Nunca es tarde para salvar un matrimonio. De hecho a nadie le gusta, luego de una vida de convivencia, abandonar una relación. La clave para esto, será preguntarse por qué razón -si es que usted y su pareja pudieron experimentar el amor al casarse- no sería posible reavivar ahora ese amor.
En este sentido, sería importante recordar cuando estuvo enamorada/o y llegó a casarse. ¿Cómo se comportaba en ese momento con su pareja, y como lo hacía ésta? Repita esas acciones tan agradables para él o ella que, con el tiempo, dejó de realizar. Cocine su comida favorita; llévele el diario y el desayuno a la cama; coloque las pantuflas cerca de la cama, para que en la mañana tenga la grata sorpresa de tenerlas a mano; llévele un café mientras descansa.
Escoja una flor y llévesela; ayúdela con los platos después de comer; olvídese por un momento de los gastos y regálele algo especial para el aniversario de casados; sorpréndala con un obsequio fuera de su cumpleaños o de otra fecha de celebración. Son esas cosas pequeñas las que demuestran cuando alguien cuida del otro.
De la misma forma que cuando se nota que se tiene un neumático desinflado en el coche no se busca repentinamente deshacerse del mismo, sino simplemente inflarlo y evitar cualquier pérdida de aire, se debe pensar en mantener la relación, antes que en dejarla morir. La clave, en este caso, será no echar todo por la borda, sino detectar los puntos débiles.
Comience a salvar su matrimonio AHORA
Si lo que está fallando es la vida sexual, será importante tomarse un tiempo para estar juntos a solas, por ejemplo enviando a los chicos con los abuelos, para reencontrarse el uno con el otro.
Deberán recordar el amor que sentían cuando eran jóvenes. Si es posible, también sería buena idea pasar unas mini-vacaciones a solas.
Quizás solo será necesario pasar una noche en un lindo hotel, pero sin permitir que la rutina de la vida familiar o laboral eche todo a perder, es decir darse tiempo para ustedes solos. El buen compañerismo es fundamental y muy importante para una sana vida de casados.
Nunca mire para atrás sólo para ver lo negativo. Olvídese de los tiempos amargos; no recuerde a su pareja los errores del pasado.
Empiece a agregar ya mismo el dulzor de la vida en pareja. Sea, frente a todo, positivo. Si su pareja le fue infiel, y piensa que no la podrá perdonar, deténgase un instante y piense si aún queda algo de amor en usted, y propóngase reconquistarla.
Empiece hoy mismo, para tratar de volver a ganar a su pareja por sobre ese tercero en discordia. Muéstrele que realmente piensa que él o ella son las personas más importantes en este mundo, al punto tal que podría perdonarle un desliz (siempre y cuando tenga la humildad de arrepentirse). Torne su vida y hogar tan atractivo como sea posible, para que él o ella lamenten verdaderamente alejarse.
La cuestión es ¿para qué luchar?
Todas las parejas tienen desacuerdos, pero una falta de concordancia no tiene por qué significar una batalla. Hable sobre estas diferencias y descubrirá que los argumentos son secundarios frente al afecto. Aprenda a callarse cuando se de cuenta que no tiene razón, y a comprender cuando difiera.
No permita que las quejas menores hagan perder de vista lo importante; trate de sobreponerse a estas cuestiones secundarias. No descargue sus enojos relacionadas con otras personas sobre su pareja o sus hijos. Nunca golpee a su pareja. Sea honesto, comprensivo, y compasivo.
Los celos tienen un protagonismo total en muchas parejas que comparecen ante un tribunal de divorcio. A se preocupa por qué B llegó 5 o 10 minutos tarde a su casa al venir desde el trabajo. ¿Adónde fue? ¿Con quién estuvo? ¿Estaba con alguna otra/o? Pero en realidad, incluso si lo está ¿qué puede hacer una persona por estar 10 minutos con otra? ¿Esta prohibido tener contacto con personas de otro sexo, incluso por cuestiones laborales o afectivas que nada tengan que ver con la infidelidad?
Algunos maridos señalan que no querrían tener una mujer que no sea atractiva para otros hombres, o ciertas esposas dicen que la clave es que ellos no besen ni gasten dinero en sus amigas. Tal vez ambas sean muy buenas maneras de dar un permiso a un esposo/a y no entrar en actitudes envidiosas, sabiendo que se respeta la fidelidad. Muestre todo su respeto y cariño hacia su pareja. Como todos los especialistas señalan, se debe estar seguro de estar enamorado de la pareja, no de uno mismo. De hecho, muchos miembros de parejas casadas se adoran a sí mismos más de lo que aman a su esposa/o.
Y sobre todo, cada uno de los días en que se despiertan juntos, no olvide decirle a ella o a él, "te amo". Y no sólo con palabras, sino poniendo todo su corazón en esa maravillosa expresión. Fuente: enplenitud.com |
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