¿Los viajes avivan el amor?

Sea donde sea los problemas aparecen Jessica Simpson viajó con su novio John Mayer a Cabo San Lucas, México, para reencontrar la pasión. Brad Pitt y Jenifer Aniston también lo intentaron antes de separarse. En los dos casos, sólo descubrieron que cuando hay problemas, ni el paraíso más bello puede taparlos. ¿Puede una escapada en pareja avivar el amor? Los expertos coinciden: sí puede, pero cuando hay conflictos, tarde o temprano terminan apareciendo. No es una solución definitiva Si Jessica pensó que en sus vacaciones los conflictos desaparecerían como por arte de magia, se equivocó. Por más bello que sea el entorno, por más perfecta que sea la pareja e ideal el momento, cuando hay problemas, hay problemas. A veces se los puede "tapar" con un fin de semana o un mes de viaje. En otras oportunidades, el mismo descanso es el disparador de un conflicto no resuelto. El psiquiatra de Chicago Paul Dobransky, especialista en relaciones y autor del libro "About the secret psychology of how we fall in love" analiza a fondo este dilema. El experto dice que la única forma de que unas vacaciones salven a una pareja es que éstas sean realizadas por dos personas con una sólida atracción sexual, amistad y compromiso. El especialista reconoce que cuando se ha estado bajo mucho estrés laboral, demasiado trabajo en el cuidado de los niños o cansancio, las vacaciones "ofrecen una hora libre a la tensión para recuperar la forma natural juntos y la química que regresa", asegura. Se trata de una fórmula que bien le vino a Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales y Camilla Parker Bowles, duquesa de Cornualles. Ellos, prefirieron pasar un espacio romántico y celebrar su primer aniversario en Escocia. Lejos del protocolo y de tantos eventos reales. Otra pareja que este verano disfrutó a pleno de su romance fue la del codiciado Matthew McCounaghey y su nueva novia Camilla Alves quienes aprovecharon las playas de Bahamas.

También románticos y viajeros, Cameron Diaz y Justin Timberlake fueron en su época un blanco seguro para los paparazzi. Pero la unión terminó por disolverse luego de tres años. En uno de sus últimos viajes juntos, parecían gozar su estadía romántica en Hawai. Sin embargo y más allá de los arrumacos en medio de las playas, la pareja terminó separada.

Lo mismo le ocurrió a Jennifer Aniston y Brad Pitt, que en un intento desesperado por salvar su matrimonio decidieron tomar unas vacaciones alejados de todos. El resultado no fue el esperado, sino más bien un shock para el mundo entero. La pareja de los más bellos, los casi perfectos, anunciaba su divorcio.

Definitivamente, cuando la pareja tiene problemas graves no resueltos, no hay playa paradisíaca, ni clima ardiente, ni lujo desmedido que detenga la ruptura.

Es que, concluye Dobransky, esta suerte de nuevo comienzo vacacional debe marcar el inicio de un capítulo permanente en el camino de la interacción natural de esa pareja. "De otra manera no es algo diferente a comprar unas flores luego de gritarle a nuestro compañero", remata.

Por eso es que se gaste lo que se gaste, en crucero o en carpa, cuando hay fisuras en la pareja estas aparecen donde sea que te encuentres.

"Las vacaciones románticas y las escapadas pueden temporariamente mejorar la relación porque la pareja está en un espacio de fantasía donde todos los problemas y conflictos de su mundo están lejos. Sin embargo es una corrección temporal y no cambiará la relación", confirma Jaci Rae autor de "Winning Points With The Woman in Your Life One Touchdown at a Time (Simon and Schuster)".

De acuerdo con Rae, una vez que la pareja retorne a su casa los mismos conflictos aparecerán y deberán ser tratados. Para solucionarlos, propone buscar un consejero calificado para trabajar junto a la pareja en este intento por avivar el amor.

Quizá una mejor idea sea buscar ayuda profesional antes del tan ansiado viaje. Y hacerlo una vez que el matrimonio esté más afianzado, para que de verdad avive la pasión y no termine de apagarla.

Tomado de www.univision.com