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viernes, 18 de enero de 2008

Mi hijo/a es zurdo, ¿qué hago?

 

PAOLA CAIRO ROLDÁN

Casi una de cada 10 personas usa mejor la mano izquierda, pero no hay que verlo como un problema

Me pregunto cuál fue la primera reacción de la madre de Napoleón cuando descubrió que su hijo era zurdo. Me gustaría saber qué sintieron las mamás de Leonardo da Vinci, Gandhi, Chaplin, Beethoven y la reina Victoria, personajes todos, zurdos también.

Yo no soy mamá de ningún ser ilustre, no por ahora al menos, pero puedo contarle que la primera vez que noté que mi pequeña Emilie usaba predominantemente la mano izquierda me sentí algo inquieta.

No sé si fue el desconocimiento (sobre zurdos sabía muy poco) o el hecho de que mi nena pueda ser claramente distinta a la mayoría de la gente (se calcula que un 10% de la población es zurda). En cualquier caso debo confesar que durante algunos días traté de averiguar si era posible modificar esa tendencia en la niña. Emilie tenía nueves meses y yo, en vez de dejar la cuchara de comer a su alcance, para que ella la cogiera, se la daba directamente en la mano derecha.

Indiferente a mis experimentos, Emilie cambiaba de mano y cogía la cuchara con la zurda, la misma mano que hoy, a sus 2 años y medio, emplea para comer, pintar, dibujar y sostener su pequeña raqueta de tenis.

El tiempo ha pasado y aunque todavía no puedo asegurar que la niña es zurda (el uso predominante de un lado del cuerpo suele definirse después de los cuatro años) tengo la sensación de que lo será.

Debido a esta posibilidad es que hace unos días decidí bucear en internet en busca de información sobre niños zurdos y además me animé a preguntar a algunas personas zurdas sobre sus propias experiencias.

En el camino me di con la sorpresa de que hay un universo de sitios en la red, efemérides, mitos y teorías en torno a la zurdera. Además, se pueden comprar online los más singulares productos para este sector de la población. Desde cuchillos para cortar pasteles hasta herramientas para cuidar del césped.

Pero ¿qué es lo que realmente necesitan saber los padres de un niño zurdo? Ante todo, creo que hay que ser conscientes de que la zurdera no es un defecto (por lo tanto no hay que 'curarla' o 'corregirla') pero sí una diferencia que se puede hacer evidente, por ejemplo, cuando el niño aprende a escribir, a practicar un deporte o a cortar con tijeras.

Esa fue la sensación que tuve hace poco cuando acompañé a Emilie a su clase de tenis y comprobé que la niña no le pegaba a ninguna pelota mientras sostenía la raqueta con la mano derecha. "Parece que es zurda", me animé a decirle a la profesora para que modificara su método de enseñanza.

La clave está en reducir las frustraciones del niño al máximo y lograr un fino balance. Hay que apoyar al niño, con información y recursos adecuados, pero sin hacer que se sienta extremadamente distinto debido a su zurdera.

Es decir, yo creo que a Emilie sí le sería útil tener un par de tijeras diseñadas para zurdos o al menos para ambidextros (se frustra mucho con las tijeras para diestros), pero no tengo intención de comprarle un cuchillo especial para cortar el pan o un reloj con la numeración en sentido contrario. Creo que eso recortaría su capacidad de adaptación.

Problemas como la mala caligrafía, la mala postura al escribir o la dificultad para cortar, pueden ser corregidos a tiempo. Lo que no puede cambiar fácilmente, una vez sembrada, es la actitud de una persona frente a su zurdera. Si la lleva como un 'sufrimiento' será una carga.

Si la lleva como lo que es, una diferencia que sin embargo no lo disminuye como persona, podrá aprender a vivir, a superar obstáculos y, por qué no, a triunfar en un mundo de oportunidades que se alcanzan con la mano derecha o con la izquierda.

Ahí está el genio de zurdos como Da Vinci, Beethoven, Chaplin y Napoleón, para demostrarlo.
 

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