Si bien parece que el fin último de ellos y ellas es el mismo, encontrar el verdadero amor, la manera en que lo viven no es la misma y eso genera conflictos. La comunicación, clave para entender y tolerar diferencias Según los especialistas en conductas humanas, los hombres y las mujeres viven el amor y el romance de un modo totalmente distinto, al punto tal que mantienen entre ellos un malentendido estructural, que causa una innumerable cantidad de conflictos y malos entendidos, publicó el sito En Plenitud.
Al parecer, este malentendido se manifiesta por el hecho de que los seres humanos, a diferencia de los animales, no poseen señales o códigos mediante los cuales la relación sexual se produzca instintivamente, sino que, muy por el contrario necesitan pedir, insinuar, o hablar, lo cual denota la existencia de una comunicación.
El esquema básico de la comunicación comprende un emisor, un receptor y un mensaje, pero como todo proceso de transmisión no está exento de "ruidos", sobre todo cuando el emisor y receptor (mujeres y hombres u hombres y mujeres) tienen "lenguajes" distintos.
Cuando los medios entorpecen el fin Aunque nunca es lo mismo para ella que para él una relación de noviazgo o la conformación de una familia, casi siempre estas diferencias fundan los deseos supremos de cada género, como el sexo (principalmente en el hombre) y el amor (principalmente en la mujer).
Así, mientras el deseo sexual se manifiesta en el hombre básicamente mediante los rasgos de atracción física que pueda ejercer sobre él la mujer, ella tiene su pulsión puesta principalmente en la relación de amor que podrá gestar con su pareja.
Es por eso mismo que casi todas las mujeres tienen como objeto de deseo el ser amadas, mientras que los hombres, con su carácter más fetichista, también se enamoran, pero del hecho de que sus parejas se pongan atractivas especialmente para ellos, lo cual se complementa a la perfección con un don propio de la mujer, el de dar todo por amor.
Ahora bien, esa cualidad de "dar todo" de la mujer deberá ser avalada con un "dar algo a cambio" por parte de él (al menos es lo que su amada esperará).
Así es que cuando el caballero no advierte (ni da señales de hacerlo) que su mujer hizo lo máximo por ellos, ellas se ponen extremadamente sensibles, buscando a toda costa una mínima señal de reconocimiento. (Es muy factible que en más de una oportunidad, esta demanda cotidiana de atención, tiempo, amparo, y amor incondicional que reclaman muchas mujeres, termine excediendo los límites aceptables y tenga como resultado final la anulación del deseo en el hombre, lo cual podrá manifestarse en una indiferencia de él para con ella).
"Ruidos" en la comunicación Mientras que los hombres suelen "cerrarse", las mujeres disfrutan por el contrario del mismo acto del habla, es decir de la conversación como fin y no como medio para obtener una mayor información o expresarse mejor.
A la mayoría de los hombres les cuesta mucho entender algunas actitudes radicalmente cambiantes en la mujer, pero al igual que sucede con el habla, son precisamente estas contradicciones otro de los aspectos que forma sus cualidades femeninas.
Es por esto que se dice frecuentemente que en cuestiones de amor no hay nada escrito, y que es imposible concebir fórmulas que incidan sobre los mismos. Hombres y mujeres, hemos visto, viven el amor de manera diferente.
Así, es importante que las mujeres entiendan que por más que el mercado y los medios de comunicación les "vendan" que es posible separar el sexo del amor, lo cierto es que el carácter femenino torna muy dificultosa esta separación, al margen de que el actual sistema se empeñe en anular las posibilidades de que surja un verdadero amor, algo cuyo tiempo está mucho más ligado a lo abstracto que a lo productivo.
El hombre, por su parte, también sufre por amor. Si bien es cierto que el sexo ocupa aquí un lugar más central, es irrefutable que muchísimos hombres alrededor de la tierra aman y desean a una determinada mujer por algo más que su atracción sexual.
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