8 MITOS DE AMOR QUE PUEDEN ACABAR CON SU RELACIÓN
Los mitos sobre el “amor” más comunes entre las parejas, que pueden estar afectando su relación actualmente por no darles la importancia que merecen.
1. “EL AMOR ES LINEAL”
Eso no es cierto, nunca lo ha sido. Eso nos hacen creer las películas y canciones románticas. El amor por el contrario es cíclico. Las parejas viven su amor alternando períodos de pasión y profundo interés hacia la otra persona con etapas de apatía y, a veces, hasta de falta de interés y confusión. Exigirle al otro, y exigirse a sí mismo, que se encuentre apasionado todos los días, que le escuche siempre, que esté dispuesto, puede crear un clima de tensión e hipocresía nada sano para ambos. Por esa misma presión generada, se terminan diciendo cosas que no se sienten, tan solo para agradar al otro, y lo peor de todo es que en algunos casos, la otra persona lo percibe y entonces se convierte en un problema verdadero.
2. “NECESITO ENCONTRAR A MI PAREJA IDEAL”
Esta manera de pensar solo existe en el pensamiento de quien la creó y JAMAS se encuentra. Es muy común que nos inventemos un príncipe azul o una princesa de cuento de hadas con extractos de muchas personas que conocemos o queremos tener a nuestro lado, y como esa mezcla de virtudes y cualidades en una misma persona NO existe, nos frustramos y llegamos a creer que no hay nadie que valga la pena para nosotros.
3. “SOY FELIZ SI EL OTRO ES FELIZ A MI LADO”
Exigirle al otro que sea el complemento perfecto de nuestra propia felicidad se convierte en una verdadera tortura para la pareja. No podemos pretender que la otra persona nos proporcione toda la alegría y felicidad que nosotros mismo no nos podemos dar. Es por ello, que no importa el tipo de relación que sea, SIEMPRE tienen que proponerse ambos tener espacio propio cada uno: amistades, pasatiempos, intereses, etc. No hay duda que la pareja es un excelente complemento para el crecimiento y felicidad de la otra persona, pero “nada es para siempre” y eso también hay que tenerlo claro.
5. “PARA HACER LO QUE QUIERO, TENGO QUE SEPARARME”
Es común que las personas que deciden iniciar una nueva relación, luego de varios fracasos anteriores, mantengan la mismas actitudes que lo llevaron a ese rompimiento doloroso. Esta conducta refleja la incapacidad para evolucionar con la nueva persona y admitir sus propios errores, culpan al otro de sus flaquezas, en lugar de aceptar sus debilidades y tratar de resolverlas. Esta situación, los lleva a tomar decisiones erradas de las que luego se arrepienten
6. “EL AMOR ES COMPLICADO”
En lugar de aceptar las debilidades o defectos propios de carácter y proponerse modificarlos, la gran mayoría de las personas culpan al amor de sus problemas de pareja. Pero el amor no es complicado, las personas son las que se complican. El amor es la esencia de la vida y si no se le interrumpe y entorpece, sigue su curso naturalmente.
7. “YO SOY NECESARIO(A) PARA MI PAREJA”
Esta creencia lleva a muchas personas a hacer todo por el otro, con la intención de volverse imprescindibles. Este es un mecanismo de pensamiento erróneo que complica la relación. La persona se preocupa tanto por dar, que no se permite recibir y, en consecuencia, conduce a la otra persona a un sentimiento de impotencia. Aunque resulte difícil de entender, a la pareja NO le gusta que le resuelvan y le atiendan en todo. Parte del desarrollo en pareja es aprender del otro y crecer juntos en ese sentido; no convertirse en una persona inútil a raíz de la otra.
8. “NO PUEDO PERDER EL CONTROL DE LA RELACION”
Quienes no quieren perder el dominio de la relación, invierten una enorme cantidad de energía en esconder sus emociones, en poner a prueba al otro y no delegar absolutamente nada en el compañero. Ese miedo los lleva a no comprometerse profundamente con la persona que quieren y a vivir en un permanente estado de alerta, averiguando todo lo que pasa alrededor de la otra persona y desconfiando siempre. La persona que pretenda convivir así, nunca dará el espacio adecuado para que el amor, respeto y confianza fluyan en la relación.
MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO
Los invisibles átomos del aireen derredor palpitan y se inflaman,el cielo se deshace en rayos de oro,la tierra se estremece alborozada.Oigo flotando en olas de armoníasrumor de besos y batir de alas;mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?¿Dime...? ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!
