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lunes, 22 de octubre de 2007

Las dos orillas del feminismo

 

Mujeres líderes de España y Latinoamérica constatan que viven en sociedades distintas pero comparten problemas de discriminación

CARMEN MORÁN -

¿Está usted a favor de la paz, de la redistribución de la riqueza? ¿Prefiere las sociedades democráticas? ¿Le gustaría dedicar menos tiempo al trabajo y ganarlo para el ocio, los hijos, la pareja? ¿Cree en los derechos humanos? ¿Rechaza la violencia? ¿Sí? Usted es feminista. Porque esos principios son los que han inspirado siempre a las mujeres aliadas bajo ese movimiento, largo tiempo estigmatizado.
      Mientras en Europa preocupa el repunte del aborto, en América se lucha por despenalizarlo

      La socialista Rubiales propone que los temas de igualdad dependan de la vicepresidenta

      Los candidatos rellenan un cuestionario y el clérigo les busca las parejas más compatibles

      "El feminismo es el único movimiento que no tiene nada de qué avergonzarse. No pedimos favores, exigimos derechos. Las feministas trabajan en la universalización de los derechos, a pesar de que lo que vamos ganando se percibe como concesiones", dijo la secretaria de Estado de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, en el III Encuentro de Mujeres Líderes Iberoamericanas celebrado en Madrid.

      El feminismo es el "único movimiento del mundo que ha ido alcanzado logros sin poner una sola bomba", dijeron. Y ése es el camino. "Diálogo y pactos". Hasta con el diablo, ya que la Iglesia, las Iglesias, no han acompañado. "Que saquen a la Santa Sede de Naciones Unidas", clamaron algunas, hartas de los impedimentos que se han encontrado en nombre de dioses de todo tipo.

      El aborto sigue siendo una prioridad. Ya no es sólo un asunto de salud ni de justicia, "es un asunto de democracia, y así hay que plantearlo", dijeron. Pero el encuentro puso de manifiesto la doble velocidad a que caminan los derechos de la mujer a ambos lados del océano. En España preocupa su repunte. En muchos países iberoamericanos, aún luchan por despenalizarlo.

      En 1999, cuando tenía 13 años, Paulina fue violada en México, un caso que conmovió al país. Lo cuenta la mexicana Marta Lamas, antropóloga y directora de la revista Debate Feminista. La Iglesia y los movimientos pro vida pudieron más, y Paulina tuvo a su bebé. Eso ya no ocurriría. En México DF se ha despenalizado el aborto, pero para ello las organizaciones tuvieron que utilizar estrategias de todo tipo, algunas marcadamente antifeministas. "Cogíamos a cuatro feministas preciosas y escotadas y las enviábamos a negociar con algún ministro viejo verde. Si el que tenía que cambiar su voto era católico, nos ayudábamos de un grupo de jesuitas", dice Lamas.

      "No hay igualdad sin libertad y las desigualdades son aún muy grandes en América Latina. Preocupa también la tolerancia hacia esas desigualdades", advirtió Sonia Montaño, directora de la Unidad de Mujer y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. "Hay que hacer un pacto de los derechos humanos", dijo Montaño. A su juicio, la familia se ha convertido en el modelo de protección ante la dejación del Estado. "Y se corre el riesgo de volver al sistema patriarcal. No importa que te peguen si es en casa", advirtió.

      En España, hay leyes que favorecen la igualdad entre sexos. Pero siempre ha habido leyes y no siempre se han cumplido. La socialista Amparo Rubiales, recordó que los derechos "son condiciones necesarias pero no suficientes". En España las mujeres tienen desde hace años el derecho a ser candidatas políticas, pero eso no ha garantizado su participación, "ha sido necesaria una ley de paridad".

      Las feministas reunidas en Madrid por la Fundación Carolina y el Instituto de la Mujer reivindicaron "la utopía de trabajar menos" y de dedicar ese tiempo libre al ocio, a la corresponsabilidad. "Las mujeres no tenemos un problema de conciliciación sino de corresponsabilidad, y ese es un problema de todos", señaló Murillo. También es necesario que cambie el imaginario social, porque "tenemos distinto sexo y las diferencias biológicas consecuentes, pero las diferencias de género son las que nos atribuye la sociedad por tradición cultural. Y no creo que eso sea fácil cambiarlo, habrán de pasar años", dijo Lamas. Una buena herramienta para ello sería la coeducación. Iberoamérica tiene que hacer muchos deberes todavía para llegar a esto.

      Así pues, las políticas coeducativas, en valores y alejadas de prejuicios de género serán necesarias para erradicar males como la violencia contra la mujer. "El machismo mata, empobrece y atonta, por ese orden", zanjó Valcárcel.

      La agenda feminista y de igualdad atraviesa los grandes problemas y las grandes políticas. Por tanto, dijo Amparo Rubiales, hay que sacarla del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. "Podemos crear un Ministerio de la Igualdad o estar bajo Vicepresidencia. Quizá esta última opción sea, por ahora, la más posible", dijo.

      Feminismo. El arte de hacer posible, poco a poco, con alianzas, pactos y diálogo, los derechos de las dos mitades de la humanidad. ¿Es usted feminista?

      Tomado de www.elapais.com

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