Luis Benvenutty Cádiz Información El inconveniente que tiene escribir estos artículos es que la mayoría de las veces cae uno en la falta de actualidad. La semana pasada escribía sobre la posible "intervención del ejército" para solucionar la "guerra" del fútbol en la tele y el día antes, resulta que lo arregla un juez de Madrid. No me gusta esto de los días porque parece, y me temo que sea realidad, que es el único que se dedica al tema. Y hay temas que son menos transcendentes, pero éste de la enfermedad mental, es de tal dimensión que todos los días necesita de una atención especial, por lo que espero que así sea y no se restrinja al día que ya paso. Pongo el título del artículo entre interrogaciones porque realmente tengo grandes dudas de que los enfermos mentales gocen del respeto que como personas tienen acreditado. Y mis dudas, que puedo confirmar por mi experiencia en mi ya casi finalizada vida profesional, desgraciadamente se van reafirmando hasta el punto de poder afirmar que no tenemos el respeto debido al enfermo mental. Justo es reconocer que en el tema de las personas con discapacidad intelectual, la sociedad ha evolucionado muy en positivo, traduciéndose tanto en la comprensión que las personas en general tienen hacia quien sufre alguna discapacidad intelectual, como en los esfuerzos de las distintas administraciones por aportar recursos que permitan el tratamiento que necesitan. Pero en el tema de la esquizofrenia la cosa es muy diferente. Si en el tema de la discapacidad intelectual hemos desterrado del vocabulario la palabra tonto o subnormal, no ha sido así en lo que respecta a los enfermos a los que me refiero que siguen siendo llamados "locos", "majaras" y otra serie de palabras de lo más peyorativas posibles. Aquí ya tenemos un caso de discriminación. Pero no es lo peor el vocabulario. Es peor la incomprensión. ¿Quién no ha oído o utilizado frases con la siguiente?: "Si ese está loco para su avío", o alguna parecida. Si oímos que se ha producido un asesinato y dice la información que el causante está sometido a tratamiento mental, lo primero que se nos viene a la cabeza es que porque no se mató él primero. Y así muchas otras cosas que demuestran la falta de comprensión que esta sociedad tiene para con estos enfermos. Yo estoy de acuerdo con la teoría de los psiquiatras de que la enfermedad mental no necesariamente tiene que ser crónica, y es tratada como si fuera otra enfermedad. O sea que si Vd. tiene algo en el estómago, por ejemplo, cuando se ponga peor va al médico, lo ingresan y lo curan. Y hasta la siguiente. Igual está pasando con los enfermos mentales. Cuando sufren la crisis, van a la Unidad de Salud Mental, les curan la crisis y a casa. El problema es que con la desaparición de los psiquiátricos, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo, hay una falta de recursos para aquellos enfermos que su enfermedad, es decir, sus brotes son permanentes y son las familias las que están sufriendo no sólo la enfermedad del ser querido, que ya es bastante, sino las consecuencias de la conducta que produce la misma y que todos conocemos. Es precisamente esta conducta la que nos empeñamos en no comprender, y lo que yo quiero transmitir a Vd. amable lector o lectora, si me ha concedido el honor de llegar hasta aquí: Seamos comprensivos con los enfermos mentales. Desterremos, como lo ha hecho el Parlamento Andaluz, de nuestro vocabulario la palabra loco y otras similares. Y consideremos la enfermedad mental como una más, y al enfermo le demos toda la comprensión que se merece. Ah, y como se me acaba el espacio no puedo extenderme en comentar lo del Sr. que pusieron internet, y que Vd. habrá leído en este medio. De todos modos mejor es no hablar de los sinvergüenzas. |
Que estas buscando?
martes, 23 de octubre de 2007
¿Respetamos la enfermedad mental?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario