| | | | | | | ¿Cómo ser la madre perfecta?, ¿cómo ser exitosa sin dejar de ser buena madre y esposa? La idea de abandono de los hijos versus el desarrollo profesional está implícita y explicita en nuestra sociedad y en las mismas mujeres. Es necesario mantener ambas: ser buena madre y buena trabajadora, presión que ocasiona el síndrome de la "súper mujer". | | La doble lealtad que se produce en las vidas de las mujeres que trabajan y tienen hijos es el fenómeno del mundo globalizado que impacta más drásticamente a las féminas. La pregunta que se plantean miles de mujeres es cómo compatibilizar el ser una buena madre y buena trabajadora a la vez. Muchas madres asumen responsabilidades familiares, haciéndolas más vulnerables, ya que muchas deben aceptar empleos de peor calidad, con menor protección laboral y seguridad social, a cambio de flexibilidad para compatibilizar labores domésticas, la crianza de los hijos y trabajo remunerado.
Mónica Díaz y Gloria Silva, docentes de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello comentan que las políticas relacionadas con este tema aún son insuficientes: en Chile el permiso asociado a la maternidad es menor al de países como Canadá (que tiene 16 semanas de licencia); no todos los empleadores cuentan con salas cunas y son varias las empresas que hacen pequeños ajustes para sortear la ley y los derechos de las trabajadoras.
"Tampoco existe compatibilidad para trabajar part time, desarrollando trabajo en el hogar, por la escasa oferta, la mayor sobrecarga que significa o la vulneración de derechos, como no contar con previsión", afirman.
El cuidado de los hijos en el hogar también es otro elemento que juega en contra de muchas mujeres al ir en desmedro de su desarrollo profesional, fundamentalmente por la pérdida de contactos, menor estímulo intelectual y el vacío curricular que se produce.
"Los programas de gobierno o fundaciones que promueven causas de mujeres, no siempre apoyan estos temas, pues es asociado con feminismo y este a su vez como un movimiento anti-familia.
Cuáles podrían ser las soluciones a la doble lealtad entre la profesión y la familia
"En primer lugar, tratar de no vivir en el pasado culpando a nuestros padres, por no habernos preparado para la situación actual. En la década de los 50s era imposible prever los cambios en el modo de vivir de las personas. Alo que se apela constantemente es a la capacidad de adaptación que debiesen tener las mujeres para comprender los cambios y cambiar la dirección las veces que sea necesario en función de seguir siendo la "viga maestra" de la familia", aconsejan las especialistas de la U. Andrés Bello.
Una segunda solución propuesta es dirigir la mirada al momento anterior al nacimiento de los hijos. Solicitar ayuda profesional para enfrentar los aspectos emocionales de la maternidad y paternidad, podría permitir que los padres se adapten mejor a la diversidad de aspectos necesarios para la crianza de los hijos, como equilibrar la necesidad de ayuda económica y los asuntos profesionales con los de la familia y con otras redes de asistencia comunitaria. Este trabajo se debe complementar con una mayor participación del padre desde antes del nacimiento.
En este punto, enfatizan en la necesidad de que los padres transmitan a sus a sus hijos que las similitudes y diferencias entre hombres y mujeres no inciden significativamente en metas personales y sociales.
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