Expertos opinan: abuso sexual
- Tres expertas hablan de los factores por los que han aumentado los casos de abuso sexual
Psicóloga clínica Erika Said Charruf, directora del Centro de Psicoterapia y Análisis de la ciudad de Mérida: El abuso sexual es un acto delictivo con altos índices de impunidad, que ha trascendido el ámbito privado y corroe diariamente la misma estructura de nuestra sociedad.
Existe una serie de factores que aumenta la vulnerabilidad del abuso sexual infantil: la dependencia respecto de las personas que lo ejercen, la imposibilidad de los niños de defenderse, porque se les ha enseñado a obedecer la autoridad del adulto; la incorporación y la aceptación de mitos, creencias y estereotipos de las relaciones familiares, que no permiten percibir y reconocer situaciones de peligro; el aislamiento emocional y social al que son sometidos para ocultarlo en secreto y la falta de información sobre sus derechos.
Es indispensable fortalecer la conciencia social con una actitud proactiva y más humanizante.
Si bien el camino es largo en la lucha contra la generación de la violencia y el abuso familiar, cada voz que se levanta y resiste, cada mano que se extiende a quien la necesita, cada ley que se aplica con justicia a favor de los derechos humanos, cada acción ética y comprometida de las autoridades y también de la sociedad son expresiones de vida invaluables.
Teresita de Jesús Cabrera Pinzón, licenciada en Trabajo Social y diplomada en Psicología Jurídica y Criminalística: Actualmente los altos índices de agresiones de carácter sexual han evidenciado la ausencia de valores que rodea y amenaza a la familia. Esto da margen para replantear y poner sobre la mesa de discusión si los modelos de atención enfocados a la prevención de los delitos sexuales son compatibles con la realidad presentada.
Lo anterior exige trabajar en la prevención para que garantice un orden social a las generaciones futuras, orden que debe estar respaldado por una impartición de justicia eficaz, que permita la adecuada adaptabilidad social del delincuente, incluyendo en estas medidas el estudio y atención a la víctima.
Para lograr avances en materia de prevención del abuso sexual, se necesita contar con equipos multidisciplinarios sensibilizados, que abarquen desde la prevención hasta la intervención en la comisión de delitos de naturaleza sexual y reforzar a las instituciones ya existentes con campañas permanentes. Paralelo a esto, es necesario el combate frontal a la actual privación sociocultural, económica y educativa que impera en nuestro país.
Todas estas acciones serán efectivas si hay una adecuada información y corresponsabilidad entre sociedad y gobierno.
Licenciada Ileana Domínguez Zapata, titular del Juzgado 2o. de Defensa Social: La pérdida de valores da origen a que cada vez ocurran más delitos sexuales, principalmente contra los menores de edad, quienes son los más indefensos ante estos ataques.
La influencia de medios masivos que promueven la violencia, incluso en programas infantiles, son algunos de los factores que influyen en este tipo de delito.
Las altas penas no inhiben los delitos sexuales, pues cada vez hay más casos, lo que significa que el acusado no mide las consecuencias de sus actos.
Para los delitos de índole sexual la pena mínima es de seis meses de prisión, esto en el caso de los "abusos deshonestos", que en nuestra legislación actual se tipifica como abuso sexual. Cuando el abuso sexual se comete contra una menor, la pena va de dos a cinco años.
Otro delito de índole sexual es la violación. En estos casos cuando la víctima es una persona mayor de 12 años, la sanción es de seis a 20 años de prisión, pero cuando la víctima es menor que esa edad o se trata de un impedido físico o mental, entonces la pena aumenta de ocho a 25 años de cárcel.
Es difícil prevenir este tipo de delitos porque su realización casi siempre es en secreto. Entonces, la prueba más importante es el relato de la víctima que debe tener ciertos factores de credibilidad.
Psicóloga clínica Erika Said Charruf, directora del Centro de Psicoterapia y Análisis de la ciudad de Mérida: El abuso sexual es un acto delictivo con altos índices de impunidad, que ha trascendido el ámbito privado y corroe diariamente la misma estructura de nuestra sociedad.
Existe una serie de factores que aumenta la vulnerabilidad del abuso sexual infantil: la dependencia respecto de las personas que lo ejercen, la imposibilidad de los niños de defenderse, porque se les ha enseñado a obedecer la autoridad del adulto; la incorporación y la aceptación de mitos, creencias y estereotipos de las relaciones familiares, que no permiten percibir y reconocer situaciones de peligro; el aislamiento emocional y social al que son sometidos para ocultarlo en secreto y la falta de información sobre sus derechos.
Es indispensable fortalecer la conciencia social con una actitud proactiva y más humanizante.
Si bien el camino es largo en la lucha contra la generación de la violencia y el abuso familiar, cada voz que se levanta y resiste, cada mano que se extiende a quien la necesita, cada ley que se aplica con justicia a favor de los derechos humanos, cada acción ética y comprometida de las autoridades y también de la sociedad son expresiones de vida invaluables.
Teresita de Jesús Cabrera Pinzón, licenciada en Trabajo Social y diplomada en Psicología Jurídica y Criminalística: Actualmente los altos índices de agresiones de carácter sexual han evidenciado la ausencia de valores que rodea y amenaza a la familia. Esto da margen para replantear y poner sobre la mesa de discusión si los modelos de atención enfocados a la prevención de los delitos sexuales son compatibles con la realidad presentada.
Lo anterior exige trabajar en la prevención para que garantice un orden social a las generaciones futuras, orden que debe estar respaldado por una impartición de justicia eficaz, que permita la adecuada adaptabilidad social del delincuente, incluyendo en estas medidas el estudio y atención a la víctima.
Para lograr avances en materia de prevención del abuso sexual, se necesita contar con equipos multidisciplinarios sensibilizados, que abarquen desde la prevención hasta la intervención en la comisión de delitos de naturaleza sexual y reforzar a las instituciones ya existentes con campañas permanentes. Paralelo a esto, es necesario el combate frontal a la actual privación sociocultural, económica y educativa que impera en nuestro país.
Todas estas acciones serán efectivas si hay una adecuada información y corresponsabilidad entre sociedad y gobierno.
Licenciada Ileana Domínguez Zapata, titular del Juzgado 2o. de Defensa Social: La pérdida de valores da origen a que cada vez ocurran más delitos sexuales, principalmente contra los menores de edad, quienes son los más indefensos ante estos ataques.
La influencia de medios masivos que promueven la violencia, incluso en programas infantiles, son algunos de los factores que influyen en este tipo de delito.
Las altas penas no inhiben los delitos sexuales, pues cada vez hay más casos, lo que significa que el acusado no mide las consecuencias de sus actos.
Para los delitos de índole sexual la pena mínima es de seis meses de prisión, esto en el caso de los "abusos deshonestos", que en nuestra legislación actual se tipifica como abuso sexual. Cuando el abuso sexual se comete contra una menor, la pena va de dos a cinco años.
Otro delito de índole sexual es la violación. En estos casos cuando la víctima es una persona mayor de 12 años, la sanción es de seis a 20 años de prisión, pero cuando la víctima es menor que esa edad o se trata de un impedido físico o mental, entonces la pena aumenta de ocho a 25 años de cárcel.
Es difícil prevenir este tipo de delitos porque su realización casi siempre es en secreto. Entonces, la prueba más importante es el relato de la víctima que debe tener ciertos factores de credibilidad.
Tomado de www.yucatan.com.mx
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