el tipo, etc.) y tuvieron en cuenta el sexo de los encuestados, así como si eran de raza negra o blanca, encontrando una significante relación entre esto último y el ICM.
De los casi 4.000 participantes, un 61% eran mujeres, otro 61% eran negros, la media de edad eran los 73 años y la mayoría habían estudiado durante doce años.
Con respecto al peso, el 24'6% eran obesos, el 37'4 sufría de sobrepeso, el 36% tenían un peso normal (un ICM de 18'5 a 24'4) y el 2% restante tenía un peso por debajo de lo aconsejado. En general, los individuos que tenían los mayores índices de masa corporal solían ser los más jóvenes, mujeres y de raza negra.
Otros factores influyentes
Los autores insisten en concluir que la relación entre la función cognitiva de las personas mayores y su composición corporal es compleja y que, por lo tanto, no se asocia la obesidad en la vejez a la aparición de demencias o de declive cognitivo.
De hecho, estudios anteriores han explicado la existencia de ciertos mecanismos psicológicos que permiten que un incremento del índice de masa corporal suponga una protección de la función cognitiva del adulto.
La principal limitación del estudio es que no se tuvo en cuenta la obesidad abdominal, siendo un factor que se asocia no solamente a enfermedades cardiovasculares, sino también al declive cognitivo y a la demencia senil.
Por ello, los autores advierten de la necesidad de futuras investigaciones que sí analicen la influencia de otras medidas corporales, así como de sus cambios a lo largo del tiempo, de forma más precisa.
Asimismo, se hace énfasis en la necesidad de recomendar a la gente estilos de vida más saludables, que impliquen una buena forma cardiorespiratoria y dietas sanas, y que no se centren sólo en la pérdida de peso.
Tomado de elmundosalud.elmundo.es
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