Que estas buscando?

miércoles, 24 de octubre de 2007

La ardua tarea de encontrar amor y deseo en una sola persona


Combinar el amor romántico con la pasión sexual y mantener un compromiso marital monógamo es una costumbre que hace menos de un siglo no existía.



hizo un breve recorrido en el tiempo y te cuenta algunas claves para que en la búsqueda de ese ideal, no dejes pasar otras oportunidades.



Aunque resulte extraño, la idea de que amor, sexo y matrimonio deben encontrarse en la misma persona es una creencia relativamente reciente. Las sociedades occidentales se encargaron de fomentar la idea de que se puede aunar el amor romántico, la pasión sexual y un compromiso marital monógamo en un sólo acuerdo. Sin embargo, hace menos de un siglo, era común que los casamientos fueran arreglados por los padres de los novios según los intereses de la familia y el status económico o social.

Así, mientras la cultura griega juntaba sexo y matrimonio, reservaba el amor romántico para las relaciones entre hombres y muchachos. Y en la época cortesana del siglo XII, el amor entre el hombre y la mujer estaba formalmente dividido del matrimonio. "Ninguna sociedad tradicional consideraba los sentimientos de afecto espontáneos como base sólida para relaciones duraderas entre ambos sexos", dice la licenciada en psicología Silvia Salinas, en el libro "Amarse con los ojos abiertos" del cual es coautora



Por su parte, la licenciada en Psicología y especialista en pareja, Patricia Gaviola, señaló a que la idea de monogamia quedó instituida como forma de unión matrimonial en el Concilio de Trento en 1545, basado en el derecho romano y el canónico para las religiones protestantes, cristiana y judía.

¿Amor, romanticismo y deseo en una misma persona?

Es frecuente escuchar a uno o los dos integrantes de la pareja decir: "Lo quiero pero no

En la mayoría de las personas, el amor tierno se logra al reprimir el impuslo erótico. siento deseo sexual" o "tengo piel pero sentimentalmente no me mueve un pelo". Es que la probabilidad de encontrar al compañero que reúna todas las cualidades esperadas es casi nula.

Gaviola explicó que amor y deseo no confluyen con facilidad y que por eso, los desencuentros amorosos son tantos. "El problema es que, en las personalidades neuróticas (casi la mayoría pertenecemos a ese grupo), las pulsiones tiernas no coexisten con las sexuales fácilmente. Es más, el amor tierno se logra reprimiendo el impulso erótico", aclaró la especialista.

"El vínculo más fuerte que me unía a mi ex marido, en los últimos años de matrimonio, se convirtió en el único. Todo pasaba por la cama, no teníamos diálogo ni compartíamos las cosas que le pasaban a nuestros hijos, hasta que se volvió una relación enfermiza. Vivíamos peleándonos y el único impasse era cuando teníamos sexo", confesó Beatriz de 54 años, dueña de una zapatería, quien tras largos años de intentos frustrados de separación, finalmente lo concretó hace un año.

Otros, juran querer a sus parejas y hasta establecen un vínculo formal con ellas asumiendo cierto tipo de compromisos, pero sin embargo, y sin que ni siquiera sepan bien por qué, son infieles. "Hace 8 años que estoy de novio y alguna que otra vez estuve con otras chicas y hasta establecí una relación paralela con una ellas. Era 10 años menor que yo, todo un bomboncito", contó Marcelo, un contador de 33 años que argumentó no haberse casado con su novia todavía porque piensa que no podría serle fiel para siempre.

Entonces, el compromiso monogámico es algo que se da por añadidura cuando una relación es satisfactoria con proyectos, libertad y crecimiento para ambos. Gaviola resume: "Ninguna ley puede regular los sentimientos".


Dejar atrás el cuento de hadas

Una vez que se acepte la idea de que no existe el príncipe azul, será más fácil lograr un vínculo pleno y sincero. Sólo se podrá estar feliz con el compañero elegido si se resignan ciertos ideales. Eso es lo que tuvo que hacer Aída, después de haber estado casada 19 años con el padre de sus 3 hijos, separarse, y formar una nueva relación.



La historia de Romeo y julieta no se dará en la realidad. No hay que encapricharse con un modelo de persona. "Busqué en mi nueva pareja las cualidades que no tenía mi ex marido. Al principio era el hombre ideal porque no fumaba, era compañero y nos llevábamos bien en todo sentido. Pero con el tiempo cambió. Igualmente lo quiero mucho y ya hace 12 años que estamos juntos", comentó la ama de casa.



Para Salinas, la clave está en que cada sujeto encuentre la vuelta propia a su vida. La especialista en psicoterapia de parejas, aconseja poner sobre la mesa la idea de que el matrimonio, así como está planteado, es muy difícil, y que cada persona tenga la opción de encontrar su propio sistema para vivir más plenamente.



El pronóstico entonces, afirma que se puede encontrar el compañero buscado, previo duelo del ideal. Gaviola aclara que no se trata de olvidarse de los ideales que orientan la vida y las acciones, sino de un ideal a encontrar una forma determinada de persona, producto de una fantasía que no permite disfrutar de las oportunidades que se presentan.

La frustración del amor es parte de la vida, en algún momento todos pasan por esa experiencia. Eso sí, en caso de que se convierta en una constante, es conveniente consultar. " Seguramente hay algún motivo que está impidiendo construir un lazo amoroso. Lo importante es poder aceptar qué parte de culpa tiene uno en el conflicto que se repite, porque en definitiva, es la única parte que vamos a poder modificar", finalizó Gaviola.

 

Tomado de www.corrientesnoticias.com.ar

No hay comentarios.: