Es aconsejable analizar la conveniencia de un cambio estético antes de someterse a él
Ahora que 'Cambio radical' ha desaparecido de la parrilla de Antena 3, muchos pensarán que han perdido la oportunidad de su vida para deshacerse de sus complejos. Pero la solución es mucho más fácil. Y está al alcance de cualquiera. Según advierten los especialistas, lo primero es aceptarse, y, sobre todo, valorarse más. Luego habría que comprobar si realmente existe un defecto o no y, posteriormente, ver qué función cumple (llamar la atención, comportamiento autodestructivo...). La psicóloga Lourdes Espinosa propone, por ejemplo, que si hay posibilidad de mejorar lo que no gusta, que se intente, pero reflexionando si con eso será suficiente para conseguir sentirse mejor.
«La terapia psicológica consistirá en enseñar al paciente a que haga frente a ese pensamiento y trate de mejorar su autoconcepto, mediante el análisis de su propia escala de valores», detalla la psicóloga de ISEP Clinic Noemí Fernández.
En este sentido, lo ideal sería analizar por qué se está a disgusto con el cuerpo e identificar cuáles son las expectativas, deseos y motivaciones. Aprender a valorar las cualidades y virtudes de uno mismo y relativizar la importancia que se le da a lo que no gusta son pautas fundamentales.
Realmente, como sugiere Espinosa, «¿una nariz larga hace que toda la persona no valga para nada?, ¿por qué es tan importante tener una nariz más pequeña?, ¿qué conseguiría con ello?, ¿está asegurado que lo va a lograr al reducir su nariz?».
Famosas con truco
Quién sabe, pero, ante la duda, lo mejor será acostumbrarse. Si el problema es real, siempre quedará la opción de aprender a sacarse partido. No pocas famosas lo hacen. Y no les va nada mal. Sin ir más lejos, allí donde la ven, la actriz Scarlett Johansson usa pantalones de tiro alto y vestidos con caída para disimular barriga.
No es la única. La cantante Beyoncé evita los shorts para no realzar sus prominentes caderas y muslos, mientras que Paulina Rubio recurre a tejidos envolventes para resaltar sus escasas curvas. Sólo hay que habituarse a convivir con ello. Ya se sabe, nadie es perfecto.
«La terapia psicológica consistirá en enseñar al paciente a que haga frente a ese pensamiento y trate de mejorar su autoconcepto, mediante el análisis de su propia escala de valores», detalla la psicóloga de ISEP Clinic Noemí Fernández.
En este sentido, lo ideal sería analizar por qué se está a disgusto con el cuerpo e identificar cuáles son las expectativas, deseos y motivaciones. Aprender a valorar las cualidades y virtudes de uno mismo y relativizar la importancia que se le da a lo que no gusta son pautas fundamentales.
Realmente, como sugiere Espinosa, «¿una nariz larga hace que toda la persona no valga para nada?, ¿por qué es tan importante tener una nariz más pequeña?, ¿qué conseguiría con ello?, ¿está asegurado que lo va a lograr al reducir su nariz?».
Famosas con truco
Quién sabe, pero, ante la duda, lo mejor será acostumbrarse. Si el problema es real, siempre quedará la opción de aprender a sacarse partido. No pocas famosas lo hacen. Y no les va nada mal. Sin ir más lejos, allí donde la ven, la actriz Scarlett Johansson usa pantalones de tiro alto y vestidos con caída para disimular barriga.
No es la única. La cantante Beyoncé evita los shorts para no realzar sus prominentes caderas y muslos, mientras que Paulina Rubio recurre a tejidos envolventes para resaltar sus escasas curvas. Sólo hay que habituarse a convivir con ello. Ya se sabe, nadie es perfecto.
Tomado de www.diariosur.es
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