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miércoles, 23 de enero de 2008

«Hay muchos mitos en el amor; amar no es sacrificarse, sino compartir»

 
«Una mujer sin pareja es una solterona, mientras que un hombre es un soltero de oro, un chollo, un listo»
 
Erika Suárez, ayer, en su despacho de la Casa de Encuentros de la Mujer. ricardo solís
 
ERIKA SUÁREZ PSICÓLOGA, RESPONSABLE DEL TALLER MUNICIPAL DE RELACIONES DE PAREJA E. CAMPO

Erika Suárez, psicóloga de la Casa de Encuentros de la Mujer, es la responsable del taller sobre relaciones de pareja, que hoy comienza en este servicio municipal. El curso forma parte de la oferta formativa de la concejalía de la Mujer para este trimestre.
-¿Por qué un curso sobre relaciones de pareja?

-El mundo de los afectos es realmente importante en la vida de las personas. A la mujer se la educa para ser de otro, la soledad está considerada como algo negativo, y la ruptura de una relación seria como un fracaso. Por eso hay personas para las que puede ser útil replantearse el concepto de amor.
-Entonces, ¿cuál ha de ser ese concepto?

-En el taller consideramos que la idea del amor está muy mitificada. Se trata de un sentimiento irracional que está muy bien para vender películas y canciones, pero que son inútiles y no reflejan las realidades. Por ejemplo, ocurre con el supuesto de que una única persona pueda ser la responsable de nuestra felicidad, en plan príncipe azul. O el de la exclusividad, que amar a una persona vaya en detrimento de otras áreas de la vida, como la profesión o los amigos.
-Adiós al príncipe azul.

-Ni príncipe azul, ni ranas que al besarlas se vuelven príncipes, ni media naranja tampoco.
-¿Adiós también a la media naranja?

-En un planeta en el que viven millones de personas, pensar que vayas a encontrar a tu complemento perfecto, que además es único, es algo irreal. Y lo es tanto como la idea de flechazo. Hay muchos mitos ligados al amor, a la pasión, al desenfreno o al sacrificio, que es negativo para la persona. Amar no es sacrificarse, sino compartir.
-¿Qué papel suele ocupar la mujer en la pareja?

-El rol suele ser el de cuidadora, que se abandona a sí misma para atender a los otros miembros de la familia. Y te encuentras con mujeres de cierta edad frustradas, dedicadas durante su vida a hacer felices a los demás y que se ven solas cuando los hijos se van.
-¿Y eso cómo se puede evitar?

-No hay antídoto ni receta mágica, sino una reorganización de las ideas para encauzar tu vida.
-Las cifras de divorcios van en escalada. ¿Qué pasa?
-Los problemas son muchos y muy distintos. Uno de ellos es el nuevo papel femenino en la sociedad; las mujeres han evolucionado. Hay una frase que dice que las mujeres buscan el hombre del mañana, y los hombres la mujer de ayer. A eso se une que las mujeres ya no queremos aguantar determinado tipo de cosas. E influye también la sociedad, frívola y superficial, y confundimos el amor con el chispazo y la pasión inicial. Pero como eso se acaba en todas las relaciones, lo buscamos continuamente. Estamos también menos dispuestos a compartir.
-Y ahí entra también la violencia machistaÉ

-La violencia de género es fruto de una desigualdad social entre hombres y mujeres, y de una desigualdad de poder. Sí que ahora se ve un aumento de la violencia, porque las mujeres tienen más posibilidades de marcharse de casa.
-Sin embargo, dicen que nadie como una mujer para maltratar psicológicamente.
-Tampoco lo veo muy claro. No es que todos los hombres sean maltratadores ni todas las mujeres víctimas. Pero, viendo las estadísticas, la cantidad de mujeres maltratadas y asesinadas y las que llenan las consultas de los psicólogos, creo que no se pueden hacer comparaciones. De esa idea que usted plantea no hay pruebas, aunque, por supuesto, las mujeres, al tener menos fuerza, pueden usar otros recursos. Pero ante esta realidad de maltrato a las mujeresÉ No digo que ellas siempre sean las buenas y los hombres los verdugos, pero el fenómeno no tiene las mismas dimensiones a la inversa.
-¿Qué otras reflexiones plantea sobre el amor?

-Los psicólogos dicen que el amor, en nuestra sociedad, es casi como un maltrato de género. Para los hombres ocupa parte importante de su vida, pero simplemente es una parte; hay otras partes. Pero para la mujer el amor es lo que lo inunda todo. Y se nos educa de esa manera. Tenemos un montón de referentes, desde los cuentos de hadas en los que la princesa espera al príncipe en su castillo, a películas y canciones. En el curso vamos a poner de ejemplo «Sin ti no soy nada», de «Amaral». Y luego está la connotación social negativa de la mujer que no tiene pareja: es una solterona. Sin embargo, él es un soltero de oro, un chollo, un listo. Afortunadamente todas estas consideraciones están cambiando.
 

Tomado de www.lne.es

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