Un embarazo no deseado y el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual, ETS, pueden provocar las tempranas conductas sexuales que experimenta la población escolar. Pero también este fenómeno en alza puede influir a futuro, afectando la sexualidad adulta. Anorgasmia, alteración del apetito sexual y eyaculación precoz podrían ser disfunciones sexuales a largo plazo asociadas al temprano despertar sexual de los adolescentes. El inicio de la vida sexual activa en la población adolescente se ha adelantado de manera evidente en los últimos años. En nuestro país la edad promedio del inicio precoz de la actividad sexual se da entre los 14 y 15 años. En el mundo las cifras sorprenden aún más. Según estudios de la UNICEF la edad promedio de la primera relación sexual en adolescentes de países desarrollados oscila entre 9 y 13 años, en varones, y entre los 11 y 14 años en el caso de las niñas. Sin duda es un fenómeno en alza, que se hace más notorio aún a través de los medios de comunicación y de las nuevas formas de expresión de los adolescentes como los fotologs, que dan cuenta de la precoz erotización de muchas adolescentes. La adolescente chilena que fue expuesta en un video aficionado subido a un sitio web mientras practicaba sexo oral es sólo una muestra de esta conducta sexual precoz. Si bien la comunidad adolescente sexualmente activa le preocupa la prevención del embarazo, no evidencia en sus conductas el mismo cuidado por evitar el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual. De hecho muchos de ellos están desinformados del tema y actúan de manera impulsiva sin medir consecuencias, ni inmediatas ni futuras. "El inicio sexual antes de tiempo -antes de una madurez mental y afectivas completas- tiene como riesgos, además del embarazo y de las ETS, la aparición de disfunciones sexuales debido a las circunstancias en que se viven las relaciones sexuales y la separación entre genitalidad y afectividad, enfrentándose la mayoría de las veces a una sexualidad incompleta", señala la doctora Claudia Zajer, gineco-obstetra del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Católica y con experiencia clínica con pacientes adolescentes. Por qué las nuevas generaciones se comportan de manera tan impulsiva y sin medir consecuencias en el ámbito sexual, la psiquiatra Ximena Fuentes de la Universidad Católica lo explica. "La actual generación de adolescentes tiene acceso a múltiples fuentes de información sobre sexualidad como sus grupos de pares, los medios de comunicación de masas e Internet- que muestran una sexualidad desligada del afecto y sin consecuencias. Además influye en estas conductas la dificultad de los adultos, los padres, para hablar del tema con sinceridad y seriedad con sus hijos expresándoles sus opiniones, temores y expectativas en relación a su desarrollo sexual", sostiene la especialista. PRACTICAS SEXUALES DE RIESGO La ginecóloga Claudia Zajer precisa que algunas de las prácticas sexuales para prevenir el embarazo dejan a los adolescentes expuestos a diversas ETS, y que ni siquiera son seguras para prevenir la concepción. "Una de las prácticas comunes es el contacto genital no coital, o masturbación mutua, la que no debe considerarse como totalmente segura para evitar embarazo ni ETS. El coito interrupto es otra situación frecuente y debe recalcarse que no constituye un método anticonceptivo válido y que pone a las pacientes en riesgo de embarazo y de ETS. Del mismo modo la relación anal, menos frecuente en nuestro medio todavía, puede predisponer a infecciones y a secuelas coloproctológicas a largo plazo. El sexo oral, de práctica más frecuente en nuestro medio, también puede asociarse a infecciones como el VIH o el herpes", detalla la especialista del departamento de Obstetricia y ginecología de la UC. Estas conductas de riesgo han influido en el aumento en los últimos años de la incidencia de ETS en la población adolescente chilena, como lo consigna un reciente estudio de la Comisión Nacional del Sida, CONASIDA. FUTURAS DISFUNCIONES SEXUALES Si los adolescentes sexualmente activos no manifiestan mayor preocupación ni prevención ante problemas de salud inmediatos, menos aun se inquietan ante las futuras repercusiones de una sexualidad precoz en su vida adulta. Al respecto, la doctora Zajer comenta los probables problemas que podrían enfrentar los adolescentes cuando adultos. "Es discutido, pero existen varios expertos que preconizan que las relaciones sexuales adolescentes, cuando se viven con rapidez, a escondidas, en el escaso tiempo disponible en que pueden estar solos, pueden predisponer al desarrollo de disfunciones sexuales en la adultez como eyaculación precoz, anorgasmia, o alteraciones del deseo sexual. Cuando la sexualidad no se vive en el contexto de una relación de pareja adolescente, sino que se reduce a la genitalidad o a la práctica de "sexo rápido no importa con quien", también puede asociarse al desarrollo de estas disfunciones sexuales", advierte la gineco-obstetra. Por su experiencia clínica con estas pacientes, la doctora Claudia Zajer añade que no sólo las adolescentes limitan su inquietud sexual a la prevención de embarazo, también las madres que las acompañan en la consulta suelen desentenderse de la prevención de las ETS. "Si la adolescente acude una vez decidida e iniciada su actividad sexual, creo que debemos orientarlas de la mejor manera sobre conductas preventivas de los eventuales riesgos para su salud. Existe un estudio en que se comprobó que cerca del 95 por ciento de las adolescentes que consultan por anticoncepción ya han iniciado su actividad sexual antes de acudir al ginecólogo. Más del 90 por ciento de las consultas en que hablamos de sexualidad son adolescentes o madres preocupadas de anticoncepción, no de prevención de ETS ni de vivir una sexualidad sana", dice la doctora Zajer. Por su parte la psiquiatra Ximena Fuentes subraya en la necesaria madurez mental y emocional para iniciar una vida sexual, condición que no tiene los adolescentes, y en la importancia de no disociar el vínculo sexual del afectivo. "Creo que tenemos el derecho a decirles a nuestros adolescentes que esperen a crecer y ser más maduros psicológicamente para iniciar su vida sexual", sugiere la doctora Fuentes, que además recalca la importancia de la orientación de los padres a sus hijos desde la infancia respecto a los valores y la sexualidad. |
Tomado de www.lasegunda.com
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