Gustavo Adolfo Bécquer
Imaginemos a una persona a la que el amor romántico no le haya llegado todavía y no conozca demasiado sobre esta emoción, al leer esta rima de Bécquer esta persona pensará en el amor como en un estruendo natural, algo similar a una bomba nuclear, átomos inflamados, la tierra entera estremeciéndose… hasta el punto de verse obligado a que sus párpados se cierren. Una vez superado el miedo inicial a la hecatombe y siendo algo más realista, esta persona entenderá que la poesía suele ser exagerada y que quizás Bécquer no fue del todo exacto al expresar lo que se siente cuando es el amor que pasa. En un achaque de sentido común, esta persona no creerá la poesía de Bécquer, pero al encender la televisión se encontrará con una telenovela donde los personajes mueren y matan por amor, cambia de canal y se topa con una película muy popular “Titanic” y al llegar la escena en la que el barco está muy cerca de hundirse, ellos olvidan su instinto de supervivencia y mucho más preocupados por el amor que se profesan se dicen: “¿Recuerdas? Este fue el lugar donde nos conocimos”, convencido de que esto no puede ser el amor encenderá la radio y Alex Ubago cantará algo así como “Y ahora morirme no sería más desgracia, que perderte para siempre, ay mi vida no te vayas”. Ya por fin, acudirá a la Santa Biblia, donde San Pablo cuenta: “El amor es bondadoso, no envidia, no se envanece. El amor no tiene intereses propios, tolera todas las cosas, cree todas las cosas, tienen esperanza en todo, lo resiste todo”. Ya rendido a la evidencia, con una idea formada de lo que es el amor y pensando que quizás no era tan exagerada la metáfora de Bécquer esta persona anónima hablará con un amigo que le jurará y perjurará que desde el primer momento en el que vio a su novia, él ya supo que sería la mujer de su vida. La realidad es que personas menos afortunadas necesitamos algo más de tiempo para conocer a la pareja y saber que es con quien deseas pasar una gran parte de la vida.Con semejante compendio mediático, no es de extrañar que las ideas erróneas sobre el amor romántico sigan presentes en muchas personas, el problema es que estos mitos constituyen cuantiosas fuentes de conflicto en la pareja. Veamos a continuación algunos ejemplos de estos mitos.
- Si no siento celos en mi relación de pareja, es que no amo de verdad a esa persona. Y lo contrario, sentir celos es prueba irrefutable de que estoy enamorad@ de esa persona.
La realidad es que los celos sólo indican percepción de amenaza, percibes que puedes perder o tener que compartir con otra persona a un referente emocional que está contigo en este momento. El amor no tiene nada que ver con esto, una relación en la que los miembros de la pareja se sienten seguros el uno del otro no tiene porque dejar espacio a los celos. Es más, no es extraño sentir celos cuando un buen amig@, o una expareja, inicia una relación con otra persona, pero esto no significa que se esté enamorad@ de él/ella.
- Si me quieres sabrás lo que me pasa cuando estoy enfadad@ sin tener que preguntármelo.
Entre las muchas cualidades del amor se le presume la capacidad de dotarnos de una especie de “poder telepático” gracias al cual podemos adivinar que está pensando nuestra pareja. Obviamente esto es sólo un mito capaz eso si, de generar muchos problemas, por una parte la frustración de la persona enfadada al comprobar que su enamorad@ no pude adivinar lo que le sucede, por el otro al no comunicar el motivo del enfado difícilmente se logra encontrar una estrategia adecuada para resolverlo.
- Si nuestro amor es verdadero, el sexo entre nosotros será siempre maravilloso. Yo seré el/la mejor amante que jamás hayas tenido.
Según esta idea, cuando llega el amor, trae consigo un avanzado manual sobre las mejores y más placenteras técnicas sexuales y no sólo eso, sino que además dota a la persona de la experiencia adecuada para ser un/a auténtic@ expert@ en las artes amatorias. Por supuesto a esto se le suma las capacidades telepáticas de las que hablábamos antes, ya que de manera espontánea has de saber lo que le gusta y disgusta a tu pareja, preguntarle estropea la relación sexual.
- El amor todo lo puede, si nos queremos de verdad nada puede salir mal. Como dice San Pablo, “…el amor tiene esperanza en todo, lo resiste todo…”.
Atendiendo a este imperativo concluimos que el amor es suficiente para que una relación funcione, la comunicación, el respeto y la confianza son simples elementos decorativos. La realidad avalada por diferentes estudios, dictamina justo lo contrario es decir, que las parejas que más tiempo permanecen unidas y mejor se llevan son aquellas en las que el diálogo y la capacidad de resolver conflictos juntos se encuentran en la base de la relación.Cuidado, ideas como “…el amor lo resiste todo...” o “el amor todo lo cura”, pueden alargar la agonía de personas que sufren una intolerable falta de respeto o incluso violencia por la falsa esperanza de que el amor hará cambiar a la pareja. La realidad nos ha demostrado que “hay amores que matan”.
