¿Adónde fue a parar el amor?

 

Las relaciones no mueren por sí mismas sino que somos nosotros las que las dejamos morir.

Esta es sin duda la pregunta del millón. La pregunta que otros quieren hacerte cuando se han enterado de la ruptura pero que solo los más arriesgados se atreven a hacer. Es la caja negra en el sitio del accidente que nadie logra encontrar y todos la buscan. Es un capítulo de la vida de,  posiblemente,  todos los seres humanos que alguna vez se enamoraron y el primero de un libro que se ha convertido en 'best seller' 'No el divorcio de tu madre', escrito por las especialistas en relaciones  Kay Moffett y Sarah Touborg. Está escrito para quienes quieren mirar de cerca la razón por la que terminan esas relaciones amorosas que parecían destinadas a durar toda una vida. No importa cómo se acabaron esas relaciones, pudiera ser a causa de otro hombre o de otra mujer, pudiera ser otro tipo de infidelidad: un romance con las finanzas, quizás había de por medio problemas de adicciones o tal vez era algo menos dramático: cada uno decidió seguir creciendo por su cuenta, pues se conocieron cuando eran muy jóvenes.  Quizás la noticia llegó como un vaso de agua fría o simplemente se presentó en calma. Hay que ser realistas en las cosas del amor. Una relación no es otra cosa que un voto de confianza y de fe y, como muchas otras opciones de la vida,  puede o no progresar.  Y si es duro enfrentar un rompimiento amoroso, es mucho más afrontar un divorcio, aunque  siempre pensamos 'a mí no me va a suceder eso'.   Cuando nos ocurre a nosotros,  empezamos entonces a preguntarnos ¿qué salió mal?, algo que no tiene una respuesta ni inmediata ni exacta. Algunas piezas del rompecabezas seguramente estarán allí y serán fáciles de colocar,  otras aparecerán más tarde.  Para comenzar ese análisis lo primero que se debe poner sobre el tapete es qué fue lo que los juntó.  YA ES HISTORIA A muchas personas les sucede que cuando ven las fotos de hace algún tiempo junto a sus parejas,  se evidenciaba lo felices que eran pero luego de algunos años las cosas no son así, o están muy mal en su relación o definitivamente ya no están juntos. ¿Qué hace que las parejas de enamorados que se dicen  'no puedo vivir sin ti' terminen diciéndose 'no puedo vivir contigo'? Algunos especialistas consideran que eso de que el amor se acaba es falso, pues esto supondría que así como llegó se va y entonces esto significaría que el amor es algo que  pasa a un hombre y a una mujer pero que no necesariamente los compromete. El amor no muere por sí mismo sino que somos nosotros los que lo dejamos morir. Por lo tanto, somos agentes muy activos del proceso de integración o desintegración de ese compromiso amoroso. ¿Hay esperanza de un amor para siempre entonces? Claro, prueba de ello son las muchas parejas maduras y ancianas que caminan tomadas de la mano, así que el amor eterno está al alcance de todos siempre y cuando nos demos cuenta de que se trata de  una labor permanente de ambos. Si bien las causas del desamor son muchas y todos corremos el riesgo de desenamorarnos, siempre será posible dar marcha atrás. Si por mucho tiempo nos sentimos a gusto con nuestra pareja, ¿por qué no intentar seguir juntos? Seguramente entonces podremos contestar la pregunta de adónde fue a parar el amor: simplemente se transformó, ya no es la pasión solamente la que motiva a la pareja es algo mucho más sólido, más armonioso, pleno de experiencia y de deseo de permanencia eterna. TENGA EN CUENTA La realidad Él o ella pudieron ser él o la primera  en darse cuenta de lo que estaba pasando con su amor  o quizá los dos al mismo tiempo lo hicieron.  Un aviso previo  En la mayoría de los casos, una situación de ruptura no llega inesperadamente, de un momento a otro, sino que es fruto de un proceso lento en el que se ha ido descuidando aspectos y este descuido va dificultando la convivencia conyugal. La comunicación   Las parejas que se mantienen unidas de por vida son aquellas que se comunican bien,  que negocian y tienen habilidad para enfrentar y solucionar los problemas. La duración   Las estadísticas  comprueban que grandes amores que parecía serían eternos no duran nada. Y, claro, las cosas son más duras, más complicadas cuando esa relación llegó al altar y acabó. Los divorcios ocurren cada vez más temprano, algunos matrimonios no llegan a completar un lustro. La tarea Mantener el amor es una labor permanente de la pareja.

 

Tomado de www.elcomercio.com