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miércoles, 9 de abril de 2008

Auxilio: mis papás no dejan de pelear



Ser parte de una familia significa arrimar el hombro e intentar hacerle la vida mejor a los demás. Las discusiones suceden y no pasa nada. Con amor, comprensión y un poco de esfuerzo, las familias pueden solucionar casi cualquier problema.

Camila añora volver a los años en los que se dormía temprano y no se daba cuenta de lo que pasaba en la habitación de sus padres en la noche. Le gustaría no entender cuando ellos se gritan y pensar, como lo hacía cuando era pequeña, que hablaban más duro de lo normal para que cada uno recordara las cosas.

Pero ahora todo es diferente y a diario le toca presenciar una pelea de sus padres, ya sea por una camisa o por una cuenta por pagar.

Al dialogar con ellos sobre esto, ambos coinciden en decirle que son problemas de pareja que siempre tienen solución, o que simplemente es una crisis por la que están atravesando pero que nada tiene que ver con ella.

Ambas respuestas son verdaderas si se analiza lo que es la convivencia de dos personas que deciden unirse y casarse. Pero Camila no se aguanta la situación y ha llegado a pensar que irse a vivir a donde su abuela puede ser una alternativa para que ellos tengan tiempo de estar solos y compartir momentos en los que se puedan solucionar los conflictos por los que están pasando.

Aunque le comentó a la psicóloga del colegio lo que le pasaba y lo mal que se sentía de solo pensar que se podría terminar su familia, la estudiante de 16 años cree que huir sigue siendo lo mejor para ayudarlos.

 

No es por ti

Algo que deben tener en cuenta los hijos al momento de ver o escuchar a sus padres peleando por cualquier motivo, es que ellos no son los culpables de la discusión. La convivencia de una pareja es difícil y no siempre se tienen los mismos puntos de vista para determinadas situaciones.

Si tus padres están juntos fue precisamente porque no eran iguales, porque se diferenciaban en algunas cosas que los hicieron ser más interesantes y atraerse. Así que no te preocupes, todo problema tiene su solución, hay que darle tiempo y ponerle ganas para que se encuentre el camino correcto y se llegue a la felicidad.

 

¿Qué hacer?

Es importante recordar que, cuando tus padres discuten, la discusión es entre ellos y que no te implica. Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es mantenerte al margen e irte a otra parte de la casa cuando discutan. O sea que vete a tu habitación, cierra la puerta y busca algo con qué entretenerte hasta que dejen de discutir. El papel de los hijos no consiste en hacer de árbitros.

Sin embargo llega un momento en que sientes que simplemente vas a estallar, que vas a reventar y ya no puedes aguantar nada más. Cuando las discusiones van demasiado lejos puedes explicarle a otra persona lo que está pasando en su casa. Hablar con otros familiares, un profesor, el psicólogo del colegio o cualquier adulto en quien confíes sobre las peleas de tu casa, te puede servir de ayuda para solucionar los problemas.

* Concepto entregado por el psicólogo especialista en familia Alexánder Toro.

 

Peleas por todo

Cuando se llevan varios años de convivencia puede resultar normal que existan las peleas porque no se está de acuerdo en todo. Puede ser el dinero, el orden o las próximas vacaciones las que lleven a los padres a discutir por cualquier cosa.

Una discusión parte de una charla en la que se exponen los puntos de vista y se da la oportunidad al otro de expresar lo que siente. Pero cuando no se llega a un acuerdo puede surgir la discusión, la cual lleva a las palabras.

En muchas ocasiones las palabras pasan a ser ofensivas, y el tono pasa a ser un grito, que cada vez perturba más la tranquilidad del hogar. Lo importante de esto, es que una para una pelea se necesitan dos, y siempre existirá uno de tus padres que no quiera discutir y todo termine allí.

Otra situación que se presenta son las peleas silenciosas, aquellas en las que preguntas por algo y por insignificante que sea no recibes respuesta alguna, pues tus padres están en una discusión que los lleva al silencio.

Existen varias posibilidades pero debes recordar que después de un largo día de trabajo, de las preocupaciones económicas o de los gastos, las tensiones de tus padres son mayores y llegan a discutir, por lo que siempre debes estar para apoyarlos y no para contribuir en una pelea más.

* Concepto entregado por la psicóloga Marcela Ochoa.

 

Golpes van, golpes vienen

Algunas veces las discusiones y peleas que tienen los padres llegan muy lejos y comienzan a agredirse ya no de manera verbal, sino que acuden a los empujones, se lanzan cosas y se golpean.

Ninguna de estas actitudes es recomendada. Más bien es una señal de alerta que debes tener en cuenta para que no pase a mayores. Debes buscar la ayuda de alguien que les permita solucionar este problema.

Si en una familia hay muchas peleas, lo más seguro es que hay lesiones, algunas que son escondidas para que los hijos, compañeros y familia no lo noten. Por esto es importante que acudan a los psicólogos o a los terapeutas de familia que son los encargados de ayudar en este tipo de situaciones y mejorar el entorno familiar. No dudes en hablar.

 

Las reglas para sostener una discusión

Es cierto que es difícil pensar con la razón cuando se está de mal genio, pero estas son unas sencillas reglas que harán que su relación no se enrede por una simple discusión.

- No injuriar al otro

- No amenazar no con irse de la casa ni mucho menos con hacerse daño quitándose la vida.

- No referirse de forma negativa a los amigos o familiares de la otra persona.

- No despreciar las capacidades que tiene el otro.

- No ponga en duda la buena voluntad de su pareja, es decir, no piense que es lo peor y que es capaz de hacer lo que sea para causarle daño.

- No grite.

- No utilice un lenguaje despectivo.

- No interrumpa.

- Nunca ventile sus problemas en público, lo que tengan que resolver háganlo solo entre los dos.

- No actúe a la defensiva.

- Pregunte sin ofender y responda sin defender.

- Evite las frases: "tu nunca" o "tu siempre".

- Reconozca sus errores y aprenda a pedir perdón.

- No conteste un reclamo con otro igual.

* Tomado de El Colombiano.

Tomado de www.lapatria.com

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