- Si estás enamorad@, no puede gustarte ni sentirte atraído por otras personas. Si te sucede es que no quieres de verdad a tu pareja.
La realidad sin embargo es que el amor no atrofia la capacidad de sentirte atraíd@ por otras personas, la fidelidad es un constructo social, un compromiso con la pareja que generalmente se acepta dentro de las reglas implícitas de la relación. Es natural por tanto sentirse atraído por otras personas y esto no significa que se ame menos a la pareja, es más, entra dentro de lo común el hecho de fantasear y/o soñar con otras personas sin que tengan que considerarse como actos de infidelidad. Teniendo esto en cuenta, para muchas personas la fidelidad suele considerarse como una prueba más de amor ya que a pesar de que te gusten otras personas mantienes el acuerdo de exclusividad alcanzado en la relación.
Existen muchos más mitos que se encierran dentro del amor romántico, los abordados aquí son un buen reflejo de las ideas sobre el amor que siguen instauradas en nuestra sociedad. Como cabría esperar, estas exageradas expectativas generan una enorme frustración y algunas personas se sienten defraudadas cuando son desmontadas por la realidad.Hay quien sigue esperando al príncipe azul o la princesa pura y virginal, no conforme con las parejas reales que se ha encontrado y a la espera de que este príncipe o princesa montad@ en un corcel blanco les salve del dragón de la soledad. Lamentablemente para ell@s, en la vida real no suenan miles de violines cuando besas por primera vez a la persona amada, ni se estremece la tierra como dice Bécquer, pero eso no significa que el amor sea algo burdo y feo. El amor puede ser algo maravilloso, únicamente hay que ser realista en cuanto a las expectativas que se tengan. La comunicación de inquietudes a la pareja, la capacidad de resolver problemas juntos, de negociar acuerdos, así como la idea de que las personas somos personas y no príncipes o princesas salidos de cuentos de hadas, son buenas premisas para disfrutar plenamente de las bondades del amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
Imaginemos a una persona a la que el amor romántico no le haya llegado todavía y no conozca demasiado sobre esta emoción, al leer esta rima de Bécquer esta persona pensará en el amor como en un estruendo natural, algo similar a una bomba nuclear, átomos inflamados, la tierra entera estremeciéndose… hasta el punto de verse obligado a que sus párpados se cierren. Una vez superado el miedo inicial a la hecatombe y siendo algo más realista, esta persona entenderá que la poesía suele ser exagerada y que quizás Bécquer no fue del todo exacto al expresar lo que se siente cuando es el amor que pasa. En un achaque de sentido común, esta persona no creerá la poesía de Bécquer, pero al encender la televisión se encontrará con una telenovela donde los personajes mueren y matan por amor, cambia de canal y se topa con una película muy popular “Titanic” y al llegar la escena en la que el barco está muy cerca de hundirse, ellos olvidan su instinto de supervivencia y mucho más preocupados por el amor que se profesan se dicen: “¿Recuerdas? Este fue el lugar donde nos conocimos”, convencido de que esto no puede ser el amor encenderá la radio y Alex Ubago cantará algo así como “Y ahora morirme no sería más desgracia, que perderte para siempre, ay mi vida no te vayas”. Ya por fin, acudirá a la Santa Biblia, donde San Pablo cuenta: “El amor es bondadoso, no envidia, no se envanece. El amor no tiene intereses propios, tolera todas las cosas, cree todas las cosas, tienen esperanza en todo, lo resiste todo”. Ya rendido a la evidencia, con una idea formada de lo que es el amor y pensando que quizás no era tan exagerada la metáfora de Bécquer esta persona anónima hablará con un amigo que le jurará y perjurará que desde el primer momento en el que vio a su novia, él ya supo que sería la mujer de su vida. La realidad es que personas menos afortunadas necesitamos algo más de tiempo para conocer a la pareja y saber que es con quien deseas pasar una gran parte de la vida.Con semejante compendio mediático, no es de extrañar que las ideas erróneas sobre el amor romántico sigan presentes en muchas personas, el problema es que estos mitos constituyen cuantiosas fuentes de conflicto en la pareja. Veamos a continuación algunos ejemplos de estos mitos.
- Si no siento celos en mi relación de pareja, es que no amo de verdad a esa persona. Y lo contrario, sentir celos es prueba irrefutable de que estoy enamorad@ de esa persona.
