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viernes, 31 de agosto de 2007

¿ Timidez ? ... o ¿ Ansiedad Social ?

 

Fuente/Autor: Dra. Andrea R.Sala

 
Muchas personas pueden parecer tímidas, introvertidas o relativamente antisociales, en una primera impresión. Normalmente evitan la mirada a los ojos y hablan poco o en un tono muy bajo, evitando de esta manera ser el centro de la atención. Este cuadro de Ansiedad Social no es una seria debilidad o una característica de la personalidad. Es un Trastorno de Ansiedad y como tal, afecta la conducta, pensamientos y sentimientos. Es un trastorno muy frecuente, ocupando entre el 2° y 3° lugar en relación con el alcoholismo y la depresión. Las estadísticas indican que 13 de cada 100 personas sufren de este trastorno, en una proporción mayor de hombres que de mujeres.

Cuando hablamos de Trastorno de Ansiedad Social, nos estamos refiriendo a un cuadro que se caracteriza por un temor excesivo e irracional ante la posibilidad de sentirse evaluado negativamente por los otros en situaciones sociales. La ansiedad se presenta ante ciertas situaciones bien definida. Algunos sienten un miedo intenso, solamente ante una determinada situación; como por ejemplo hablar en publico. En otros, la ansiedad hace su aparición ante diversas situaciones en las que temen que su actuación o desempeño pueda llegar a ser inadecuado o ridículo, como por ejemplo: ir a una fiesta, comer o beber en lugares públicos, rendir un examen oral y relacionarse con personas del sexo opuesto.

En general las personas que padecen este trastorno suelen ponerse anormalmente ansiosos cuando hablan con jefes o personas que para ellos pueden representar la autoridad, llegando hasta el punto de rechazar ascensos u otros reconocimientos, si esto implicara una mayor exposición a la situación que les provoca ansiedad; como por ejemplo tener bajo su responsabilidad un grupo de personas a quienes supervisar.

Estas personas tienden a subestimar sus propias capacidades y cualidades y magnificar la habilidad social o personal de los otros. Habitualmente presentan dificultades para iniciar o mantener amistades, por lo que carecen o tienen un circulo restringido de amigos y conocidos, al margen de sus parientes próximos. Con frecuencia, debido a la excesiva ansiedad previa ( ansiedad anticipatoria ), deciden a ultimo momento no concurrir a reuniones o compromisos sociales para evitar la incomodidad que les pudiera provocar, siendo expertos en encontrar excusas ( las cuales la familia suele hacerse cargo de transmitir), ocasionando enojo e incomprensión.

En situaciones formales estas personas suelen ponerse ansiosos e hipercríticos pensando por ejemplo ¿Que estará pensando esa persona de mi? o ¿Que se supone que debo decir después?. Los niveles de ansiedad experimentados en dichas situaciones, pueden provocar el olvido de una serie de pensamientos ( mente en blanco ), ensalada de palabras, responder con monosílabos, comenzar a reír o quedarse mudos en momentos inapropiados. Esto se debe a que estas personas tienen una predisposición para cambiar la dirección de la atención hacia los otros y la situación, en lugar de dirigirla hacia sus propios sentimientos. Las personas que sufren de Ansiedad Social tratan de evitar el riesgo de exponerse cada vez que les sea posible.

Como temores principales podemos citar: hablar en publico o ante una audiencia, hablar con personas de autoridad, ser el centro de atención, decir cosas sin sentido, ir a una fiesta u organizarla, tener que seducir a alguien o hacer una conquista sexual, participar en grupos; comer, escribir, hablar por teléfono mientras se es observado.

Ante la extrema ansiedad que disparan estas situaciones se desencadenan una serie de sintamas físicos tales como: rubor o ponerse colorado, transpiración excesiva, temblor, taquicardia, contracciones musculares, nauseas o molestias gastrointestinales, opresión estomacal, debilidad en las piernas, deseos frecuentes de orinar. La persona reconoce la irracionalidad de lo que le pasa y tiene dos alternativas: evitar o afrontare la situación con gran dificultad.

El núcleo familiar se encuentra inevitablemente involucrado. Con frecuencia se ve en la obligación de dar la cara, para excusar las ausencias de ultimo momento del familiar afectado o acompañarlo, actuando como elemento contrafobico. Al desconocer el problema, con frecuencia la familia actúa con hostilidad, presionando al familiar enfermo a enfrentar la situación temida, tildándolo de flojo o miedoso, lo cual empeora la situación.

Este trastorno trae aparejado como principales complicaciones asociadas el abuso de alcohol, drogas, psicofarmacos y depresión. Desempleo laboral, menor educación, déficit social, mayor dependencia económica, dificultades para formar pareja y eventualmente mantenerse en el matrimonio. Se desprende de esto, el modo en que este trastorno empobrece la calidad de vida de las personas afectadas; y sin tratamiento puede llegar a convertirse en una enfermedad invalidante.

 

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