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jueves, 22 de noviembre de 2007

Con tratamiento, la claustrofobia puede superarse

 
 
Reportero: Monire Pérez López 

 
 

El simple hecho de estar en el andén provoca miedo intenso. Entrar al vagón desata una crisis de ansiedad. Cuando las puertas del Metro se cierran, la situación es incontrolable para quien padece claustrofobia.

"Los lugares cerrados, lugares que no conozco, que no sé dónde esté la salida, por ejemplo, que no pueda escapar rápido, que no esté cerca de la salida eso me da mucho miedo", expresó Christian Martínez, paciente con claustrofobia.

El Metro, un túnel, un elevador o cualquier habitación cerrada y pequeña representa un peligro que provoca una reacción exagerada.

"Su mismo organismo va reaccionando con taquicardia, con respuestas de sudoración profusa, una sensación de ansiedad anticipatoria bastante severa que cuando se da la entrada al espacio cerrado esto explota en una ansiedad exageradísima", comentó Miguel Palomar Bahena, psiquiatra del Hospital Regional "Morelos", del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En el caso de Christian, la ansiedad llegó a tal grado que dejó de viajar en Metro.

"En los espacios en donde el Metro tenía un lugar abierto no había problema, pero cuando empezaba a acercarme a los pasillos de abajo en donde había mucha gente o a subirme a los vagones en sí era horrible, no podía estar, a veces me tenía que salir corriendo del Metro para tomar aire", manifestó Christian Martínez.

Las fobias son un trastorno de ansiedad que ocupa el segundo lugar entre los padecimientos mentales en el país.

Se calcula que 10% de los mexicanos tiene alguna fobia. En más del 72% de los casos se trata de una fobia específica como el miedo a los lugares cerrados.

"Las cosas se pusieron más difíciles hace como un año y medio. Yo de plano ya no podía salir de mi casa, me daba mucho miedo muchas cosas", señaló Christian Martínez.

"Eso evita que puedan trasladarse y tener actividades cotidianas, subirse al Metro, subirse a un camión, no poder subir a un edificio alto si no es por las escaleras, porque tienen miedo al elevador", apuntó Georgina Cárdenas, del Centro de Servicios Psicológicos Guillermo Dávila, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La claustrofobia puede superarse con la ayuda de un psicólogo, un psiquiatra o ambos. Éste último otorgará un tratamiento farmacológico para reducir la ansiedad.

"Inicia principalmente con inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina para quitar todos estos síntomas ansiosos, fóbicos y una vez ya controlado esto puede iniciarse una terapia cognitivo-conductual para manejar este miedo a", explicó Iris Cimencio Tenorio, psiquiatra del Hospital Regional "Morelos" del IMSS.

Uno de los recursos que utiliza la psicología es la desensibilización sistemática.

"Al paciente se le somete a sesiones de relajación y a través de la imaginaria se le va induciendo a acercarse al estímulo fóbico, en el caso que tú mencionas, de los espacios cerrados, a imaginarse en un lugar en un principio cerrado y que el paciente vaya tolerando esa cercanía", indicó Claudia Reyes Ortiz, terapeuta de Psicología Integral A.C.

La claustrofobia también puede tratarse utilizando la realidad virtual.

A través de estímulos visuales y sonoros, el paciente se enfrenta a la situación temida, por ejemplo, estar bajo un túnel o entrar a un elevador.


"Muchos de esos pacientes temen que se van a asfixiar, se van a quedar sin aire, les va a dar un infarto, realidad que no está pasando. Los confrontamos con esas ideas irracionales que ellos tienen acerca de su miedo", declaró Sandra Muñoz, del Proyecto con Realidad Virtual de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Con tratamiento, la claustrofobia puede superarse entre tres y seis meses. Sin embargo, los especialistas señalan que el principal problema de ésta y otras fobias es que quienes las padecen prefieren evitar el objeto o la situación que les provoca miedo, que buscar ayuda.
 

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