BARCELONA
Nació en Granada hace 30 años
Hoy presenta el festival Dames Màgiques, en el Teatre Alegria de Terrassa, y mañana actúa en él.
--¿Por qué se hizo maga?
--No encontraba nada que me satisfaciera y decidí hacer lo que realmente quería y soñaba desde niña.
-¿Y le da para vivir?
--Sí. Tengo mi coche, mi piso...
--¿Es importante que este festival sea exclusivamente de mujeres?
--Sí. Demuestra que el mago no tiene porque ser hombre. Somos poquitas, pero tenemos un gran nivel.
--¿Y por qué son tan pocas?
--Faltan referentes femeninos. Siempre se asocia magia con un hombre con frac y chistera. Y si dices maga, piensan en brujas o adivinas.
--Además, a la mujer se le relegaba al papel de ayudante florero...
--Los roles cambiarán. Pronto serán los hombres los que harán de ayudante sexi de maga.
--Estudió técnica vocal con Patricia Kraus, teatro, psicología... ¿Debe ser una súpermaga?
--También hice un curso con Leo Bassi. Siempre estoy formándome.
--Pues manejará al público a su santo antojo.
--Bueno, conozco la psicología del público y cómo actuar ante él, recoger lo que me da, utilizar los gags para ponerlos en funcionamiento.
--El humor lo aplica hasta en el título del espectáculo, Ines... plicable.
--Surgió gracias a un espectador que me dijo que mi número era increíble, inesplicable, así, con ese, y pensé: qué bonito. Busco que mi show sea una comunión entre mi magia y los espectadores, a través de una improvisación estudiada.
--Y tiene una pizarra que escribe sola, billetes que salen de cacahuetes...
--Mi especialidad es la magia de cerca, con objetos pequeños, cotidianos. La gente interpreta como imposible lo que ve a pocos metros. Y lo de la pizarra ya lo presenté en el programa Nada por aquí de Cuatro. Hacía 20 años que no había un espacio de magia por la tele, y ya preparamos la tercera temporada.
--¿Se le resiste algún truco?
--Tuve un profesor, Don Eduardo, en EGB que cogía una moneda, se la frotaba por el codo y desaparecía. Siempre pensé que por dentro estaba forrado de dinero. Descubrí cómo lo hacía, y preferí no hacerlo; conservarlo en la memoria como algo imborrable, romántico.
--El festival coincide con el estreno de otra película de Harry Potter. ¿Se les contagia algo?
--Mis vecinos me llaman Hermione y algún día les convertiré en ranas, je, je. El filme da una concepción distinta, pero todo lo que sea fomentar la magia me parece positivo.
Tomado de www.elperiodico.com
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