Pese a que para cada uno los problemas propios sean los más relevantes, clínicamente existe una escala de vivencias traumáticas. Infobae.com consultó a un profesional para saber cuándo es momento de pedir ayuda
Mucho se habla y poco se sabe del estrés. En realidad, hoy en día todo se atribuye al estrés. Pero ¿qué es? El diccionario lo define como toda demanda física o psicológica fuera de lo habitual y bajo presión que se le haga al organismo provocándole un estado ansioso. En la mayoría de los casos llegamos al estrés por demandas grandes para nuestro organismo.
Ahora bien, ¿cuáles son las situaciones más estresantes?
El doctor en Psicología Gustavo Bustamante dijo a Infobae.com que "existe una escala", encabezada por "perder un hijo, perder un cónyuge o cualquier tipo de duelo".
Después de éstas -según el vicepresidente de Fobia Club- se encuentran las categorías por edad, entre las que ubicó para la edad adulta perder el empleo y, entre los jóvenes, rendir mal una materia o tener que abandonar una carrera universitaria.
"Un estresor puede ser perder un noviazgo. O una separación", agregó el profesional, quien consideró también estresantes las circunstancias ligadas al cambio de residencia (mudarse).
Asimismo, destacó que cada una de esas situaciones puede ser "activadora o desencadenante de otro tipo de patología", pero no necesariamente es la causal.
Así, "a partir de una de estas vivencias, una persona podría empezar a sufrir depresión", para lo cual, además, hay que tener una cierta predisposición genética.
De igual manera -ejemplificó Bustamante- "un fóbico social puede experimentar una mudanza como una situación de mucho riesgo", en el sentido de que implicará adaptarse a todo un contexto desconocido, con todo lo que eso conlleva para ese tipo de personas.
Ante la pregunta de si se puede hacer algo para atravesar estas situaciones -muchas inevitables, por cierto- lo mejor posible, el profesional diferenció dos factores: frente a un estresor la persona analizará cuán grave o severa es la situación y su capacidad para resolverla.
Así, "si se siente incapaz va a necesitar apoyo y si cree que podrá sortearlo sin mayores complicaciones lo hará solo".
"Hay muchas personas que están muy angustiadas y toman eso como motivador para hacer otras cosas", destacó Bustamante.
En ese sentido, el médico identificó las señales que debería evidenciar alguien como signo de que no podrá salir solo de una situación estresante: "Cuando algo empieza a fallar. Cuando aparecen síntomas como insomnio, taquicardia, crisis de pánico. O la persona pierde la concentración y se muestra irritable".
También la aparición de alteraciones físicas, como pérdida de peso o pelo, deberán ser tenidas en cuenta como indicadores de que "el estrés alteró la calidad de vida".
"A lo largo de la vida todos pasamos por situaciones como estas", remarcó el profesional, y consideró: "Después, según la capacidad de cada uno, veremos si se crea una patología a partir de elloa o no. De ello dependerá mantenernos con un mejor estado de salud mental".
Tomado de www.infobae.com
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