Sin experienciano hay empleo y, sin empleo, no hay experiencia
Psicóloga
Tengo las ganas, el entusiasmo, la formación profesional, la vitalidad, deseos de aprender, la experiencia de trabajos voluntarios, dos idiomas... pero nunca la experiencia laboral necesaria para ocupar un puesto en mi área: la Psicología.
Fui estudiante de honor en toda la carrera universitaria, pero ¿de qué me ha servido? Ni siquiera me llaman a una entrevista porque los criterios de selección se basan en la experiencia, y no en la formación o preparación profesional de los aspirantes.
La cara no me ayuda, yo sé, tengo la mismitica de la foto en la que salgo abrazando a mi papá a los cuatro años. Pero creo que la contratación de personal no debe estar basada en cómo se ve la gente, sino, más bien, en un análisis de la formación y competencias.
No puedo trabajar por ¢100.000 al mes, señores empleadores, porque, aunque tenga 22 años, debo pagar varias cosas y tengo que sobrevivir: un préstamo en Conape que pagar mes a mes y... ¿la comida, el agua y la luz?...
No es cuestión de no querer empezar desde abajo, cosa que en absoluto me importaría, pero no se ajusta a mi realidad cotidiana.
Ya lo probé. Tengo mi currículum vítae en todos los "punto com" de que he oído hablar. He ido a entregarlo a todo lugar que se me ha ocurrido como oportunidad.
Sin embargo, las únicas llamadas que recibo, y por montones, son de empresas que me ofrecen un puesto que consta de la siguiente labor: contestar llamadas, asistir a extranjeros, y, claro, con excelente remuneración. No es a lo que aspiro, ya lo probé.
¿Que tenga paciencia? La he tenido y seguiré pidiendo por ella..., pero estoy en un círculo: trabajo en otra área, entonces no acumulo experiencia en el área que me interesa, y entonces no seré elegible para un puesto profesional.
Quiero servir a mi país y necesito que Costa Rica me abra las puertas para poder dar todo lo que tengo para dar, pero no en un lugar donde no ejerzo lo que estudié ni sirvo al que realmente necesita. Si no, díganme, ¿qué hago con mi vocación? Les soy muy honesta: estoy cansada, cansada de ver que no es por lo que soy y he hecho o trabajado en mí, sino que todo se reduce a la experiencia laborada y remunerada en constancia firmada.
Proceso justo. Nunca esperé que fuera fácil, pero tenía la esperanza de un proceso con pintas de justicia que evaluara mis capacidades. Con eso sí puedo, aunque sea defenderme.
No quiero contestar llamadas, no quiero vender, quiero ser psicóloga y seguir en formación. ¡Que me prueben!
La experiencia es muy importante, estoy de acuerdo, pero propongo, entonces, procesos de capacitación efectivos, programas donde gente profesional joven pueda servir y ser remunerada. Pero, sobre todo, procesos de selección que evalúen la formación, la criticidad, la capacidad, porque para lo demás... para eso estoy solicitando hoy.
Una pequeña denuncia, hoy: que por enésima vez solicito un puesto profesional para el que me siento capacitada y no cumplo, únicamente, con el requisito de tiempo de experiencia profesional en horas laboradas.
tomado de: www.lanacion.co.cr
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