Tomado de: srv2.vanguardia.com.mx
Por Agencia
JUNIO 8, 2007 (NOTIMEX).
- Existen niños que desde los seis años están insatisfechos con su imagen corporal, por lo que tienen una actitud negativa hacia la obesidad, informó la especialista Gilda Gómez Peresmitré, de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Al presentar el estudio 'Factores de riesgo en trastornos de la conducta alimentaria', explicó que 40.4 por ciento de los infantes de entre seis y nueve años eligieron una figura delgada y muy delgada como ideal.
Lo mismo ocurrió con 65 por ciento de los menores de entre 10 y 12 años y con 76.6 por ciento de aquellos cuyo rango de edad oscila entre los 13 y 19 años, expuso en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Detalló que para el estudio se entrevistó a ocho mil 673 estudiantes de escuelas públicas y privadas del Distrito Federal y el área conurbada de los rangos de edad referidos.
La investigación refiere que el factor de riesgo 'preocupación por el peso' es uno de los más frecuentes como antecedente de trastornos de conducta alimentaria. Más de 60 por ciento de los infantes más pequeños ya se preocupan por ese indicador.
Según la investigación, el seguimiento de dietas para su control es uno de los elementos de mayor riesgo. Entre las niñas, en cada uno de los tres grupos de edad, la mitad dijo privarse de comida para controlar su talla.
Además se encontró que 63 por ciento de los participantes en el estudio presenta una actitud negativa hacia la obesidad, calificando a una niña gorda como 'fea, tonta, prieta y asquerosa'. El resto le da atributos positivos ('simpática, alegre') y respuestas neutrales ('grande, pesada').
Esos resultados muestran que el término 'obesidad' es altamente peyorativo. Además, se produce el 'efecto del halo', es decir, se generaliza una característica positiva o negativa a todas las actividades o conductas de una persona. Por ejemplo, se suele pensar que una chica rubia es 'tonta, hueca y superficial'.
La especialista dijo que el miedo exagerado, enfermizo e irracional a engordar, mejor conocido como lipofobia, es uno de los criterios diagnósticos de la anorexia y la bulimia, y se manifiesta como insatisfacción y distorsión de la imagen corporal.
Tal incomodidad consiste en decir 'no estoy a gusto, no me gusta la forma o el tamaño de mi cuerpo', sin importar que sea delgada, y la deformación a percibirse y sentirse gorda aunque, incluso, esté por debajo de su peso saludable, señaló.
Ese temor lleva a las personas a evitar su propia corporeidad, a no verse en el espejo y a autovalorarse negativamente con adjetivos como 'estoy fea, cerda' y otros términos que hacen al organismo producir estímulos de ansiedad, abundó.
Gómez Peresmitré agregó que la anorexia y la bulimia presentan una serie de síntomas para consolidarse, además de factores de riesgo que pueden llevar a su desarrollo, entre los cuales figura la preocupación por el peso y hacer dieta.
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lunes, 11 de junio de 2007
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