¿Por qué violencia contra la mujer?

Urge cambio de actitud Carolina Morán/Consejera de Servicios ITS/VIH/Sida carolina.moran@ads.org.sv

Se ha instituido el 25 de noviembre de todos los años como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, en homenaje a las hermanas Miraval, Patria, Minerva y María Teresa, de origen dominicano, quienes como otras mujeres tenaces de diversos países fueron sensibles a la problemática socio-política que las afectaba directamente y por ello sufrieron crueles torturas y luego de ser colocadas en su vehículo las arrojaron a un precipicio simulando un accidente. En 1981, en Bogotá, durante el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de ese año, las participantes acordaron la propuesta de rendirles homenaje en el ámbito internacional ese día. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la violencia hacia la mujer es "todo acto violento basado en el género, que tiene como resultado posible o real un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, ya sea que ocurra en la vida pública o privada, en la familia, comunidad o sea perpetrado por el Estado y sea ocasionado hacia la mujer". Este es un problema que siempre ha existido y se ha considerado como "natural" por diferentes instancias, pero actualmente es considerado como delito toda manifestación de esta, tales como golpes, violación marital, abuso sexual, hostigamiento, explotación y otros. Por otro lado a escala mundial, la tendencia actual del VIH/sida es hacia la "feminización de la epidemia", porque afecta mayoritariamente a las mujeres, quienes dentro de su propia casa corren el riesgo de infectarse, siendo las agresiones físicas, psicológicas y sexuales parte de la vida cotidiana. Además la normativa social exige una mujer pasiva, fiel, exclusiva para un hombre y con poca capacidad de decisión respecto a su sexualidad; y la violencia intimida a la mujer y le resta las posibilidades de negociación y protección contra infecciones de transmisión sexual, la posibilidad de utilizar toda la gama de servicios e información relacionada con la salud, incluyendo pruebas y tratamiento médico, sin olvidar cómo ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. Para 2006 en América Latina se registró la cifra de 510 mil mujeres que vivían con VIH y por cada hombre infectado existe una mujer en la misma condición. Según la última Encuesta de Salud Familiar FESAL-2002/03 la violencia de tipo sexual en su mayoría es por personas conocidas (compañero de vida, vecino, amigo); en un 76.1% violación sexual con penetración y un 85% es abuso sexual, y según el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social hasta febrero de 2007, se registraron 18,284 casos nuevos y acumulados de VIH/sida, el 41% son mujeres y el 23% fue en mujeres embarazadas. El recién pasado Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer se consideraron valoraciones sobre la relación directa que tienen la violencia y el VIH/sida y que ambos son grandes problemas sociales, que producen pérdidas emocionales, materiales y hasta la muerte por lo que debe construirse una mujer con liderazgo que sea protagonista de sus propias decisiones y que estas sean favorables para todos los componentes de su salud. La erradicación de la violencia contra la mujer requiere cambios de actitud y la conciencia colectiva de que ningún hombre tiene por derecho que ejercer violencia sobre las mujeres y la niñez, ni en los espacios públicos ni privados. En la ADS funciona el programa del Recurso Humano Voluntario, el cual desde 1999 forma parte de la red de acción contra la violencia de género en El Salvador. Desde ahí se coordinan acciones de sensibilización sobre esta problemática.

tomado de www.laprensagrafica.com