La realidad es que los celos sólo indican percepción de amenaza, percibes que puedes perder o tener que compartir con otra persona a un referente emocional que está contigo en este momento. El amor no tiene nada que ver con esto, una relación en la que los miembros de la pareja se sienten seguros el uno del otro no tiene porque dejar espacio a los celos. Es más, no es extraño sentir celos cuando un buen amig@, o una expareja, inicia una relación con otra persona, pero esto no significa que se esté enamorad@ de él/ella.
- Si me quieres sabrás lo que me pasa cuando estoy enfadad@ sin tener que preguntármelo.
Entre las muchas cualidades del amor se le presume la capacidad de dotarnos de una especie de “poder telepático” gracias al cual podemos adivinar que está pensando nuestra pareja. Obviamente esto es sólo un mito capaz eso si, de generar muchos problemas, por una parte la frustración de la persona enfadada al comprobar que su enamorad@ no pude adivinar lo que le sucede, por el otro al no comunicar el motivo del enfado difícilmente se logra encontrar una estrategia adecuada para resolverlo.
- Si nuestro amor es verdadero, el sexo entre nosotros será siempre maravilloso. Yo seré el/la mejor amante que jamás hayas tenido.
Según esta idea, cuando llega el amor, trae consigo un avanzado manual sobre las mejores y más placenteras técnicas sexuales y no sólo eso, sino que además dota a la persona de la experiencia adecuada para ser un/a auténtic@ expert@ en las artes amatorias. Por supuesto a esto se le suma las capacidades telepáticas de las que hablábamos antes, ya que de manera espontánea has de saber lo que le gusta y disgusta a tu pareja, preguntarle estropea la relación sexual.
- El amor todo lo puede, si nos queremos de verdad nada puede salir mal. Como dice San Pablo, “…el amor tiene esperanza en todo, lo resiste todo…”.
Atendiendo a este imperativo concluimos que el amor es suficiente para que una relación funcione, la comunicación, el respeto y la confianza son simples elementos decorativos. La realidad avalada por diferentes estudios, dictamina justo lo contrario es decir, que las parejas que más tiempo permanecen unidas y mejor se llevan son aquellas en las que el diálogo y la capacidad de resolver conflictos juntos se encuentran en la base de la relación.Cuidado, ideas como “…el amor lo resiste todo...” o “el amor todo lo cura”, pueden alargar la agonía de personas que sufren una intolerable falta de respeto o incluso violencia por la falsa esperanza de que el amor hará cambiar a la pareja. La realidad nos ha demostrado que “hay amores que matan”.
- Si estás enamorad@, no puede gustarte ni sentirte atraído por otras personas. Si te sucede es que no quieres de verdad a tu pareja.
La realidad sin embargo es que el amor no atrofia la capacidad de sentirte atraíd@ por otras personas, la fidelidad es un constructo social, un compromiso con la pareja que generalmente se acepta dentro de las reglas implícitas de la relación. Es natural por tanto sentirse atraído por otras personas y esto no significa que se ame menos a la pareja, es más, entra dentro de lo común el hecho de fantasear y/o soñar con otras personas sin que tengan que considerarse como actos de infidelidad. Teniendo esto en cuenta, para muchas personas la fidelidad suele considerarse como una prueba más de amor ya que a pesar de que te gusten otras personas mantienes el acuerdo de exclusividad alcanzado en la relación.
Existen muchos más mitos que se encierran dentro del amor romántico, los abordados aquí son un buen reflejo de las ideas sobre el amor que siguen instauradas en nuestra sociedad. Como cabría esperar, estas exageradas expectativas generan una enorme frustración y algunas personas se sienten defraudadas cuando son desmontadas por la realidad.Hay quien sigue esperando al príncipe azul o la princesa pura y virginal, no conforme con las parejas reales que se ha encontrado y a la espera de que este príncipe o princesa montad@ en un corcel blanco les salve del dragón de la soledad. Lamentablemente para ell@s, en la vida real no suenan miles de violines cuando besas por primera vez a la persona amada, ni se estremece la tierra como dice Bécquer, pero eso no significa que el amor sea algo burdo y feo. El amor puede ser algo maravilloso, únicamente hay que ser realista en cuanto a las expectativas que se tengan. La comunicación de inquietudes a la pareja, la capacidad de resolver problemas juntos, de negociar acuerdos, así como la idea de que las personas somos personas y no príncipes o princesas salidos de cuentos de hadas, son buenas premisas para disfrutar plenamente de las bondades del amor.
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