Es importante tener presente cuáles son los indicadores de abuso sexual para que, ante la sospecha, se busque ayuda médica y psicológica pronta
Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Un abuso sexual es un trauma que marca a una persona durante toda su vida, más aún cuando se trata de un niño o una niña, es por ello que en una situación de esta magnitud se requiere de una pronta atención para ayudar en la recuperación de la víctima. El golpe emocional que sufren las víctimas es muy fuerte y les genera una gran pérdida de confianza hacia los demás, cuando se trata de niños o niñas se crea una gran confusión y por supuesto sienten temor.
"En el caso de niños la pérdida de confianza se da porque el que se supone que le ama y le protege le hace sentir mal y le causa temor, inseguridad y culpa. Al menor le cuesta distinguir que el otro es el que está haciendo mal, eso hace que las secuelas sean más graves", explicó la psicóloga Milagro Quesada. El abuso sexual en niños ocurre cuando estos son sometidos a diferentes experiencias como exponerlos a pornografía, tocarlos u obligarlos a tocar partes íntimas de sus agresores hasta la violación, incluso de manera "voluntaria" porque un adulto siempre ejercerá algún tipo de manipulación o involuntariamente.
Indicadores
Los padres, familiares cercanos u otras personas que tengan a cargo un menor deben conocer cuáles pueden ser las señales que indican que ha sido víctima de abuso sexual para, si se determina que es así, intervenir en la situación lo más pronto.
Algunos indicadores físicos de abuso sexual son dificultad para caminar, ropa interior manchada o con sangre y en las áreas genitales puede presentar picazón, dolor e hinchazón, infecciones urinarias frecuentes, dolor al orinar o secreción en la vagina o pene.
También las víctimas de abuso tienen manifestaciones de comportamiento como baja repentina en el rendimiento escolar, mala relación con los compañeros, comportamiento sexual inadecuado para su edad, regresión a un estado de desarrollo anterior (por ejemplo pueden orinarse sin tener control de ello) y en algunos casos alegan haber sido abusados sexualmente.
"Puede estar retraído, aislado o negarse a ir a un lugar o relacionarse con alguien esto puede confundirse con un capricho del menor pero hay que indagar sobre la razón por la cual no desea ir a cierto sitio o tener relación con determinada persona", aseguró la psicóloga.
Secuelas
Aunque depende de la gravedad y la frecuencia del abuso sexual, es inevitable que no queden secuelas difíciles de borrar por eso es tan importante la ayuda psicológica para apoyar al menor en su recuperación.
Los niños se vuelven inseguros, sufren de angustia de separación, desarrollan una discriminación hacia el género que les abusó, por ejemplo, las niñas abusadas evitan a toda costa relacionarse con personas del sexo opuesto.
También tienen un temprano despertar de la sexualidad lo cual puede es peligroso pues según señaló la psicóloga pueden reproducir su comportamiento sexual con otros niños a través de juegos, principalmente.
"Cuando un niño ha sido abusado sexualmente los padres deben tener una supervisión constante porque pueden reproducir el abuso sexual con otros niños, hay que trabajar con ese conflicto para que el síntoma no se dé", aseveró Quesada.
La autoestima de los niños se ve seriamente deteriorada al igual que la autoimagen y se sienten sucios y culpables por la situación, además, al crecer, algunas víctimas establecen conflictos con sus parejas porque no pueden disfrutar de la sexualidad.
Manejo
Según dijo la psicóloga, estadísticamente las víctimas son más mujeres que hombres y, por lo general los perpetradores son familiares lo cual ocurre por el grado de confianza y acceso, en su mayoría son padres, abuelos, hermanos y tíos, y en menor cantidad son amigos de la familia y extraños.
Con un menor que ha sido víctima de abuso se debe hablar calmadamente sin mostrar desagrado o alarma, nunca implicar juicio o culpa pero sobre todo siempre hay que creer en lo que dice pues está demostrado que es muy difícil que un niño mienta acerca de un abuso sexual.
Es importante que antes de vivir una situación tan triste como esta haya entre los padres y los hijos una comunicación preventiva en la que se enseñe el respeto por cuerpo, sepan cuáles son las partes íntimas que no deben ser tocadas por nadie y que tengan claro qué hacer en caso de que una situación como esa ocurra.
A tomar en cuenta
-El abuso sexual no es un secreto que pueda guardarse, debe ser denunciado.
-Las víctimas merecen ser apoyadas y se les debe creer pues se ha de mostrado que es muy difícil que un niño mienta acerca de un abuso sexual.
-El niño no debe sentirse avergonzado o responsable de lo que pasó porque no fue su culpa.
-La forma de reaccionar ante una relación de abuso es crucial para la salud mental y completa recuperación de la persona menor de edad.
Tomado de www.prensalibre.co.cr
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