Ernesto Esquivel
Las relaciones humanas, sobre todo las de pareja, suelen estar plagadas de buenos momentos, pero en algunos casos llevan el riesgo de ser víctima de una infidelidad, situación que invariablemente causa dolor y sufrimiento a ambos miembros de la pareja, así como a las personas que son cercanas a la relación como a los hijos, amigos y familiares. Se trata de un daño tan profundo que quien lo vive experimenta la sensación de que nunca podrá sentirse mejor y que su autoestima tampoco se recuperará. No obstante, sí es posible volver a ver la vida con ilusión y creer en el amor. Es cierto que una infidelidad provoca inestabilidad en todos los sentidos, las ilusiones y la confianza en la persona con la que se compartió un proyecto de vida se desvanecen y dan paso a una serie de sentimientos que se combinan entre sí, la decepción, el dolor, la incredulidad, la tristeza y la creencia de que la vida está acabada, son algunos de ellos. Y aunque el panorama no parece prometedor, toma en cuenta que con voluntad, esfuerzo, amor a sí misma y a los hijos, en caso de que los haya, podrás superar lo que ahora consideras imposible. "El daño que causa una infidelidad afecta a todo un núcleo que comprende a la pareja, a los hijos, a la familia extensa e incluso a las amistades, a todos en distintos grados, dependiendo del tipo de acercamiento que exista con cada uno, y esta afectación va no solamente al aspecto emocional también abarca el físico, pues la depresión conlleva desordenes alimentarios, descuido de la persona, entre otros daños", explica el doctor Manuel González Oscoy, catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). "Desde el momento en que se presenta una infidelidad, hay una falta de respeto y de confianza, pues se jugó con los sentimientos de una persona y también se pusieron en duda sus capacidades de amar, de entregar lo mejor de sí a la relación, entre otros aspectos", advierte el especialista. La manera en que asimiles el engaño marcará la pauta de cómo podrás superarlo, es decir, si te se empeñas en asumir que fue culpa tuya el que se suscitara esta situación, dañarás tu autoestima, te sentirá responsable y el proceso puede resultar más lento. En este sentido es necesario reconocer que cuando surge un conflicto de pareja, los dos integrantes llevan una parte de responsabilidad. "Todo conflicto produce enojo, y este nos lleva de la mano hacia el sentimiento del rencor, y ante esta desafortunada experiencia lo más indicado es hacer un análisis de la situación, asumir la parte de responsabilidad que le corresponde a cada quien y hablar con mucha seriedad y compromiso de las posibilidades que existen de reformar la relación o si consideran que es mejor una separación amigable. En cualquier caso, el apoyo de la terapia de pareja es esencial para que ambos puedan superar el problema", dice el doctor González Oscoy. Recuerda que llegar al perdón, es el primer paso para sanar cualquier herida y continuar con paso firme tu existencia. Aunque de momento pienses que esto es imposible, date la oportunidad de aprender y de crecer ante esta vicisitud, te darás cuenta que todavía hay mucho que dar y recibir de la vida Tomado de www.laprensahispananewspaper.com |
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