"Si bien es necesario trabajar por la igualdad, en el caso del género no nos ayuda en nada emparejarnos y sentirnos iguales, creo que es distinto decir que somos equivalentes en dignidad o que tenemos los mismos derechos", aseguró en entrevista telefónica Pilar Sordo, autora del libro ¡Viva la Diferencia! La psicóloga chilena realizó un estudio entre personas de cinco a más de 50 años para conocer las percepciones respecto a su género, del cual obtuvo una conclusión: "No es cierto que hombres y mujeres seamos iguales; la verdad es que somos absolutamente distintos", y varios argumentos para sostenerla. De hecho, para lograr un crecimiento pleno, toda persona debería descubrir qué aspectos masculinos y femeninos tiene desarrollados y cómo en su interior puede equilibrar y complementar ambos aspectos para hacer más fluida, más íntegra, su estabilidad psicológica, recomienda en el libro, que presentó a principios de diciembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. La "lógica" dictaría que quien nace mujer tendrá siempre y en todo momento actitudes correspondientes a su género y quien nace hombre, también; sin embargo, para Sordo, toda persona tiene comportamientos de ambos géneros, sólo que uno predomina o se aprende según las necesidades. "Las historias determinan cuáles actitudes predominarán, las mujeres que se quedan solas con sus hijos, por ejemplo, las que no tienen hermanos hombres, las que han tenido que batallar la vida solas van a tener que desarrollar características masculinas indudablemente", afirmó. Para la autora, el ideal sería que una mujer en quien predomine el aspecto femenino se mostrara abierta a incorporar algunos elementos masculinos, como el establecimiento de objetivos y el aprender a soltar sin tanto problema las cosas que le hacen daño, como algunas relaciones afectivas; lo mismo que los hombres en los que destaca el masculino, "que adopten algunos elementos femeninos para darle profundidad a la vida que tienen y una trascendencia emocional que si no lo hacen a través de lo femenino no lo van a lograr nunca". Algo que representa un problema para algunas mujeres es el "pensamiento mágico" del que echan mano para crearse expectativas. "Son expectativas que en el fondo tenemos las mujeres de cómo deben ser las cosas: si me la paso comparando a mi hija de 13 años con mi hija mágica, que evidentemente es perfecta, siempre me estaré quejando de la real o en el caso de la pareja, el gran error es pretender cambiar al hombre que tenemos al lado y transformarlo como a nosotros nos encantaría", señaló. Los hombres no recurren al pensamiento mágico, explica, porque simplemente carecen de él. "No forma parte de su estructura. Ellos son más prácticos, más reales". Su pensamiento es "más concreto", se basa en lo que de verdad tiene, está a su alcance y puede ser capaz de valorar, refiere en su libro. Tomado de www.laopinion.com
Psicóloga chilena realiza un estudio para conocer las percepciones sobre su género
Georgina Montalvo
Agencia Reforma
En la búsqueda de igualdad entre los géneros hay una cuestión que se ha pasado por alto: es importante mantener, e incluso celebrar, que existen diferencias básicas e irrenunciables entre lo masculino y lo femenino.
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miércoles, 2 de enero de 2008
Diferencias entre el hombre y la mujer
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