. Es necesario mantener tiempo para ambos aún y cuando las obligaciones sean mayores por la llegada de un bebé.
Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
La llegada de un bebé siempre es motivo de alegría pero también produce un gran cambio dentro de la relación de pareja porque ésta sufre una inevitable transición que no tiene por qué ser negativa. El disfrute de pareja, la diversión y el compartir juntos puede cambiar un poco cuando ambos se convierten en padres, porque ya no pueden pensar solo en ellos dos pues hay alguien más de por medio, lo importante es que mantengan la comunicación, el amor y la ayuda mutua en esa nueva etapa.
Para la mujer es aún más complicado porque atraviesa por un período de ajuste de su vida anterior con el cuido de un bebé, los cambios emocionales y físicos que sufre son también parte de esa transición.
Por ello, la cooperación y la ayuda que su pareja le pueda brindar en ese momento es realmente importante para fortalecer la relación sentimental que viven y para facilitar las tareas diarias que implica una nueva personita.
"A la mujer le preocupa si el hombre va a ser colaborador con ella cuando tienen un bebé. Es importante también mantener un tiempo para ellos dos al menos una vez por semana y mantener la comunicación, si uno de los dos se siente abandonado, hablarlo sin temor", expresó la psicóloga especialista en terapia familiar y psicología perinatal, Clara Schoham.
Atención cambia
Cuando nace un bebé, el hombre por lo general se siente excluido no solo de las tareas y el cuido de el menor, sino también de la vida de su pareja, porque la atención de ella se enfoca ya no a él, sino al niño.
Incluso, la periocidad de las relaciones sexuales puede variar porque ella está más pendiente del bebé, requiere más tiempo para él, está cansada por toda la labor que implica un menor y la libido disminuye.
Esto es un proceso normal por el que pasa la mujer, el cual debe ser comprendido en plenitud por su pareja, de ahí la importancia de la comunicación pues él debe estar enterado de la condición de su pareja y no juzgarla sin saber cómo se siente y qué piensa.
"Los primeros meses la mujer debe acomodarse al bebé, pero entre menos se involucre el padre, más abandonada se sentirá. El hombre se puede involucrar bañando al niño, dándole de comer, cantándole o durmiéndolo, así ella tiene tiempo para descansar y puede tener así un espacio para los dos en la noche", aseguró Schoham.
"La pareja debe recuperar su espacio, la madre a veces está realmente cansada pero a medida de que pase el tiempo deben recuperar el terreno, después de que el bebé se duerma pueden conversar, por ejemplo", agregó la especialista.
Transformación
Por su parte la psicóloga Natalie Kennedy indicó que la socialización también sufre un gran cambio ya que no pueden salir con la misma frecuencia de antes, no pueden salir a comer o ir al cine.
Sin embargo, Kennedy comentó que deben intentarlo, seguir hablando de sus cosas, retomar las relaciones sexuales y compartir juntos, es decir, cuando la vida les cambie, esto no tiene por qué ser negativo, pueden acoplarse al nuevo rol de padres sin dejar de ser pareja.
La relación se sigue transformando con el tiempo y entre más hijos haya en el hogar más difícil será.
"Hay que negociar porque si hay reclamos comienzan los problemas, cuanto más cosas se hablen mejor; lo importante es mantener la comunicación y no entrar en problemas, todo es una negociación", dijo Schoham.
Cuando los padres son primerizos, el hombre también siente miedo de cuidar y "chinear" al bebé porque piensan que no tienen los mismos instintos de la mujer pero los dos van aprendiendo a su ritmo y si se ayudan el proceso será mucho mejor y más fácil. Los cambios físicos que sufre la mujer la hacen sentirse "gorda y fea" y hasta se le baja su autoestima porque en muchos casos su vida profesional se ve afectada porque debe dejar de laborar al menos por un breve espacio.
"Si él no la apoya y no la comprende sí pueden haber problemas. Va a ser otra calidad de relación, más responsabilidades, pero es una experiencia profunda que une a la pareja aún más", indicó Kennedy.
Para ambas especialistas, el mejor momento para que una pareja decida tener un bebé es el que ambos estén preparados y haya decido -preferiblemente- con anterioridad porque así el bebé es deseado y la comunicación es la suficiente para enfrentar lo que viene.
Depresión postparto
Es normal que luego del parto, las mujeres experimenten cambios en su estado de ánimo y por ello la mayoría pueden adquirir una leve depresión que comienza a los pocos días de nacido el bebé. La duración es variable, en unas mujeres puede tardar semanas, pero en otras puede durar varios meses.
Existen algunos factores químicos, psicológicos y hasta genéticos que puedan influir en la mujer para que presenten depresión postparto, el descenso repentino de las hormonas luego del parto puede ser otra de las causas.
Durante esta etapa la mujer se presenta sensible, irritable, ansiosa y puede presentar problemas para dormir, también los hábitos alimentarios cambian ya sea porque comen más o por el contrario, dejan de comer.
Otros síntomas de la depresión postparto son cansancio extremo, rechazo hacia el bebé, cambios repentinos de humor, tristeza, miedo y falta de concentración.
El proceso de nacimiento también supone una crisis vital para la mujer y su familia. Algunas veces esta crisis es doble por diversos factores como complicaciones en el embarazo, riesgo de enfermedad y problemas en la pareja.
Tomado de www.prensalibre.co.cr
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