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miércoles, 24 de octubre de 2007

Trastorno bipolar, difícil de diagnosticar

   
 

  • Una mezcla de periodos de euforia con etapas de depresión extrema son las que vive alguien que sufre del trastorno bipolar. Muchos dudan que en realidad exista pues es muy difícil encontrar explicaciones para el comportamiento humano. Aunado a esto está el hecho de que otras enfermedades también alteran esta condición, haciendo aún más complicado su diagnóstico.
Las fluctuaciones entre ambos estados de ánimo pueden ser muy abruptas, por lo que no pueden compararse con los cambios de ánimo experimentados por la mayoría de las personas.

Algunas veces se presenta una superposición entre las dos fases, esto es, los síntomas maníacos y depresivos se presentan simultáneamente o en una sucesión rápida, conocida como estado mixto. Este padecimiento puede causar rupturas en las relaciones, pérdida del trabajo e incluso dificultades financieras (ya que se asocia con las compras compulsivas).

Hay dos tipos principales de trastorno bipolar: las personas con el trastorno bipolar I han tenido al menos un episodio completo de manía con períodos de depresión mayor. (a esta condición solía llamársele depresión maníaca).

Por otro lado, las personas con trastorno bipolar de tipo II rara vez experimentan un episodio maníaco completo y en su lugar presentan periodos de hipomanía (niveles elevados de energía e impulsividad que no son tan extremos como los síntomas de la manía). Dichos períodos hipomaníacos se alternan con episodios de depresión mayor.

Existe una forma leve del trastorno bipolar, denominada ciclotimia, que implica periodos de hipomanía y depresión leve, con menos fluctuaciones en el estado de ánimo. Con frecuencia, los pacientes con trastorno bipolar II o ciclotimia son diagnosticadas, de forma errónea, con depresión.

Se trata de una enfermedad que afecta por igual a hombres y mujeres, suele aparecer entre los 15 y 25 años y su causa se desconoce, pero se presenta con mayor frecuencia en personas con antecedentes familiares del trastorno. El riesgo de suicidio aumenta para quienes padecen este problema, además, en cualquiera de las dos fases el paciente puede abusar del alcohol u otras sustancias, lo cual empeora los síntomas.

El tratamiento del trastorno bipolar implica a menudo el uso de medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, que son útiles tanto para la fase maníaca como para la fase depresiva, también sirven para prevenir síntomas futuros.

Los antidepresivos pueden servir durante la fase depresiva si se usan con un estabilizador del estado de ánimo, pues los antidepresivos por sí mismos pueden desencadenar un estado de manía. Los medicamentos anti-psicóticos pueden ayudar a la persona que ha perdido contacto con la realidad.

Los especialistas recomiendan a los pacientes tener suficientes horas de sueño para mantener estable su un estado de ánimo. La psicoterapia puede ser una opción útil durante la fase depresiva, así como acudir a un grupo de ayuda.

Entre los síntomas de la fase maníaca se pueden contar:
  • Elevación del estado de ánimo
  • Pensamientos apresurados
  • Hiperactividad
  • Falta de autocontrol
  • Autoestima elevada (delirios de grandeza)
  • Compromiso exagerado en las actividades
  • Hacer gastos exagerados
  • Poca necesidad de sueño
  • Promiscuidad sexual
  • Irritabilidad
  • Excesos en la comida o bebida
  • Dificultad para concentrarse
La fase depresiva implica comportamientos como:
  • Tristeza permanente
  • Sentimiento de desesperanza, culpa y falta de valor
  • Apatía
  • Somnolencia excesiva
  • Incapacidad para dormir
  • Pensamientos frecuentes acerca de la muerte
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Aislamiento
  • Pérdida de la autoestima
Tomado de www.periodicodigital.com.mx

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